Capítulo tres.

756 58 2
                                    

"Culminando nuestro acto de "amor".

¿Querrá decir que ya somos algo más que conocidos?

Esa unión de nuestros cuerpos ha sido especial para ti.

¿No es así?"

Capítulo tres.

Ukyo simplemente no podía creer lo que sucedía, esa joven castaña que hace unos minutos era virgen, entrego su pureza a una persona que le pago dinero para satisfacer un deseo pasajero. Comenzó a sentirse culpable, sí, conocía bien que el trabajo de esa joven es complacer, pero le parecía triste que alguien tan joven se entregue a una persona que realmente no ama.

— Lo siento, si tan sólo... — Realmente quería disculparse; no encontraba las palabras adecuadas para decir: oh, eras virgen, no lo sabía, perdón.

— Por favor, no haga esa cara, hasta a mí me causa tristeza de sólo verlo. — Admitía a medias, ya que al ver esa preocupación, había descubierto un rasgo más de ese hombre que la visita cada noche. Al final, usted debe comer la cereza que le confiaron. Con sus dos manos, sostiene el rostro del rubio, haciendo que la mirase fijamente. — Ya empezamos, ahora terminamos.

Ukyo asintió. La joven Chii debía continuar con su trabajo; sí se sabía que ella no hizo lo que se pidió, sería castigada sin comida y sin pago, así que era mejor dejar los sentimentalismos a un lado y seguir viviendo en la cruel realidad.

— Puede moverse, ya no siento dolor alguno. — Le daba entrada para que continuara.

Sin decir nada, Ukyo – con mucho pesar – movió sus caderas, por el contrario, Chii intentaba – con la muy poca experiencia que tenía en ese momento – moverse al compas de su acompañante. Los movimientos de ambos eran lentos, por una parte, Ukyo no quería lastimar más a la castaña, y por el otro, Chii no sabía qué hacer, simplemente "seguía sus instintos e imaginación" para no quedarse quieta, quedando así en vergüenza.

— ¿Puedo besarte? — Preguntaba el rubio sin parar su movimiento.

— ¿No conoce las reglas del lugar? — Su acompañante le miró confundido – no sabía que existían reglas al momento de tener relaciones con la chica que pagó sus servicios –. — Tal parece que la respuesta es no. — Suspiró. — Ustedes, los clientes, pueden hacer cualquier cosa con nosotras, pero la única excepción es besar nuestros labios. Los besos son dados cuando se tiene amor entre las dos personas, cuando no se tiene, los besos se vuelve un accesorio que no puede ser compartido con nadie. Creo que es un "lindo gesto" por parte de nuestro jefe, ¿no lo cree? — Terminando su explicación, levantó la mitad de su cuerpo para besar el cuello desnudo del rubio; sólo era un pretexto para que no viese su rostro adolorido.

— Comprendo. — Respondió sin más. — Si crees que soy muy rudo, sólo dilo. — Había notado la expresión de la castaña.

— Deberíamos guardar silencio para continuar con lo nuestro. — Avergonzada – pero su voz podía escucharse melosa y melodiosa –, decidió terminar "su conversación".

Los suspiros se entremezclaron y se escapan más de lo que esperaba, Ukyo guardo silencio ante la petición de su acompañante. Ese deseo al tener el cuerpo desnudo de Chii a su merced, causaba que el interior de su pecho estuviera ardiendo – aunque la culpa seguía latente –, esa coartada quebradiza se desmorona efímeramente y con su corazón hacía que fuesen tres en la misma cama.

— ¿Puedes moverte más rápido? Esto se está volviendo aburrido. — Sin escuchar una palabra por parte del rubio, no espero ni tres segundos para que las estocadas incrementaran su velocidad. — ¡A-Ah, ¿ve a lo que me refería?! — Sintiéndose agitada, palabras tan sencillas no podían ser expresadas tan fácilmente. — ¡Sea más rápido, sea más severo, adéntrese más a "esa entrada" que le permití penetrar, demuestre todo ese deseo que ha tenido consigo durante tanto tiempo!

"No sea gentil conmigo.

No lo merezco."

『Cherry Hunt.』[Brothers Conflict - Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora