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Mi mirada iba de Arturo a Arthur quién se había mantenido callado bajo la atenta mirada de todos los presentes. Poco a poco la habitación se envolvía en una capa de aire densa por la tensión que parecía querer instalarse.

—Aún no es momento de saberlo. Fue la corta respuesta sin emoción que le dio.

—¡No!, no volverás a desaparecer así. Le reprochó Arturo con bastante impotencia de sus ojos.

—Papá. Dijo preocupado Ariel acercándose a donde estaba su padre.

—No es más momento de huir, Arthur. Le dijo la abuela con sabiduría.

—Noam... Él fue quién me mantuvo con vida por nuestra unión mágica, era débil pero aún así logre sobrevivir en un estado de inconsciencia absoluta lo varios días mientras sentía como Noam era torturado por tu padre y él me enviaba su energía para que yo sanara, para que sobreviviera—. Un silencio se extendió entre todos los presentes al ver el gran dolor que cargaba en su corazón Arthur. —Lo sentí todo, cada golpe, cada tortura, cada dolor inflingido en él y aunque mi cuerpo iba sanando poco a poco sentía a mi alma morir por la impotencia de no poder salvar a quién amé.

Una lágrima rodó por su mejilla, Arturo se puso de pie al instante al ver llorar a su hermano y llegó a él para abrazarlo. Cada palabra salía con un sentimiento de tristeza que hizo a mi corazón doler.

—El día en que el murió yo sentí morir— me quede helado por lo que dijo dijo—, ese día morí con él. Aunque mi cuerpo ya estaba recuperado lo único que quería hacer era morir con él así que me teletransporte a la montaña donde se que había un vampiro que se alimentaba exclusivamente de sangre de brujos y me ofrecí como alimento. Que tonto fui al creer que me mataría, apenas me vio se acerco a mi pero al ver mis ojos solo dijo: "no puedo alimentarme de algo que no tiene vida". Y me mordió y me transformó en vampiro, me enseño que antes de morí tenía que cumplir el propósito de mi vida.

Arturo nunca dejo de abrazar a Arthur con todas sus fuerzas, quién lloran mientras se aferraba a su hermano.

—¿Quieres verlo? Pregunté a lo que el me miró sin entender.

—¿Qué dices? Me preguntó mientras fruncio el ceño.

—Que si quieres verlo de nuevo, creo poder llamarlo como lo hice con la abuela. Expliqué a lo que vi un rayo de vida en sus ojos.

—¿Lo harías? Su pregunta estaba cargada de esperanza.

—Claro que lo haría. Expuse mientras me mantenía en el calor corporal de Max.

No quiero imaginar con la carga emocional que tuvo sobre sus hombros todos estos dieciséis años y como la culpa por causa de la impotencia lo han estado torturando día tras día sin darle tregua a nada, estando sólo y aislado con tanto dolor en su corazón.

Me imaginé una vida sin Max y solo la mención de eso en mi mente me heló la sangre. No podía imaginarme una vida sin la presencia de Max a mi lado por mas que quisiera. En todas mis metas y planes siempre me veía a su lado, con él con apoyo o compañía.

—Hazlo. Pidió con su corazón en mano.

Me concentre en mis sentimientos y en la energía del collar hasta que ambos hicieron contacto. Pedí en mi mente al collar que trajera a Noam hasta nosotros como lo hizo con la abuela. Un chico de unos veintidós años se apareció frente a todos mirando asombrado a todos lados hasta que logró ver a Arthur en brazos de Arturo.

—Noam... Fue lo único que pudo decir en susurro Arthur al verlo fijamente y un brillo especial brillaba en su mirada.

—¿Eso es todo lo que vas a decirme después de tanto tiempo sin vernos? ¿Y mi beso? Dijo en tono de broma asiendo qye una sonrisa honesta apareciera en el gemelo vampiro.

Apartándose con cuidado de su hermano llegó hasta el chico para tomarlo de las mejillas y acercarse a él para robarle un beso lento y cargado de sentimientos mientras lágrimas salían de sus ojos. El beso era lento entre ambos y trasmitía tantas cosas entre todos amor, mucho amor.

—Noam... Yo...—. Noam volvió a besarlo para callarlo.

—No podías haber hecho nada, tuve que morir yo para salvarte a ti y no me arrepiento de ello. Le dijo con total seguridad.

—Noam... Susurró para volver a besarlo con amor.

—Tio, creo que también necesitarás una caja de preservativos para ti. Interrumpió el momento Ariel haciendo que su padre le golpeara en la cabeza por lo que había dicho y que Mike se riera de manera baja por ello.

—Siempre estropeando momentos Ari. Le dije yo en modo de burla a lo que él se sonrojó abruptamente.

—Eres un mal sobrino. Bromeó Arthur cuando se separó de Noam.

—Hey, soy el mejor del mundo. Se defendió el alzando pecho para darse mas credibilidad.

—Mi sobrino es el mejor. Dijo Noam mirándome a mi fijamente.

—Al parecer la familia este reunida. Dijo Arturo alegremente.

—Falta alguien. Hablo la abuela mientras se acercaba a Noam.

—¿Quisieras llamarla tesosro? Me pidió la abuela con cariño.

Mi corazón se estrujó por la petición de la abuela. Mire atentamente a Noam y vi sus ojos verdes, el cabello castaño que tenía y esa piel blanca y vas nívea. Su sonrisa era amable y me noté el gran parecido a mi madre a quién solo había visto en fotos.

—Estarás bien. Aseguró Max en mi oído mientras seguía en sus brazos protegido de todo y todos.

—Es momento de ver por primera vez a tu verdadera madre Thomas, de escuchar su  voz y abrazarla, adelante Thomas. Me motivó Ariel mientras estaba aún muy cerca de Mike.

No podía creer que conocería a mi madre. Mis emociones querían sobrecargarme y mis piernas temblaron ante la idea, los brazos de Max se ajustaron con más fuerza sobre mi para mantenerme estable y me decidí.

—Creo que si es una reunión familiar ella no puede faltar. Expuse lo que pensaba y sonreí.

Forever© (Edición Y Redacción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora