Capítulo 2

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En la actualidad.

El dolor en mi cabeza logra despertarme de aquel sueño indeseado, pero mis ojos aun no se abren. Soy consciente de mi cuerpo, la punzada de dolor de cada zona afectada y el ardiente rastro de las heridas abiertas que llenan mi piel. A estas alturas lo único que puedo llevar puesto son vestidos largos hasta el suelo y lo mas amplios posible para que no rozara ningún sitio afectado por las palizas de mi padre. Me había desmayado, al parecer, junto al sillón. El bastardo ni siquiera pudo levantarme y colocarme en la comodidad de los cojines. Pero después de todo, nunca lo hacía. Aquello no era raro. Luego de darme duro con sus puños, él se desentendía y volvía a la oscuridad de su habitación, dejándome por mi cuenta con mis heridas, sin importarle si mi hermanito se levantaba antes que yo volviera a la consciencia y me viera ensangrentada en medio de la sala de estar.

Devan sabe lo que sucede la mayoría de los días, me había encontrado en mi habitación cuidando de mis lastimaduras y cortes, pero jamás me vio realmente luego de una paliza. Vio solo lo que yo permitía que viera, y no una mujer destrozada, sangrando por todos lados, tirada en el suelo mientras intentaba respirar y enfocar su mirada. Solo veía a su hermana desinfectándose, con el cabello arreglado y sus heridas anteriores cubiertas con pomada. No puedo dejar que él me vea de otra manera, mi hermanito de ocho años podría no resistirlo. Apenas puedo lidiar con él y su complejo de héroe queriendo colocarse en mi lugar para no salir lastimada, no quiero realmente sumarle la furia de encontrarme así o quizá un acto impulsivo contra mi padre. Él no tendría problemas con pegarle a Devan, pero llegamos a un acuerdo silencioso en que nunca le podría una mano encima.

Pero hasta un tonto sabría que, si Devan hace algún movimiento estúpido contra mi padre, recibiría su merecido. Y los puños de mi padre no son ligeros. Habiendo tenido un entrenamiento como cualquier policía, sabia como moverse y como golpear a una persona.

Pero yo nunca dejaría que él pusiera sus manos en mi hermanito. Me mataría primero a mí, porque no dejaría que él arruinara a Devan como me arruino a mí. Devan podía ser feliz, o algo así, sin recibir la furia de mi padre. Y me da pena, porque el único afecto que él tuvo fue el mío. Mi madre murió cuando él tenía un año y nunca sabrá como era vivir con ella dándole luz y alegría a la familia. Devan conocía a un padre abusivo, golpeador, y a una hermana tímida y miedosa, tan cuidadosa con sus pasos que era alarmante y sorprendente a la vez. ¿Es eso lo que yo quiero para mi hermano? Por supuesto que no, pero aún no puedo hacer nada para sacarlo de aquí. Cada opción que se me viene a la cabeza es rápidamente descartada. Mi padre siendo policía no ayuda en nada, se enteraría de cada paso que yo daría fuera de casa, y luego me encontraría, me mataría y dejaría a Devan sufrir lo que yo sufrí.

Prefiero mil veces no arriesgarme y mantenerlo vivo, sin ser tocado. Una y otra vez elegiría eso, sin importarme cuan lastimada yo saliera. Su vida es mas valiosa que la mía, pero sin mi él no podría sobrevivir. No siendo tan joven.

Mi vecino, Jaxon (Mío #2) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora