#2: Malos ratos.

100 9 3
                                    


—¿Y sabes qué pasó después?—Preguntó el rubio con exasperación y enojo. Sin recibir una respuesta continuó relatando—¡Me abofeteó! Es decir ¿qué demonios le pasa a ese imbécil?—Se quejó bajando algo de tono en la última palabra, a pesar de odiar a sus padres, tenía algo de miedo de que lo escucharan hablando mal de ellos. Otros problemas pasarían si eso llegase a pasar. 

—Woah, de verdad vives en un infierno Nii.—Comentó el rizado a través de la linea telefónica. 

El rubio bufó y no le prestó atención a lo que el rizado hablaba por un segundo. Pensaba en el misterioso chico Zayn Malik. No sabía por qué le prestaba mucha atención, pero estaba seguro de que no era de fiar. Parecía un chico que sólo se la pasaba fumando, drogándose y follando a su novia Perrie. 

—¡Niall! ¿¡Me estás prestando atención!?—El rizado comentó con su voz furiosa. Y, el rubio pensaba que hacía esas curiosas muecas que hacía el ojiverde cuando se molestaba.

—Eh, sí, claro. Es algo de Louis.—Contestó con desgano, y al parecer, él tenía razón. Pues su mejor amigo siempre hablaba de su enamoramiento con Louis, sólo que esta vez hablaba de que él le sonrió amplia mente.  

—Qué bien que me escuches Niall.—Comentó el rizado y añadió—Deberías conseguir a alguien como Louis, o bueno, en tu caso alguna chica. 

—Agh, no estoy para relaciones en este momento.—Respondió el rubio con fatiga. Él sabía que no estaba muy seguro sobre tener novias ni ahora ni nunca. Pensaba que eso era una perdida de tiempo, y para algo existía el sexo que era mucho mejor que permanecer amando a alguien por la eternidad.           

—¿Estás seguro de eso?—Insistió el ojiverde del otro lado de la linea. El menor sabía que no era así, y a pesar de que lo negaba habían muchas hermosas chicas que podrían estar con él. Y, de pronto, en su mente llegó la imagen de Perrie.

—Algo así.—Volvió a contestar, y desde la planta baja se escuchó la voz de su madre llamando para comer. Así que, decidió colgar al rizado.—Oye, tengo que irme, nos vemos mañana en el colegio. Adiós Hazz—No dejó a que el rizado contestase y colgó rápidamente el teléfono. Quizá habría una buena cena hoy, o...invitados. 

El rubio bajó con cuidado procurando no caer en las escaleras que habían sido lustradas esta tarde. Se colocó su capucha que colgaba de su holgado sweter y se lo colocó con cuidado. En la mesa no estaba nadie, excepto sus padres que lo miraban con una expresión extraña debido a mi perfil. 

—¿Por qué llevas eso?—Inquirió mi madre mientras me observaba de pies a cabeza.—Quítate eso, no capucha en la cena, ya hablamos sobre eso.—Añadió mientras que me observaba con algo de desgano, se acomodó un poco en su asiento y volvió a mirar su platillo.  

El menor esperaba por alguien esta vez, no sabía por qué esperaba que estuvieran los vecinos aquí. Pero sentía que la conversación de ayer fue pospuesta para hoy, así que se mantuvo callado toda la cena. De vez en cuando miraba a su padre, que al parecer olvidó el acontecimiento de ayer. Y volvió a su plato. Nadie dijo nada en toda la cena. 

***       

  —¡Zayn Javadd Malik, vuelve aquí!—Gritó la rubia desde la segunda planta de la enorme casa. 

El moreno no estaba dispuesto a escucharla, ya se había pasado lo suficiente como para volver a a mirarla de nuevo. Sin embargo, él sabía que era una pequeña pelea, y que probablemente mañana todo esté normal como siempre lo estaba. 

Volteó un momento al ver la habitación de la rubia entre la media noche y vio que ya estaba apagando las luces de su habitación. Sonrió por el acontecimiento, él sabía que era cuestión de tiempo para que ella se quedara dormida por el escándalo que acababa de ocasionar. Los vecinos estaban todos con las luces apagadas, excepto una casa y era la casa de los oxidados. Le llamaba así debido a el comportamiento de casa uno de los integrantes de esa familia. Un niño de mami, un padre con buen empleo y una madre con un carácter que daba mucho de qué hablar. Sin embargo, el apodado "niño de mami" le parecía interesadamente misterioso, su conducta lo hacía ver como la oveja negra de la familia. Y eso le recordaba mucho a sí mismo, debido a que siempre llevaba capuchas, que de hecho llevaba una negra ahora mismo. Siempre hacía como si nadie estuviera allí, y algunas veces trataba de hablar, pero simplemente no lo tomaban en cuenta para emplear una conversación con él. 

  —Agh.—Suspiré y tomé una caja de cigarrillos, unos fósforos y me adentré a un callejón abandonado. La luz del poste hacía que viera en dónde se encontraba, estaba recostado en la pared de una vieja casa abandonada y, lo que se hacía ver en el fondo del callejón era simplemente irreconocible.

Después de un par de intentos, logré prender la mecha de la punta del cigarro. Inhale profundamente y exhale dejando en el aire marca de humo grisáceo en la fría y oscura noche. El moreno amaba fumar, le encantaba como salia el aire que se encontraba dentro de sus pulmones de una manera tan fantástica y espectacular. Era como un acto, y él hacía las marionetas. 

De pronto, pasaron los minutos y perdió la cuenta de cuántos llevaba caminando de vuelta a su hogar. Cuando vio la silueta de su madre enojada por la hora en la que él llegaba soltó un suspiro y se adentró a su hogar, pero antes pisó lo que quedaba de su cigarro en el suelo. 

Cuando se adentró a su hogar y escuchó a su madre hablar gritar con su padre por ver el "mal hijo" que han engendrado, el moreno se fue a su habitación, y no lo hacía comúnmente. No quería hacerlo, pero comenzó a llorar...pensando si mañana podría ser un día mejor, pero sabía que los días en su mundo nunca lo eran. 

***

El timbré sonó para que los estudiantes salieran a comer, jugar o hablar entre ellos. Y el rubio y pálido chico llamado Niall salió de su aula con sus dos mejores amigos. Harry Styles y Liam Payne. Ambos estaban riendo a carcajadas y hasta soltaban unas risas sin aire, que hacían que el rubio soltara unas cuantas sonrisa al verlos. 

—Parecen novios...—Comentó el chico de ojos cielo y sus dos amigos lo miraron con disgusto. 

—¡Claro que no! ¡Yo tengo a Louis!—Comentó un enfadado Harry que reprochaba como un infante. Haciendo que se notaran sus extrañas muecas que al rubio ya comenzaba a extrañar. 

—Ustedes ni son novios.—Dijo Liam ahogando una risa que fue contagiada por Niall mientras que veían como el rizado se enojada haciendo pucheros.    

Los chicos se fueron de los pasillos de la secundaria directo a la cafetería escolar, sabían que algo andaba mal con Niall. Lo veían muy distraído y hasta algunas chicas guapas le sonreían y el rubio no las miraba como de costumbre. Sin embargo, nadie decía nada. Los tres chicos sabían que si alguien no estaba dispuesto a contar algo, no debían presionar a decir lo que sucede. Pero algo hizo que Liam y Harry se sorprendieran por la situación.  

Un chico más o menos de diecisiete años que cruzaba el último grado de secundaria pasó cerca del puesto de Niall, mientras que el moreno estaba acompañado por Louis Tomlinson. Se reían y contaban chistes mutuamente, se veían como buenos amigos. 

El rizado echó un suspiro al ver al Louis estando cerca de él, y simplemente estaba tan sonrojado que ni pudo decir ninguna palabra. 

En cambio, el rubio recibió una mirada de parte del moreno con un saludo pequeño con su palma derecha. Éste le correspondió la sonrisa un tanto chueca, pero le pareció extraño que lo saludara él. Niall sabía que no se conocían, solo se habían visto una vez, pero de alguna forma sentía que ya se conocían desde hace mucho tiempo. 

Después de que los chicos se alejaran de la mesa de los tres chicos Liam los miró extrañados por la actitud que tenían éstos dos. 

—¿Y ahora qué tienen ustedes dos?—Preguntó el castaño, y sin respuesta alguna comió un trozo de su lasaña y dejó que los chicos sólo dejaran de estar embobados por lo que acababa de pasar. 

—Nada...sólo...—Comentó el rubio—Quiero escribir una canción.—Soltó esas sencillas palabras mientras seguía mirando con delicadeza la silueta del moreno.


      

  

Cigarros agridulces- Ziall Horalik. [Pausada.]Where stories live. Discover now