Just U [shoujo kageki revue starlight]

Tesoro

Los fines de semana en la residencia femenina eran de esos días donde la paz reinaba en los dormitorios. Entre las chicas –y para la buena convivencia- existía un calendario con los quehaceres, el cual debía cumplirse al pie de la letra, donde en grupos de tres se repartían las labores de la casa. A Claudine esta semana le tocaba el turno de noche, preparación de la cena junto a Mahuri y Junna, por ello, aprovechaba la mañana después del agradable desayuno para estudiar en su cuarto.

Con las cortinas abiertas, el sol filtrándose por su ventana y la puerta cerrada se encontraba la francesa, inmersa entre los libros de literatura japonesa en su escritorio, porque no solo debía ser la mejor en la danza, canto y teatro. Si quería optar al puesto número uno y derrocar a la pura sangre Tendou Maya, debía ser la mejor en todos los ámbitos posibles. Por ello correspondía conocer todo aquello sobre la cultura japonesa que no sabía a causa de su infancia en Francia.

- ¡Es hora de ponernos a estudiar! – se dijo para sí misma Claudine mientras estiraba sus manos al aire para darse ánimos.

Los minutos pasaron, escuchaba de vez en cuando a las chicas recorriendo por el gran pasillo, pero aun así se mantuvo enfocada solo en sus libros, hasta que dos toques en la puerta se hicieron presentes. Claudine sin quitar la vista de los libros de texto grito – ¡Adelante! - logrando que la persona al otro lado de la puerta ingresara y se acercara donde ella.

Un pequeño muffin con rebanadas de plátano fue dejado a un lado del escritorio, en la parte donde no habían cuadernos tirados.

- ¿Banana? Muchas gracias – Dijo la rubia mientras tomaba el dulce y le daba una probaba – Magnifico como siempre.

La sonrisa no se hizo esperar por parte de la más alta - ¿Cómo va el estudio, Kuro-chan? – pregunto Nana con curiosidad debido a la cantidad de material regado por el escritorio.

- Bien, solo estaba terminando unos resúmenes, probablemente pronto baje a ayudar en lo que haga falta.

- Banananice~ – Con entusiasmo respondió Nana mientras se disponía nuevamente a salir de la habitación – aunque no creo que sea necesario, pero pronto serviremos el almuerzo, no olvides bajar en un rato.

Ya con eso dicho, la puerta nuevamente se cerró.

Claudine con calma termino de servirse el rico muffin que la más alta de la residencia le había ido a dejar.

- Debería pedirle que me enseñe algunas recetas... – pensó Claudine mientras golpeaba el lápiz, con el cual había estado escribiendo, contra sus labios – pero supongo que será en algún otro momento, ahora debo seguir con est— sus palabras sin querer quedaron en la nada cuando sintió la voz de otra persona nuevamente viniendo de su puerta.

- ¿Saijou-san? ¿Tienes un momento? – Pregunto Junna mientras tocaba y entraba a la recamara de la francesa, Claudine desde su escritorio se volteo para prestarle atención a la representante de la clase.

- Oui – asintió, descartando que la chica de lentes la buscase para bajar a almorzar - ¿En qué puedo ayudarte, Junna?

- Pronto almorzaremos y no encuentro a Tendou-san – Dijo en tono frustrado, quizás después de rendirse de buscar a la castaña - ¿podrías intentar buscarla y decirle que pronto almorzaremos? Ya casi todas las chicas están en la mesa, con excepción de Karen y Hikari, que andan comprando unas frutas - continuo con un poco de timidez mientras se arreglaba sus lentes – Estoy ayudando a Nana a terminar unas cosas, por eso recurro a ti – termino de decirle, esperando que la extranjera le ayudara en aquella simple misión.

Claudine no pensó mucho antes de responderle con algo de asombro - Ah, sí. Déjalo en mis manos, la traeré enseguida.

- Muchísimas gracias – Alegremente le hablo Junna mientras volvía a dirigirse a la puerta – Cuento contigo – complemento mientras se despedía de la rubia y desaparecía por el pasillo.