La luz entre la oscuridad

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Los sabios en alerta, vida por aquí vida por allá, hielo, madera... todo ocurría muy rápido pero los sabios no podían ver el futuro que se avecinaba, aunque les preocupase.

Pero sabéis, hay personas que mas allá de una muralla llena de estacas de hierro forjado a las que esto no les importa ni lo mas mínimo, aun así las noticias habían llegado . En Ond, donde solo abunda la maldad, las sombras sin cuerpo y la oscuridad, reina un mercenario, que era de todo menos noble, Krig Puño de Hierro, conocido así por su mano izquierda, un puño de hierro forjado en lugar de su mano natural, amputada por el último peculiar del norte.

Un mensajero encapuchado se dirige a las puertas del Templo de Skalle y los guardas de la puerta lo paran apuntándolo con estacas y el vigía pregunta:

- Vigía: ¿Quien entra en el Templo de Skalle hogar del gran Krig Puño de Hierro?

- Mensajero: Un pájaro negro de alas transparentes portando un mensaje importante. - seguía encapuchado y no se le veía la cara

- Vigía: Descubrios.

- Mensajero: No, decídselo a Krig, el os ordenara mi entrada. Si me descubro y veis mi rostro, tendré que mataros a los tres.

- Vigía: Aguardad.

Tras unos minutos se abren las gruesas puertas, rechinando de manera grave, lo justo para que aquel pájaro tan peculiar pudiese entrar en el templo. Escoltado por 7 guardias el mensajero es llevado hasta la sala del trono negro, donde le aguarda el gran mercenario.

- Krig: Dejadnos ¿Quien sois y por qué no os descubrís? - dijo entre toses aquel desgastado anciano-

- Mensajero: Un pájaro negro de alas transparentes portando un mensaje importante. Ni mi identidad ni mi rostro importan.

- Krig: ¿Y como me fío de lo que me diga el hombre sin rostro?

- Mensajero: Porque os interesa saber lo que tengo que deciros. Así que si dejáis los convencionalismos, os diré mi mensaje. Han nacido ya dos peculiares uno en el norte y otro en el este, de los nobles nombres de los templos regentes. Creo que ya imagináis lo que eso significa...

- Krig: - el anciano levantó de su asiento con su armadura y su puño de hierro dándose la vuelta - ¿Algo mas? - Segundos después sintió un aliento en su nuca y un puñal en su costado-

- Mensajero: - amenazando con el puñal le soltó un susurro- Preparaos, porque ya no estáis a salvo ni sois el joven que erais. Los peculiares de 4 en 4... - según termino la frase se desvaneció, y Krig asestó un puñetazo férreo al aire de su espalda-.

Mientras en las calles de Ond, minados en la pobreza había una familia de un solo hijo. El padre era herrero y la madre una ex-prostituta sacada de la esclavitud con los esfuerzos y el amor de su marido. El niño, fruto de su amor y de la pasión se llamaba Smide. Este niño con unos pocos días de nacido no era como los demás, tenia tres rombos rojos de nacimiento que tornaron en negras marcas de nacimiento para esos días.

Un día el padre tuvo que cuidar al niño, no se le ocurrió otra cosa que llevarlo a la herrería pues no podía permitirse no trabajar ni un día. Al entrar en la herrería, los metales colgados se movieron como si de viento se tratara, las herramientas vibraban y el hierro fundido burbujeaba intensamente. El padre desconcertado decidió ignorar todo eso y ponerse a trabajar; entonces Smide comenzó a llorar, para callar al niño, le dio una barrita de bronce, cuando esta tocó las manos del niño empezó a ponerse incandescente y las negras marcas del niño, brillaban de un rojo que ni el fuego mas potente alcanzaba a lograr.

La barrita se elevó y empezó a cambiar su forma, finamente dos brazaletes marcados con lineas rectilíneas en diversas direcciones aparecieron, pero estas eran de la talla de un joven, no para un bebé. El padre las cogió y las guardo en una caja de plomo bajo el suelo de su casa, donde almacenaba los martillos cuando volvieron a casa. Sabia lo que había nacido y sabia lo que significaba.

De repente, se armo un gran revuelo en la calle. - un grito de desesperación surgió entre la pobre muchedumbre-

- Mujer: - entre sollozos y amargura- Aaaaaaaaaah ¿Qué hacéis, que queréis de el?

- Guardia: Krig ha ordenado revisar a todos los niños de la ciudadela, ¡aparta ramera!

- Mujer: - Llora con angustia- ¡Noooooo, mi hijo, mi hiiiijo!

Habían matado aquel pobre niño inocente. El padre de Smide lo vió y rápido acudió de nuevo a la casa si saber que uno de los guardias se había percatado de sus prisas.

- Guardia: ¡Herrero alto ahí. Alto! Lo ignoró y siguió corriendo, cuando llegó a la casa ya su mujer estaba de vuelta y con gran nerviosismo se aproximo hacia ella.

- Padre: - Arrebatándole el niño de las manos - ¡Corre bloquea la puerta!

- Madre: - Con gesto desencajado y preocupado - ¡Qué pasa chispa de mi vida!

- Padre: - Mientras oculta al niño en el armario de los martillos - Brasa de mi corazón, si salimos vivos de esta te lo diré, pero ahora el niño no existe.

- Comandante de la guardia mercenaria: Derribad la puerta.Al entrar encontraron a la pareja a solas sentados en un banco, la madre de Smide estaba atemorizada.

- Comandante: ¿Por que corrías herrero?

- Padre: Ver morir a un niño de manos de un hombre no es algo que todos aguantan.

- Comandante: Así que eres un blando y encima mentiroso los vecinos dicen que hace unos días un niño nació en esta casa.

- Padre: - con tono irónico - Deberías volver a preguntar lo mismo te mienten por envidia a tu belleza.

- Comandante: ¡Insolencias a mi, matadlo! y a la esposa devolvedla al burdel de donde salió.

- Padre: - antes de morir- Vuestro poder esta en el limite de su vida.

- Madre: -Tras ser obligada a ver como degollaban a su marido, mientras la raptaban- ¡Noooooo! ¡dejadme, dejadme!

La sacaron a rastras de la casa. Cuando todo se calmo siguió la vida normal en las bajas calles de Ond pero el llanto de Smide fue oído por el mensajero cuando salia de Ond. Regresó y lo vio en aquel armarito, y dijo:

- Mensajero: Tu, calla pequeño, no mereces estar solo, seras el futuro de esta ciudadela.

Dio media vuelta hacia donde estaban los guardias captores y llamo su atención, curiosamente eran los mismos que custodiaban las puertas del templo.

- Mensajero: ¡Eh vosotros panda de feos, escoria humana!

- Comandante: Vaya vaya otro insolente hoy estoy de suerte. ¡A por el, matadlo!

Eran cuatro contra uno, se aproximaron los tres guardias con sus afiladas hachas de hierro gritando embravecidos, pero en unos segundos esos gritos de guerra tornaron en un silencio sepulcral, pues con suma rapidez aquel pájaro misterioso los decapito con una maestría tal que nadie supo como lo había hecho.

Mientras sus cabezas aun rodaban calle abajo, el comandante saco su espada de acero reluciente y se posicionó en batalla, arremetió contra el mensajero, pero este se desvaneció en su cara y paso a su espalda para clavarle un puñal dorado de unos 40 cm que atravesó su corazón.

- Mensajero: Aquellos que matan siempre tienen que morir - le dijo al comandante, que estaba a punto de morir. Luego se dirige a la madre de Smide-

- Madre: Por favor si vais a matarme hacedlo, ya no me queda nada.

- Mensajero: Aún os queda vuestro hijo, id y recuperadlo. Luego buscad bajo el mismo suelo, hallareis algo que debéis guardar hasta su mayoría de edad en una caja de plomo. Vuestro hijo es el futuro de esta ciudadela pero ahora cargad todo lo que podáis e iros de aquí. Nos vemos donde el bosque toca el rio.

Así lo hizo, fue a casa y vio que el niño seguía en el armarito, lo cogió y lo puso en la cama, luego levantó la trampilla, vio la caja y la abrió cerca del niño, los brazaletes brillaban como si respirasen cuanto más los acercaba a Smide, entonces lo comprendió. Aun así no había tiempo, sabia que los guardias iban a volver, así que partió hacia donde le dijo el mensajero.

HISTORIAS DE NAGARWhere stories live. Discover now