Cigarros agridulces- Ziall Horalik. [Pausada.]

#5: Luces en el corazón.

La luz de la luna comenzaba a radiar en el ventanal del rubio, sin embargo. También estaba en la habitación la luz brillante de el bombillo central del cuarto. 

Los cinco chicos estaban en la gran cama del rubio, Liam en una esquina de la cama. Harry apoyado junto con Niall en la parte principal, y Louis y Zayn sentados en el suelo pegados a la cobertura de madera en las esquinas del gran lecho. Los chicos se divertían al compás del ritmo de la noche, éstos soltaban miles de risas y sonrisas que hacían que ése eclipsado no fuera tan oscuro por un momento. Todos estaban muy felices y contentos, podían pasar unas horas juntos y sin interrupciones. Pero, había alguien que de verdad no le parecía estar allí con esos chicos, Zayn. El castaño de ojos miel notó eso, y propuso un juego que de seguro animaría la noche para algunos, pero era el peor juego que él podría ofrecer. 

Liam sacó una botella debajo de la almohada que nadie sabía que estaba en ese lugar tan insospechado y con una sonrisa maliciosa la colocó en el suelo de la habitación, indicando que el juego que tenía él en mente era ese. Harry se molestó un poco por tal acción, y por el juego que estaban a pocos segundos de jugar. Pero, luego recordó que él podría besar a Louis, y eso para él si le agradaba. Y mucho. 

Cuando el rubio notó las intenciones del castaño, se alejó un poco del lugar y con una cabizbaja dijo un rotundo "no" que hizo de los chicos algo extraño. Sin embargo, Zayn sólo tuvo que sonreír ligeramente para que el rubio cambiara de idea con tan solo esa mirada que lo mantuvo confundido por un rato. Después de esas miradas extrañas de parte de Zayn y Niall y Harry y Louis, Liam se dignó a girar la botella justo enfrente de ellos. Éstos miraban como la botella daba giros rápidos por la alfombra de la habitación, y cada vez que estaba a escasos segundos de ser detenida por la fricción, los chicos daban un ligero suspiro por saber quién sería el que recibiera el beso en esa noche. Era algo estúpido, chicos, en su mayoría heterosexuales jugando a un juego de chicas que consistía en besar al que le tocase la parte de enfrente de aquella dichosa botella. Sin embargo, nadie estuvo en desacuerdo con aquellos pensamientos. Zayn estaba en un momento de hacer lo que fuera por diversión, si tenía que besar a alguien en ésta noche sería de lo mejor. Son chicos, y él siempre tuvo algo de curiosidad por saber cómo se sentía besar a alguien de su mismo sexo. 

La botella paró de girar. 

—¡¿Louis?!—Gritó un sorprendido Niall, la botella paró justo en frente de Louis y de él, algo que de algún modo disgustaba pues esos labios estaban más que relamidos por su mejor amigo de rizos chocolate.—De ningún modo voy a hacer eso.—Dijo el rubio reprochando y haciendo un puchero. Era cierto, si había alguien que besar, estaría muy encantado de que fuera con sus amigos más cercanos, como Liam o Harry. Así no sería muy incómodo. 

—Yo tampoco lo haré, tengo a Harry, y él es mí todo.—De inmediato se vio a un Louis coqueto guiñándole un ojo al rizado, y éste se encontraba ardiendo por las acciones que el ojiazul le daba.

—Yo lo haré por Louis.—Progresivamente la voz del moreno de ojos miel se apreció por los oídos de los chicos en la habitación. Algunos soltaron murmullos que varios escucharon cómo de "no es posible" que provenía obviamente por Liam. 

Las mejillas de el rubio se coloraron carmesí. ¿Cómo es posible que Zayn pudiera hacer eso? Él, el chico frío que no le importa nada excepto cogerse a Perrie. No tiene sentido, no lo tenía...

El rubio se cuestionaba en la cabeza por todas las acciones que el moreno daba. Éste se levantó del suelo en donde se encontraba y tomó los hombros de el rubio mirándolo fijamente. En ese momento, el rubio pudo oler un poco su aroma a cigarro y al mismo tiempo un perfume de hombre sobresalía sobre su chaqueta negra. Estaba atónito, no podía moverse, y sólo se dejaba guiar por los movimientos del mayor. Éste sin permiso alguno tomó su zona de conford, haciéndolo sentir pequeño por un momento.