Contract.

Contract. Capitulo 14

Capitulo 14:

Cuando quedamos a solas Ema y yo en el cuarto rojo del resort chino que adentra a sus clientes en la antigua China. La libero de mi peso y la siento sobre la cama con dosel y luego me acomodo de rodillas entre sus piernas separadas para desprenderla rápidamente del vestido tradicional chino que se amolda a su silueta como una segunda piel.

La verdad es que desde que la vi probándose ropa y zapatos en la tienda de ropa que me abastece de mis prendas de vestir, desee atraparla entre mis brazos como hice en la mañana y aquella necesidad tormentosa aumento cuando descubrí que le impacto positivamente el espectáculo lascivo que pedí especialmente para esta noche en este lugar.

Tal y como lo planee, la mente de mi adorable mujer esta invadida de lujuria y morbosidad.

Deseo que Ema aprenda a pensar en el sexo y en erotismo sin pudor. Quiero liberarla de los miedos, de los prejuicios y del pudor que tiene inculcados sobre el sexo, lo cual la acompañaba constantemente en la vida. Y todavía falta mucho camino para que se convierta en una mujer completamente dispuesta a experimentar el erotismo de alto voltaje.

Disfrutaré enormemente cada momento mientras se convierte en mi compañera sexual ideal.

Ahora teniendo a Ema a mi lado compartiendo lo que me agrada, más que nunca estoy disfrutando de mi pasatiempo favorito. El sexo y el erotismo.

Desde que conquiste por completo el cuerpo Ema esta mañana, el sexo ya no es un pasatiempo, sino una necesidad que a penas puedo controlar.

No puedo mantener las manos lejos de su cuerpo. Su femineidad me atrae como la fuerza de gravedad. La estoy deseando como lo mas elemental.

Siempre he sido un hombre controlado. Mantuve mi cuerpo y mi mente bajo mi dominio. No busque una sustituta de Ema para tener sexo, porque la única mujer que deseaba era ella. Tocar a otra mujer luego de conocerla se me hizo intolerable.

Me mantuve sin esfuerzo en un absoluto celibato durante cinco años. Me conforme con venir de vez en cuando a este resort para disfrutar del sexo como un voyerista. Aguarde pacientemente a que Ema creciera y madurara. Y esperar valió la pena. Ella es más de lo que podría soñar en una mujer.

Por su causa, siendo ahora mi chica, la vida, y el futuro se me presenta absolutamente excitante y divertido. Hay tanto que quiero enseñarle. Existe tanto que estoy deseando compartir con ella y ninguna de esas actividades y diversiones tienen que ver con el trabajo que hasta esta mañana era mi prioridad.

El trabajo y el éxito es una necesidad opaca, sin importancia comparado a lo que me gustaría experimentar en compañía de Ema.

Ema me provoca tenerla constantemente entre mis brazos. Me urge perderme en el sabor de sus besos y en el sabor de su piel. Necesito mirarme en sus ojos mientras estoy oscilando dentro de su sexo.

Me muero de ganas de que se me entregue toda, sin medida y que diga mi nombre repetidamente estando en la cumbre de la pasión. La deseo con una intensidad desgarradora.

Desde que la toque y la hice mía pierdo fácilmente el control. Me cuesta mucho trabajo contener las ansias de explorar su cuerpo con el mío. Me urge perderme en ella. Mis manos tiemblan mientras la toco, mi piel se eriza, mi sangre se calienta y mi mente se nubla. Quiero poder mirarla a mis anchas para poder embriagarme los sentidos con su belleza y con su sensualidad.

Me he contenido para no expresarle con la mirada lo mucho que me gusta. Temo expresarle con la mirada cuanto la amo y cuanta falta me hace sentir cada centímetro de su piel contra mi piel.

Mi orgullo y mi ego sufrirán si se da cuenta de lo mucho que la necesito.

Se dará cuenta tarde o temprano, pero prefiero que lo descubra cuando este perdida de amor y de pasión por mi, al mismo nivel que yo estoy enloquecido por ella.