Desvanecimiento

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Las festividades estaban llegando a Japón, lo cual a su vez traía consigo uno que otro día feriado,  por lo cual muchas de las chicas de la residencia aprovechaban de volver con sus familias para después reintegrarse nuevamente a sus habituales labores escolares. Si bien todo el ambiente se sentía un poco solitario, era algo que Claudine debía aprovechar a la perfección, solo practicar y practicar, más aún cuando Tendou Maya, una de las pocas que al igual que ella se había quedado en la residencia, había desaparecido desde la madrugada.

La última vez que la había visto fue en el desayuno, el cual compartido junto a ella y a Futaba.

Pero eso no importaba – Que haga lo que quiera, como si me importara... - dijo alegremente al aire mientras arreglaba su leotardo para ensayar en la pequeña sala de practica que tenían en la residencia.

Las horas pasaron y el sol poco a poco empezó a bajar, Claudine en ningún momento flaqueo, hasta que luego de realizar un giro sintió la puerta de la sala abrirse, sabiendo quien podría ser, se detuvo al instante para tomar una bocarada de aire y calmar las pulsaciones de su corazón debido al entrenamiento. Se arregló un poco el cabello y antes de girarse le hablo – Pensé que serias más aplicada, ya casi se acaba el día y no entrenaste nada. Quien lo hubiera pensado de— pero sus palabras se cortaron en el aire cuando una vez frente a ella vio a la baja pelirroja.

- No pensé que me estarías esperando para practicar, no es común de ti – Le respondió Futaba con un poco de risa.

Rápidamente Claudine se arrepintió de lo que había dicho – N-No, ¡No era eso lo que iba a decir! – intento excusarse con la más bajita, pero ella la conocía bien.

- ¡Ya veo! – Dijo con asombro cuando por fin lo había comprendido – Estabas esperando a Tend— Pero en el acto, la mano de la rubia le cubrió la boca - ¡N-No digas ese nombre, está prohibido aquí! – quería creer que la pelirroja la entendería, así que apartando su mano le hizo un gesto de "shhh" con sus dedos para después soltar un pesado suspiro.

- ¿Cuánto tiempo llevas entrenando, Kuroko? – Le pregunto a Claudine una vez que logro fijarse en la pequeña línea de sudor que recorría desde su frente a la mejilla – No me digas que desde el desayuno...

La rubia rápidamente aparto la vista, sabía que Futaba le llamaría la atención si le decía que sí, y es que ni ella misma había logrado percatarse de como las horas se fueron volando, probablemente su mismo cuerpo le ordeno hacer aquello hasta que su enemiga llegara, porque, sabía que Tendou Maya en algún momento tendría llegaría ahí, probablemente la vería e intentaría dar lo mejor de ella para que Claudine se sintiera inferior, porque eso es lo que hacen los enemigos. Provocarte malestares en el pecho y atormentarte con su presencia día y noche.

Por ello, la rubia entrenaría y entrenaría hasta que la "señorita perfecta" apareciera ante ella y recién entonces Claudine le demostraría que no es débil.

Pero eso nunca ocurrió, Tendou Maya no apareció.

- Quizás sea mejor que tomes un baño y después comas algo, Kuroko – le aconsejo Isurugi apartándose – yo trapeare un poco el lugar, solo ve – añadió moviendo ambas manos.

Claudine agarro una pequeña toalla blanca de mano que tenía descansando en el suelo y se despidió de la pelirroja desde la puerta – Te debo una, Futaba – y con una sonrisa partió rumbo a los baños de la residencia.

◇◇◇

El vapor del cuarto de baño cubrió todo el lugar, Claudine enjabono su cuerpo y tomo una ducha rápida para después ir directo a la gran bañera y sumergir su delicado cuerpo en las tibias aguas. Sabía que no debía quedarse mucho tiempo en aquel lugar, porque lo más probable era que el hambre y el cansancio prontamente le pasaran la cuenta, pero tenía que admitir que las cálidas aguas lograban relajar su cuerpo a tal punto de hacerla cerrar sus ojos por algunos minutos.

Just U [shoujo kageki revue starlight]Where stories live. Discover now