el traje «ls»

Parte III

Parte III

Los funerales no estaban dentro de las cosas favoritas de Harry, ni de él, ni de nadie en general. El ambiente era tan desolador, incierto y con temor. Tener la óbita al lado significaba tener consciencia del tiempo que vivimos sobre la tierra; lo que hicimos y lo que no.

No era de extrañarse que los ojos verdes de Harry se perdieran en el rostro inundado de aflicción que Louis detentaba. El chico estaba sentado junto a Daniel quién cargaba a los gemelos, del otro lado, le seguía Troy y Lottie.

Tragó un poco, se sentía seco y el frío no hacía más que nublar más allá que sus pensamientos. Desde su lugar, apoyando con un abrazo a su madre, divisaba toda la triste escena. Phoebe y Daisy sentadas con Cloe en medio, acariciando sus dorados cabellos.

Claramente él no tendría la resistencia de los hermanos Tomlinson estaban teniendo. Es decir, el simplemente viviría desmayado ante una perdida tal. El reverendo dio un discurso dirigido a la importancia de valorar nuestra vida y a quienes nos rodean. Lo que no deja de ser curioso, quién muere termina siendo más amado.

Más amado en acción, recibe palabras, confesiones y valoración que en vida no presenció. Es el mundo al revés, es el mundo feliz, diría Huxley. Solo basta que una pequeña partícula revolucione el sistema, ese soma, ¿no?, que nos despierte de esa quietud, para lanzarnos a la sinceridad.

Sinceridad que un muerto ya no necesita.

Sinceridad que un vivo necesita.

"Harry..." El ojiverde miró hacia su derecha, Gemma estaba hablándole. "Voy a ir a London, ¿llevas a mamá luego?"

Harry asintió, "Sí, yo uhm, la llevo de regreso" Ella le sonrió, él le sonrió. "Uh, Gemm,"

"¿Sí?"

"Tú, uh, ¿Qué harás mañana?"

Ella pareció pensarlo un momento. "Oh, creo que saldré con Ash, no lo tengo claro aún, de lo contrario, algo con las chicas..."

"De acuerdo" El sonrió. "Hay que ver alguna película, ya sabes, de esas vintage que te gustan"

Gemma le miró durante unos segundos. Entendía que su hermano estuviese sentimental.

"Sí, cool" Ella aceptó.

"Vale, nos vemos"

"Nos vemos"

Gemma emprendió camino, iba de camino a despedirse de los Tomlinson cuando Harry le habló otra vez.

"Oye," espetó, él.

"Harry" Contestó ella.

"Luces bien en ese color de cabello"

La chica rodeó sus ojos y continuó su cometido. Sí Harry, gilipollas del cuerno, ella amaba a su hermano.

El ojiesmeralda pensó un poco sobre sus últimas palabras para con su hermana. Ella lucía bien, sinceramente. No solo él cambio con todo el tema de la fama, Gemma había cambiado, volviéndose una persona más segura de sí misma. Recordaba esos momentos como cuando llegaba de la escuela y su hermana estaba en frente del televisor viendo Friends comiendo gustosamente un plato repleto en palomitas de maíz.

Día viernes, ideal para salir a pasear en bicicleta con amigas, o ir al cine con algún novio.

Pero Gemma no tenía ninguna de aquellas dos cosas.