Sin salida

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La respiración de Claudine se aceleró. Comúnmente esto no sucedería de la nada, pero la rubia si tenía motivos de sobra como para encontrarse en tal estado, más aún cuando se hallaba en el armario de una habitación que no era la suya, sino que en el de la gran Tendou Maya, quien al parecer había llegado mucho antes de lo que tenia presupuestado a la residencia femenina.

La francesa podía sentirla y verla a través de las pequeñas rejillas que este tenía para la luz.

Maya camino por su habitación y dejo su equipaje sobre su desocupada cama, con la vista recorrió los rincones como sabiendo que algo dentro del cuarto no calzaba del todo.

Su visión se diriguió con dirección al guardarropa, logrando que Claudine sintiera que sin querer sus miradas chocaron, la rubia sintió como su respiración era lo suficientemente fuerte como para delatarla por lo cual, como medida de desesperación, se cubrió la boca hasta que nuevamente la atención de la prodigio volvió a su maleta.

Mil y un formas de cómo salir de aquel lugar pasaron por su mente, pero todas terminaban casi con el mismo resultado.

Y ese era teniendo que ver el rostro de Maya de frente, aclarando él por qué estaba ella en aquel lugar. Probablemente Maya se reiría de ella, porque ya no estaba en edad como para hacer aquel tipo de cosas.

El cómo había terminado ahí se produjo hace solo algunos minutos, todas –con excepción de Junna, quien andaba comprando algunas frutas, y Nana, la cual se encontraba cocinando algunas cosas- regresarían hoy debido a las festividades de primavera. Claudine para su sorpresa había sido la primera en arribar a la residencia, dado que su vuelo de Francia a Japón se adelantó.

Cosa que comúnmente no acostumbra a pasar.

Al llegar lo primero que hizo fue recorrer la primera planta, buscando a alguna de las chicas para saludarla antes de ir a dejar sus cosas. Recorrió algunas de las habitaciones hasta que, en la cocina diviso a Nana, quien preparaba meriendas para recibir al resto de las habitantes de la casa.

Claudine recordaba que la había pasado a saludar, que ambas se habían quedado charlando unos minutos hasta que la curiosidad invadió a la extranjera.

- Banana, ¿sabes a qué hora comúnmente llega Tendou Maya?

- ¿Maya-chan? Mmm... – unos segundos pasaron antes de que Nana pudiera responderle con seguridad, probablemente después de sacar un promedio de las ocasiones anteriores – Tomando en cuenta la hora, ¿probablemente en una hora y media más? A las 18:00 ya debería andar por aquí.

Con eso en mente, Claudine paso a dejar primero las maletas a su cuarto, para después ir al otro extremo de los pasillos.

Porque tiempo era lo que más tendría en este momento.

Al abrir la puerta un característico aroma a vainilla la inundo, Claudine solo conocía aquel cuarto desde afuera ya que nunca había tenido algún motivo para realmente entrar. Su vista recorrió la instalación, pasando por la suave cama, acariciándola con ternura para después dirigirse al escritorio en donde pudo contemplar aquella fotografía enmarcada del Starlight 99, la obra en donde ambas habían sido protagonistas.

Una sonrisa se le escapo mientras acariciaba la foto donde aparecía la castaña.

- Realmente es un cuarto agradable... – pensó para sí misma la rubia mientras volvía a dejar el marco en su lugar.

Quizás haya sido debido a las horas de viaje o por culpa de aquel relajante olor en el cuarto, pero antes de que pudiera darse cuenta, Claudine se encontraba recostada sobre la suave cama.

Just U [shoujo kageki revue starlight]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora