VIII

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—Esto es muy extraño ¿cómo se supone que le hare el nudo a tu corbata? —preguntó Jieun sosteniendo los dos lados de la corbata rojo vino que había elegido para Jungkook—. He visto a papá hacer el nudo frente al espejo, pero nunca preste atención. Espera. —Se dio la vuelta para caminar a una extraña repisa.

Jungkook no sabía dónde poner los ojos, la señora de la tienda no dejaba de verlo con rencor desde que había aparecido con Jieun.

—Aquí esta —anunció la chica trayendo con ella una corbata con el nudo pre elaborado.

Jungkook jadeo horrorizado, esas cosas eran sus enemigas.

—Ni de broma usare eso.

—Entonces tendrás que decirle a tu padre que le haga el nudo a la corbata el día del baile —dijo Jieun despreocupada, volvió a sentarse en la silla junto a las corbatas mientras Jungkook se molestaba consigo mismo por no saber ni siquiera donde debía abrochar unos botones que sobresalían de algún lado del chaleco.

—Todos los años Jimin me trae a esta tienda a comprar el traje, él hace todo el trabajo...—murmuró con el ceño fruncido, había estado llevando el ceño fruncido tanto tiempo que sentía que si se miraba al espejo tendría una llaga en el entrecejo.

—¿Por qué no lo llamaste a él esta vez también? —Dio un respingo, creía estar hablando con su subconsciente.

—Ira con ese Kim Taehyung.

—¿El de mi salón? Es un gran chico, siempre me ayuda en mis tareas de matemática —dijo emocionada—. Oh, lo siento ¿no te agrada?

—Me da igual, es un cero a la izquierda para mí.

—Tu expresión ha cambiado, solo eso... espera ¿me invitaste al baile a mí porque ese chico tuyo, Jimin te rechazo? —A Jieun se le cayó al suelo la mandíbula—. ¿Él te rechazó? —Su tono era más incrédulo que molesto.

—Claro que no, yo lo rechace a él, estoy aburrido de ir los mismo años con él, es tonto, quería ir contigo.

Jieun entrecerró los ojos desconfiada.

—El año pasado, cuando llegue al instituto escuche muchos rumores acerca de tu estando enamorado de mí. —Le quitó importancia con la mano, como si el corazón de Jungkook no se fuese al escusado con el comentario—. Así que por ello te daré el beneficio de la duda.

Jungkook suspiró.

—Pero esos rumores eran opacados con advertencias ¿sabes?

—¿Advertencias?

Jieun asintió.

—Todos en nuestro salón hablaban de una chica que fue asesinada.

Jungkook frunció el ceño.

—Asesinada por un rubio pegajoso. Cuentan las leyendas que recopile, que esta chica muerta tenía una enamoramiento con cierto castaño y planeaba darle una pócima de amor para que se volviese loco por ella, entonces paso algo.

—¿Así? —Ahora Jungkook entrecerraba los ojos.

—La decapitaron en la casita del té de un hotel caro al norte de Busan.

—Eso no tiene sentido. ¿Por qué me estás viendo de esa manera?

—¿De qué manera? Solo estoy contando la historia tal como le contaron a mí, dicen que ha pasado de generación en generación y que cada dos meses se cumple de nuevo la profecía, una chica diferente por una razón diferente con un mismo patrón de asesinato.

—Muy bien me estas asustando. Si es tu manera de decirme que no quieres ir al baile conmigo lo entenderé y no preguntare más. Ni siquiera volveré a mirarte.

—¿Quién dijo que hablo de ti? Puede ser cualquier chico rubio, de un metro setenta y cinco, labios gruesos, ojos que desaparecen cuando sonríen y el diente, no nos olvidemos del diente chueco.

—Sí, seguro es cualquier chico y seguro vive en Busan, entonces no tienes de que preocuparte porque estamos a ... kilómetros de Busan.

—La leyenda también dice que cerca del cadáver se encuentran recibos de un tren que viaja de Seúl a Busan —canturreó olfateando las corbatas.

—Es la manera más creativa con la que me han rechazado, lo entiendo.

—No te estoy rechazando, yo quiero ver si la leyenda es cierta, iré contigo al baile, pero quiero decirte que mantendré el número de la policía en marcación rápida.

Salieron de la tienda más tarde con un Jungkook descontento y con los ojos entrecerrados acompañando su ceño fruncido y una Jieun contenta con la perspectiva de ser víctima de un homicidio.

Jungkook la dejo en su casa y condujo lo más rápido que pudo a su casa rechinando las llantas en el asfalto.

Planeaba tener una larga conversación con Jimin.

Rechazó la cena de su madre y avanzó decidido a su habitación después de devolver las llaves del auto a su padre.

Y volvió a bajar las escaleras para darle la vuelta a esa puta parábola tonta inclinada al universo positivo, porque cuando estaba en el alfeizar de la puerta recordó que él no tenía la actitud suicida de Jimin para andar trepando y saltando de ventanas en medio de la noche.

Aporreo la puerta con tanta fuerza que la hubiese echado abajo si no le abrían.

—¿Jeon? —preguntó el chico que apareció—. ¿Él Jeon de la casa de la otra calle? —Suprimió una risa que amenazaba con desbordarse por las esquinas de su boca.

—¿Esta Jimin? —habló Jungkook.

—¿Vienes a buscar a Jimin? —Se cubrió la boca con la mano antes de gritar—: Jimin ese chico Jeon te está buscando.

—Ja, Ja, Ja, muy gracioso Jihyung, vete a la mierda. —Se escuchó otro grito desde lo que parecía ser la segunda planta.

—¿Eso le digo a él también? —preguntó "Jihyung" mirando con diversión a Jungkook que tenía puesto su conjunto de ojos entrecerrados y ceño fruncido.

—Que pueden irse juntos a la mierda por él mismo camino, idiota. —Y un portazo.

—¿Prefieres el autobús o el tren, Jeon?

Jungkook se dio la vuelta sintiéndose ofendido.




...



Soy una maldita irresponsable y me merezco la crucifixión, lo siento por tardarme milenios en actualizar ;--;

Los amo por esperar. 


ฅ^•ﻌ•^ฅ

KuridaoreTaro

SILKY • JIKOOKMINWhere stories live. Discover now