#7

764 91 14
                                    

—¿Por qué detestas tanto al profesor Callaghan, Lena? 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Por qué detestas tanto al profesor Callaghan, Lena? 

La pregunta dispersó los lindos recuerdos que Lena tenía con su madre. ¿No iba a darse por vencida, eh? Aún estaba en pijama aplicándose crema hidratante en su abdomen y cuello, la quemada surgió efecto cuando dejó de pensar en todo lo que estaba aconteciendo en aquellos momentos.

—Me reprobó.

—¿Y por eso lo odias tanto? Él en la escuela te está dejando muy bien parada ante las chicas, dice que eres una estudiante ejemplar, que simplemente se dejó llevar por el mal camino —comentó mientras se pintaba las uñas en un azul cielo. Le ofreció el esmalte a Lena, pero ella le mostró sus manos de niño, y negó con la cabeza.

—Yo nunca había reprobado algo en mi vida —se limitó a decir.

—Ay Dios, ¡qué exagerada! ¿Qué contenido era?

—Derivadas...

—Te lanzaría una almohada, pero mis uñas esperan por mí. Te dejo por hoy, Lena. ¿Harás algo mañana?

No pensaba decirle que estaba en el mismo equipo que su mejor amigo ni que jugarían su primer partido mañana; eso la enojaría en lo más mínimo... Y estaban teniendo una noche tranquila. No es que se odiasen, sencillamente tanto Lena como Abs tenían un carácter demasiado fuerte, entonces chocaban una con la otra cada vez que podían. Lena en un intento de fingir su sorpresa ante la pregunta de su hermana, optó a portar su semblante egocéntrico natural.

—Vaya, ¿tanto deseas pasar tiempo conmigo? Bueno... Déjame decirte que estoy muy ocupada. Tengo una vida, Abs. ¡Para la próxima! —La sacó de su habitación rápidamente y cerró la puerta, dejando a la vista su enorme póster de "Paso restringido". Abigail arqueó una ceja, y resopló dándose por vencida.

Lena era un eslabón más complicada y fría que ella.

Tocó una última vez la puerta, no esperaba que Lena le abriese. Y así fue. Desde el otro lado del cuarto, la rubia le respondió:

—¿Qué se te olvidó?

—Eh... Preguntarte si mañana debo ir al gimnasio.

—No hay entrenamiento. Ya vete a dormir, Abs. Tengo muchas cosas que hacer mañana.

Abigail dedicó una última mirada a la puerta de aquella habitación, negando con la cabeza.

Algún día me querrás como a una hermana de verdad, algún día... Pensó.

💎 💎 💎

El tan esperado día finalmente llegó. Sábado por la mañana, en un día veraniego con efectos del otoño que se aproximaba con fuerzas. Arthur se desperezaba de Antoine, habían tenido una noche muy movida, aprovechando que la familia Wallis estaba en la casa de campo. Antoine abrió sus ojos lentamente, hasta dar con la mirada de su amado.

Se dice de mí ® │CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora