42- El conejo.

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Rafael

Luego de que El Seis me dijera que le habían disparado a Valentina, quise ir al hospital, pero El Seis me dijo que por seguridad era mejor que no lo hiciéramos, así que de inmediato se me ocurrió la idea de buscar a mis hijos, porque de seguro estarían asustados. Así que El Quince buscó el número de habitación y fuimos a esta, cuando toqué la puerta me abrió una muchacha que no quería dejarme pasar, hasta que Benjamín corrió hacia mí y se lanzó a mis brazos.

-Papi -lo apreté fuerte.

-Mi niño hermoso -le di un beso en la mejilla-. ¿Cómo estás bebé?

-Mal.

-¿Por qué?

-Mami -hizo un puchero.

-Lamento no haberlo dejado entrar antes, lo que pasa es que pensé que el papá del niño era el mismo que el de las niñas.

-El papá del niño y de las niñas, soy yo, ellos son mis hijos y yo soy su único padre -ella asintió.

-Shi papi Ael, amo -Benja me dio un beso en la boca-. Peo mami, tande papi y umió.

-¿Tenía sangre y se durmió?

-Shi, papi.

-A la señora le dispararon y su esposo se fue con ella -rodeé los ojos.

-Su esposo, soy yo -abrió la boca para decir algo más, pero decidí ignorarla e ir a ver a mis niñas-. Hola preciosas.

-Apa. Apa.

-Ambu. Ambu -reí al ver lo emocionada que estaban ambas.

-Mi niñas bellas, hermosas, ¿están bien, mis amores? ¿extrañaron a papá?

-Apa.

-Mi pequeña Vales si extrañó a papá y mi pequeña Valery, ¿extrañó a papá? -abrió su boquita.

-A... Pi -dijo con dificultad-. Api.

-¿Papi? ¿Eso dijiste?

-Api -reí.

-Mi pequeña consentida ya dijo su primera palabra -saqué mi celular y puse la cámara, también debo grabarla-. Di papi mi amor, dilo.

-Api -sonrió mostrando sus encías.

-Que cosa más bella, mi tercer bebé que primero dice papi.

-Apa.

-Sí, mi amor, tú eres la excepción, tú dijiste papá, preciosa -besé la frente de Valery y luego de Valeska-. La primera palabra de los tres fue para llamarme a mí, los amo tanto -cómo seguía grabando, puse la cámara frontal y le di un beso a Benja, luego a Vales y de último a Val.

Me gusta guardar todos estos momentos, así un día podré mostrárselos.

-Señor, no podemos quedarnos mucho tiempo -asentí.

-Benjamín Jared, debes cuidar a tus hermanitas, ¿sí?

-Shi papi, tiempe tuido mi ebés -sonreí.

-¿Son tuyas?

-Shi, mi ebés.

-Me alegra escuchar eso -le di un beso-, siempre debes cuidarlas y cuando ellas estén más grandes te cuidarán a ti -asintió.

-Papi, ¿mi tonejo? -bufé.

-Cuando regreses a la casa te lo doy, ¿sí?

-Shi, popavo, tiedo mi tonejo.

-Está bien, te daré tu conejo -lo puse en el piso.

-Papi, tandame.

-Espérame, voy a cargar a tus hermanitas.

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