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—Hyun...—Me levanto para recibirlo. Estoy nerviosa, tengo la sensación de que lo ha visto todo, o que sabe algo de Nathaniel.
Se acerca a mí con una dulce sonrisa, pone sus manos en su cintura y me da un beso en los labios.

Y es entonces cuando se me parte el corazón.

Nathaniel casi acaba de besarme, Hyun lo está haciendo ahora. Es extraño para mí. Algo no está bien conmigo, tal vez no esté descansando bien o yo qué sé, lo que sé es que yo no soy así.

Separa sus labios de los míos y sonrío. Hyun es tan dulce, tan delicado... No puedo hacerle daño.
—¿Cómo estás, preciosa?—Pregunta. Su voz es dulce y tranquila. Tengo la sensación de que siempre ha sido así, pero yo no me he dado cuenta de ello. Claro, siempre estoy pensando en Nathaniel, y ahora va a ser más difícil que nunca no pensar en él...
—Estoy bien, ¿y tú?—Respondo y sonrío de la forma más sincera posible.
—Un poco cansado... Acabo de salir de la cafetería y estaba llena de gente.—Dice y ríe levemente.
Le acaricio los hombros.
—Podemos ir a mi habitación a descansar si quieres.—Digo y le guiño un ojo. Él se ruboriza de inmediato.
La puerta se abre, mi corazón se detiene al verle, otra vez. Es Nathaniel, quien nos mira enarcando una ceja. Hyun se da cuenta de que ha entrado.
—¿Ese no es el del concierto?—Me susurra y asiento con la cabeza.
Nathaniel se dirige sin siquiera mirarnos a una mesa, apoya su codo en la mesa y su mandíbula en la palma de su mano. Nos mira fijamente, creo que está enfadado y temo que le diga algo a Hyun.
Me apresuro en coger la mano de Hyun y dirigirme a la salida de la biblioteca.
—Roma.—Dice Nathaniel, su voz es muy cortante y tengo miedo. Me detengo en seco sin girarme a mirarle. Está jugando conmigo.
—¿No saludas a tu viejo amigo?—pregunta y se ríe a continuación. Hago un puño con la mano y salgo de la biblioteca junto a Hyun para ir a mi habitación.
Una vez llegamos, Hyun habla.
—¿Qué vamos a hacer aquí?—Pregunta, mirando al suelo. Es un pervertido en la intimidad, sé en lo que está pensando.
Empujo a Hyun a mi cama y me mira desde ella muy ruborizado.
Me siento a horcajadas de él y noto algo duro en mis bajos. Me ruborizo también y le beso el cuello, lo cual le vuelve loco. Me levanto.
—Tú vas a dormir, yo voy a hacer ejercicio.—Digo y escucho un grito ahogado por su parte. Me quito la ropa para ponerme algo deportivo y siento su mirada clavada en mi nuca. Me gusta sentirme deseada por él. Antes de ponerme la ropa deportiva camino hacia un espejo de mi habitación, y en el reflejo, veo que Hyun me está mirando.
Me giro hacia él.
—¿Tú no tenías que dormir?—Pregunto y pongo mis manos en mi cintura, a la par que me acerco a él.
Se gira en la cama hacia una pared para que no pueda verle y abraza una almohada mía.
—Es imposible teniéndote así...—Le oigo susurrar.

Entonces me planteo si debería hacer algo con él o dejarlo estar.

Hola. Me gustaría saber si os daría igual que añadiera alguna que otra escena de contenido explícito en esta historia. Si os gustaría o no, por favor, informadme, no quiero que algunos lectores estén en desacuerdo.

Lo siento cariño, me encanta. •cdmu•Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz