XLV

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Marco Asensio...
Miércoles 13 de septiembre del 2017.

La práctica de hoy ha terminado, acabo de ducharme y estoy esperando a que mi novia venga a por mí para poder irnos juntos a casa, o a comer por ahí, lo más seguro es que la segunda opción sea la favorecida. Mi celular vibra en el bolsillo de mi pantaloneta y lo tomo entre mis manos esperando que sea un mensaje de Ely diciendome que ya ha llegado. Pero por desgracia no fue así...

El nombre Marina se refleja en mi whatsapp y sé que lo que viene a continuación no es nada bueno a pesar de que hayamos terminado en términos optimos. Quedamos en romper todo tipo de comunicación entre nosotros porque no quería llevarme un mal recuerdo de lo que fue nuestra relación.

Marina
En línea

Necesitamos hablar.
12:05 pm✔✔

Y por el bien de tu novia, más
vale que sea pronto.
12:07 pm✔✔

¿Qué es lo que quieres?
12:07 pm✔✔

Sólo hablar.
12:08 pm✔✔

Tengo un mal presentimiento acerca de esto y temo por Elhayza, no sé que es lo que quiera Marina o de que sea capaz pero será mejor no tentarla. Le envío un mensaje diciendole que está bien, que hablaré con ella para cortar todo este rollo de raíz. La preocupación me invade, paso una de mis manos por mi cabello y en el acto me percato de la presencia de Elhayza. Le dedico una sonrisa y detesto el no poder ocultar mi frustración.

Camino hacia su encuentro al igual que ella lo hace y la abrazo, necesitando sentirla cerca de mí para segundos después besarla. Los chicos silban y en otras circunstancias los hubiera mandado a la mierda. Abrazo a mi chica aún más fuerte y escondo mi rostro en su cuello aspirando su aroma.

-¿Qué sucede mi amor?-me pregunta con total dulzura y preocupación. Trato de no sonreír contra su cuello pero cuando me aparto para mirarla a los ojos se me hace imposible.

-¿Acabas de llamarme mi amor?-le pregunto para ver si así me lo repite. Nunca me ha dicho así y bueno, tal vez sea lo mejor para mi salud emocional. Ella se muerde el labio inferior reprimiendo una sonrisa y tengo ganas de gritarle que me encanta cuando lo hace y me pone como un total loco enamorado.

-Tal vez, pero no evadas mi pregunta precioso.-ella mantiene su tono de voz dulce y por un momento la sonrisa de mi rostro se borra de sólo pensar que algo malo le pase. Me debato si contarle la situación o no. Vuelvo sonreír por las mismas fingiendo estar perfectamente.

—No es nada importante. No te preocupes por mí, bonita.— miento para no preocuparla. Ella no merece que le pase nada malo, ella no merece a alguien como yo. Es demasiado perfecta para ser real.

—Está bien.—dice finalmente y sé que por hoy no seguirá insistiendo con saber que me pasa. Amo que me comprenda de cierta manera. Sus manos buscan las mías para poder entrelazarlas y sonrío por aquello al igual que ella.—¿Quieres ir a casa? ¿O prefieres hacer algo?— me pregunta en voz bajita y con toda la dulzura que ella emana siempre.

—Yo voy a donde sea contigo Ely.—le respondo con total sinceridad y ella sonríe.—Pero creo que justo ahora debemos de ir por comida.—agrego, pasando mi mano por mi estómago en señal de hambre y suelta una risita al ver la expresión de mi rostro.

—Es una magnífica idea mi amor.—sonrío ampliamente amando el hecho de que haya repetido aquellas dos palabras que minutos atrás había soltado por primera vez. Estoy a punto de colapsar gracias a ella.

—Es la segunda vez que me llamas mi amor. ¿Acaso estoy soñando?—bromeo. Ella se coloca de puntitas y deposita un beso en mis labios.

—No precioso, no estás soñando. Ya deberías saber que eres el amor de mi vida.—confiesa y creo que estoy al borde de una bradicarda. Sujeto su mentón y la vuelvo a besar sin poder contenerme las ganas. Sonrío sobre sus labios para juntar nuestros labios una vez más.

—Yo supe que eras el amor de mi vida desde aquel día en el que te vi sentada en esas gradas de por allí.—le comento a la vez que señalo el lugar exacto donde estuvo sentada el primer día que la vi. Aquel instante en el que la conocí y puso a mi corazón de rodillas ante ella.

—¡Joder tío, cuánto te quiero!—exclama de repente y suelta una carcajada por su comentario cargado de alegría y sinceridad. Es un sol. Isco y Lucas se acercan a nosotros mientras tanto.

—Les agradecería muchísimo dejar las muestras de cariño para la intimidad.—bromea Lucas ganandose un golpe por parte de un Isco celoso.

—Tú, haz silencio.—lo reprende mientras lo apunta con su dedo índice.—Ustedes dos, no le hagan caso a este de aquí a mi lado. No estan listos para relacionarse tan intimante aún.—y ahora se está dirigiendo hacia Ely y mi persona. Tengo ganas de reírme y de decirle que su hermana no facilita las cosas con toda esa mezcla de belleza y dulzura que a mi me pone como todo un loco pero me contengo por el bien de mi integridad física.

—Hermano, ya tengo veinte años.—dice una Elhayza ruborizada mienteas yo la miro embobado por lo linda que se ve.

—Concuerdo con la pequeña, ya esta en edad de iniciar con su vida se...—dice Sergio acercandose a nosotros pero la frase queda al aire ya que le golpea el hombro para que mi novia deje de sentirse incómoda. No es como que si uno vaya dilvulgando su vida sexual por allí. Es inapropiado, en especial cuando esa persona te importa. Es caer bajo.—¡Carajo Marco! ¡Haz adoptado la agresividad de tu novia!— se queja Ramos. Me encojo de hombros dandole la razón. Para qué voy a mentir.

—Lamento que deban desistir de mi presencia pero este caballero va a llevar a su novia a comer.—les comebto haciendo un ademán hacia mí y luego hacia aquella miembro de los Alarcón Suárez que tanto quiero.

—¡Diviertanse!—grita Lucas cuando ya emprendemos el camino hacia el estacionamiento.

—¡Pero no tanto!—agrega Isco seguro dandole un codazo a Lucas y provocando nuestras carcajadas.

—¡No prometemos nada!—los molesta Elhayza y sonrío encantado por eso.

—¡¿Qué acabas de decir?!—vuelve a gritar Isco espantado por la respuesta de su hermana pero decidimos ya o prestarle más atención y seguir con nuestro camino.

Llegamos al auto y como todo un caballero que soy, le abro la puerta para que ingrese. Luego rodeo el auto para subirme al asiento del piloto y conducir. Ely enciende la radio y justo está sonando Una lady como tú. Ambos empezamos a cantar sin poder aguantarnos.

—Si fuera cantante, seguro esta sería una de las canciones que te dedicaría.—confieso y ella suelta una carcajada por mi comentario.

—¿Y el romanticismo donde quedó?—bromea ella debido a la letra y el contexto de la canción mientras me mira con una ceja enarcada. Suelto una carcajada por su expresión.

—Dije que sería una de las canciones que te dedicaría. Obviamente el resto serían las románticas y todas aquellas canciones que se acoplen a ti.—respondo. Ella se estira un poco para besar mi mejilla. Una vez ella retoma su postura en el asiento traslado mi mano y la coloco sobre la de ella dandole suaves caricias.—Te quiero para siempre. No lo olvides, por favor.

No puedo ocultar mi preocupación al recordar los mensajes de Marina. Ella levanta la cabeza y nuestras miradas se cruzan y sé que está preocupada por mí.

—No lo haré.—responde y un alivio me invade por completo. Sonrío levemente y tomo su mano y la acerco a mis labios para depositar un beso.

Es increíble como cada día que pasa esta mujer me encanta más.

Mi mejor jugada eres tú ||Marco Asensio||Место, где живут истории. Откройте их для себя