LXII

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24 de diciembre del 2017.

Vísperas de Navidad (1/2)

—¡Marco!—grito para que él pueda escucharme ya que se encuentra en la habitación—¿Haz visto dónde he dejado el regalo que compré para Isco Jr? Necesito envolverlo.

En estos momentos me encuentro sentada en el piso envolviendo y colocando debajo del árbol los regalos que he comprado para mis familiares.

—¿Hablas de este?—aparece Marco por las escaleras mostrandome la ropita que he comprado para mi sobrino, suspiro aliviada ya que empezaba a creer que lo había dejado olvidado en la tienda.

—Gracias.—le sonrío, él se sienta en el piso junto a mí.

—¿Necesitas ayuda?—inquiere viendo todo el desorden que tengo en la sala de su casa.—Porque estoy totalmente disponible para ti, preciosa.

—Cariño, no te preocupes.—le digo.—Yo puedo encargarme de esto.

—Estoy conciente de aquello pero yo, como el buen novio que soy, quiero ayudarte.—insiste pero sin poder evitar tirarse florecillas él mismo.

—Cabe recalcar lo de buen novio.—bromeo con él.

—Obvio.—dice haciendo pose de diva provocando que suelte una carcajada.

—¿Tú no compraste nada para tu familia?—inquiero ya que no lo he visto estresado envolviendo regalos o algo por estilo.

—Sí, desde hace unas semanas atrás. Los tengo guardados para entregarselos el treinta y uno que tú y yo nos vayamos a Mallorca juntos.—me recuerda nuestra plan, que básicamente consistía en navidad pasarla con mi familia y fin de año con la de Marco. Él deposita un corto beso en mis labios y luego me sonríe.

—Cómo se nota que el organizado de la relación no soy yo.—él ríe.

—Ya ves.—le doy un suave golpe por ese comentario.

—Bueno, arreglemos esto que sino no terminamos a tiempo.—lo apresuro dandole fin a nuestro tonteo para empezar con el tema de los regalos.

—Cómo usted mande, capitana.

Y así entre risas, juegos y besos robados terminamos con el tema de los regalos justo en el momento en que el timbre de la casa suena.

—Yo voy.—se pone de pie mi novio casi de inmediato y va abrir la puerta no sin antes inclinarse para besarme otra vez.

—¡Bro!—escucho decir a Marco a modo de saludo por lo que asumo que mi hermano ya ha llegado.

—¡Pisha!—le responde mi hermano de igual manera. Cuando estoy por ponerme de pie veo a baby Isco entrar corriendo emocionado.

—¡Tita!—exclama mientras corre hacia mì, yo abro mis brazos para que él sepa que estoy esperandolo para abrazarlo y comermelo a besos porque está tan precioso.

—Hola precioso, estás muy guapo.—le digo y mi sobrino sonríe. Me lo como.

—Gracias tita, tú estás guapa también aunque no te hayas arreglado.—me río en cuanto caigo en cuenta de que tiene razón.

—Elhayza, ¿por qué carajos Marco no se ha a arregla...?—se interrumpe él mismo en cuánto me ve tirada en el piso totalmente desarreglada.—Tú tampoco estás lista.

—Lo siento.—me coloco de pie para saludar a mi hermano mayor.—Pero entre que estabamos arreglando la casa y envolviendo regalos porque ya sabes como es tu hermana, dejando todo para última hora, se nos ha ido el tiempo.

Mi mejor jugada eres tú ||Marco Asensio||Where stories live. Discover now