Unos cálidos labios se posaron en mi cuello, dejando pequeños besitos por todo este.
Me estremecí.
Ross rió y pude sentir sus dientes con su tibio aliento contra mi piel.
-Buenos días,nena.- saludó.
Traté de girarme para tenerlo frente a mí, pero el me abrazó por atrás, impidiendome moverme.
-Buenos días.- dije, y sonreí al sentir sus manos en mi abdomen y su aliento nuevamente en mi cuello.-¿Qué paso ayer?
Ross rió y me pegó más a él.
-Te quedaste inconciente despues de tu tercer orgasmo.
La parte baja de mi estómago se tensó, y un dolor, que no había notado, se hizo más fuerte.
-Me duele.- dije y volví a cerrar los ojos.
-Me encargué de follar duro a tu presiosa vagina, lo normal es que te duela un poco.
Sentí otra punzada en mi sexo, y solté un gemido luego que algunas de las cosas que hicimos ayer pasaran por mi mente.
Volví a sentir sus labios en mi cuello, dando pequeños toquesitos con su tibia lengua.
-¿Excitada?- me susurró.
Me mordí el labio mientras sus manos bajaron hasta mi monte de venus, e instintivamente cerré las piernas, apesar de que quería que siguiera bajando.
-Déjame saber donde te lastimé.- me dijo muy cerca del oido y luego mordió el lóbulo de mi oreja.
Muchas sensaciones corrieron por todo mi cuerpo.
Abrí las piernas y dejé escapar un gemido.
Sus manos descendieron rápido hasta llegar a la hendidura, y pasó sus dedos sobre esta, haciendo que me moje de inmediato.
-Estás mojada.
Dispuesta a no seguir siendo el "jugete" me volteé.
Nuestros cuerpos se unieron y mis manos fueron por su espalda. Me abrió las piernas y las colocó alrededor de sus caderas.
-No sabes cuanto amo que me dijeras que querías que venga al resto del tour contigo.- me dijo mirandome a los ojos.
Examiné su rostro detalladamente, deteniendome en sus labios, pero me obligué a misma parar.
Y su mirada estaba completamente centrada en mí, me miraba como si fuera todo lo que él necesitaba y con amor. Con mucho amor.
Acerqué su boca a la mía y le dí un pequeño beso en la comisura de la boca.
-Tenía la intención de hacerlo desde antes, pero...
Me detuve temiendo haber hablado de más.
No habíamos vuelto a tocar el tema de nuestra ruptura desde aquella vez en el hotel, y no sabía de debiamos hacer como si nada hubiera pasado, o hablar de eso una vez más.
Ross frunció los labios y formó una línea recta con ellos, traté de mirar a otro lado, pero era demasido tarde.
Una vez más: lo había arruinado.
Fueron segundos en los que sentí la tensión, o por lo menos sentí la mía, no sabía si Ross tambien podía la sentía, o si sentía su propia tensión.
Su risa me desconcertó por completo.
Lanzó la cabeza hacia atras riendo, como un pequeño niño. ¿Qué era tan divertido? ¿Yo? Yo no soy divertida.
-¿Qué ocurre?- dije sintiendome extrañamente tímida.
Continuó riendo hasta que vio mi expresión de confución.
-Te vez linda cuando estás incómoda.- pasó su mano por mi mejilla y la sobó. Sus dedos eran suaves y delicados, los mismos que me hacían gritar cuando estaban dentro de mí.- Para.
Lo miré.
-Para, porfavor.- suplicó de nuevo y está vez parecía triste, serio, herido.- Se en que estás pensando. Y se que lo que hize estuvo mal y que nunca me perdonaras ni olvidarás, pero...
Su voz se cortó y depronto bajó la cabeza.
-Ross.- me levanté y me acerqué a él. Tomé su rostro en mis manos y lo obligué a mirarme.- Olvidémoslo.
Eso me dijo él esa día. Lo alejé de mi mente como pude.
Negó con la cabeza.
-Ambos sabemos que no será así.- respondió.- Podemos decir que no nos importa, pero sabemos que mentiriamos.
Lo miré frustrada.
Ross no iba a perdonarce nunca, yo ya lo había hecho, pero él no lo entendía.
Justo cuando iba a volver a abrir la boca se la cerré con un beso.
Posesivo.
Ardiente.
Apasionado.
Tres palabras para describir como lo estaba besando.
Subí sobre él, tratando de separar nuestros labios, e inesperadamente Ross me ayudo a colocarme sobre él.
-Te amo.- le dije. Me aseguré de mirarlo a los ojos.
Cerró los ojos con fuerza como si le doliera.
-Deja en drama, Lynch.- le solté trantando de sonar divertida.
Mis palabras tuvieron un efecto inmediato en él, pero no por mucho tiempo.
Besé su cuello mientras le decía lo mucho que lo amaba y cuanto lo necesitaba junto amí.
Se dejó besar y hasta inclinó su cuello para que tengo mejor acceso a este.
-¿Donde quieres que te bese?- le pregunté en susurro.
Con sus largos dedos señaló varias áreas de su cuello y me encargué de besar cada una de ellas.
Grunó cuando intencionalmente le dí un pequeño mordisco. Y se tensó cuando fui bajando.
Llegué a su pecho y besé alrededor de sus pezones, ignorando las manos de Ross que me jalaba hacia arriba.
Gimió cuando mordí la punta y se arqueó cuando llegué a su ombligo.
-Si quieres que me detenga dímelo.- le dije.
Sus ojos estaban oscuros, producto de la excitación, y su miembro... Su miembro estaba erecto, y me rozaba los pechos.
-No...quiero.- dijo, le costaba articular.
Bajé más y le dí un pequeño besito en la punta de su pene.
Se arqueó mientras soltaba un gemido y abrió las piernas.
Sonreí.
-No me trates de distraer con sexo,_____.- dijo.- Eso es jugar sucio.
-¿Quieres que discutamos sobre quien es el que juego sucio en esta relación?- le dije poniendo los ojos en blanco.
Se inclinó y se apoyo en los codos para poder verme mejor. Me observó por algunos segundos, en los que su erección no hizo nada más que solo crecer entre nosotros. Y finalmente se rindió, lanzó la cabeza hacia atrás y levantó las caderas.
-Hazme gritar.
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BLUE (Ross Lynch) (Hot)
FanfictionY de pronto todo dejo de ser feliz. Todo se volvio triste, frio... Todo se volvio azul.