LEER, ESCRIBIR, AMAR |Jikook

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-¿Y a dónde fuiste? -preguntó el menor cuando entraban a la casa.

-¿Cuando?

-Mientras yo compraba las botas.

-Ah -sonrió- es una sorpresa, tendrás que esperar a la cena.

-¿Una sorpresa para mi? -El mayor asintió - Jimin.

-¿Si? -Preguntó mientras le entregaba las bolsas correspondientes a la nueva ropa de Jungkook.

-¿Por qué eres bueno conmigo? -Lo escuchó susurrar- me diste un hogar, comida, ropa y me enseñas. ¿Por qué?

-¿Por qué eres bueno conmigo Jungkook?  -Respondió con otra pregunta - limpias mi casa, lavas mi ropa, me cocinas y te preocupas por mi.

Las mejillas del menor parecían dos tomates- porque eres bueno conmigo y porque te quiero. -Susurró antes de salir a su habitación y dejando ahora al mayor sonrojado.

Aunque había estado triste y el hombre de la tienda lo había hecho sentir estúpido se había percatado de la forma en que el mayor se había referido a él. Lo había llamado "bebé" tres veces, incluso lo había hecho frente al desconocido.

Jungkook había visto suficientes películas desde que había llegado a la casa de Jimin para saber que estaba enamorado y había creído que el mayor jamás podría sentir lo mismo por él. Jimin escribía libros que Jungkook no podía leer, era inteligente, tenía mucho dinero y un gran corazón, merecía a alguien que compartiera dichas virtudes, pero no sabia si existía alguna persona que fuese tan buena como Jimin.

Se había convencido de que era imposible que el mayor lo quisiera de la misma manera, pero algo había cambiado esa tarde en el pueblo, le había dado esperanzas.