Parte 6

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La mañana siguiente sería dura. Me tocaba trabajar con los constructores. Y Gally, era uno de ellos. Y no solo eso, él era el líder. Me vestí, salí de la enfermería y me dirigí hacia las mesas para desayunar. Muchos chicos se acercaron a darme la enhorabuena por la victoria de anoche. Una vez terminamos el desayuno, me dirigí hacia donde estaba Gally. Sabia que estaría molesto, pero esperaba que fuera amable conmigo, solo fue un estúpido juego. Pero me equivoqué.

"Verducha, ayer me dejé ganar para que no quedaras en ridículo, deberías darme las gracias" 

No pensaba hacerlo, ambos sabíamos perfectamente que no fue así. Él solo estaba intentando recuperar su dignidad delante de los demás clarianos. El día se me hizo eterno. Gally no era un tipo muy agradable. Además, él y los demás constructores no veían con buenos ojos que una chica hiciera esas tareas, según ellos debería estar ayudando a Fritanga en la cocina. Hicimos tareas de todo tipo, desde cortar leña, hasta reparar puertas y vayas del huerto. Hice todas esas tareas igual o mejor que ellos. Les demostré que se equivocaban, una vez más.

Por fin llegó la hora de la cena. Los constructores ya habían preparado otra ducha para mí, así que pude ducharme tranquilamente. El agua no salia caliente, pero se agradecía, era lo que necesitaba después de un largo día. Además, ya tenia preparada una hamaca. Se encontraba al lado de la de Chuck, y cerca también de la de Newt. Ambos se habían convertido en dos grandes apoyos para mí en tan poco tiempo. Recogí mi plato de la cena y me senté donde siempre, con Chuck, Alby, Newt, Wiston, Ben, Jeff y Minho. 

"Que tal el día con Gally?" me preguntó Alby.

"Bien, aunque ha sido agotador aguantar los comentarios de Gally..." respondí.

"Gally es un cara fuco, no le hagas ni caso" me dijo Ben. 

Al parecer no les caía bien a casi nadie de los presentes. Gally no respetaba a nadie del Claro, trataba a los demás con desprecio y como si fueran sus esclavos. Exceptuando a Alby y extrañamente a Minho. Al parecer habían tenido alguna que otra discusión en el pasado. Y no me extrañaba, Minho era un chico serio y no se dejaba pisar por nadie, todos los respetaban y el se hacia respetar. Estoy segura de que si Alby no estuviera al mando, Minho sería el nuevo líder.

Mientras terminábamos de cenar estuvimos hablando de como nos había ido el día a cada uno y otros mil temas más, además de mil risas. Poco a poco me iba acostumbrando a esta "nueva" vida. En estos pocos días, estos chicos se habían convertido en lo más parecido a una familia para mí. Si tenia que pasar el resto de mi vida entre estas cuatro paredes, me alegraba de poder contar con todos ellos. 

Nos fuimos a la cama. En ese momento echaba de menos la privacidad de la enfermería.

"Buenas noches _____" "Buenas noches Chuck" respondí.

Me dormí enseguida pues estaba agotada del día de hoy. Pero pronto me desperté. Era imposible dormir con los ronquidos de los demás chicos. Además había que sumarle el sonido del laberinto y los gritos de los laceradores. Me pasé la gran mayoría de la noche en vela, dando vueltas sobre mi hamaca. 

Por fin amaneció. Hoy ayudaba a Fritanga en la cocina, por lo que tenia que madrugar un poco más para preparar los desayunos. No tenia problema, ya estaba despierta, así que me dirigí hacia la cocina. Cuando entré allí estaba Fritanga cortando unas piezas de fruta. 

"Buenos días Fritanga" 

"Buenos días _____, lista para empezar el día con alegría?" Me reí. 

"No se si va a ser posible, no he podido pegar ojo en toda la noche... En que puedo ayudarte?"

 "Bien, ayúdame a cortar estas manzanas" 

Preparamos fruta, zumo y unas tostadas de pan que sobró la noche anterior. Lo servimos en bandejas y pronto empezaron a llegar los demás chicos a hacer cola para recoger sus desayunos. Los primeros en llegar fueron los corredores, eran seis, entre ellos Minho y Ben. 

"Buenos días, princesa, veo que hoy estas al otro lado de la cola, ayudando a Fritanga?" me preguntó Ben. "Así es" Ben me parecía muy simpático. Minho era más distante conmigo, únicamente me daba los buenos días y intercambiaba pocas palabras más. Parecía muy centrado en su trabajo, en encontrar una salida. Terminamos de servir el desayuno, recogimos la cocina y Fritanga me dio el resto de la mañana libre, hasta las 12 del medio día, donde empezaríamos a preparar la comida. 

El resto del día fue estupendamente, trabajar con Fritanga era muy divertido, además de muy agradable. Terminamos de servir y recoger la cena y me fui a darme una ducha. El día no fue muy agotador, todavía tenia energía de sobra, necesitaba dar un paseo antes de irme a dormir. 

Esta noche estaba totalmente despejada, se veían perfectamente las estrellas. De repente, escuché unos pasos aproximándose hacia mi. Me giré y visualicé entre la oscuridad que era Minho. 

"Hey, hola! Que haces aquí fuera?"

"Necesitaba estirar las piernas y despejarme antes de irme a dormir. Digamos que trabajar en la cocina no es muy agotador... Y tú? Que tal hoy en el laberinto?"

"Como siempre, no hemos encontrado nada nuevo..."

"Vaya, eso debe de ser muy desesperante..." respondí.

"Sí, lo es, pero al final te acostumbras a esa sensación" Por un momento se creó un silencio incómodo. 

"Ven, quiero enseñarte algo, sígueme" A pesar de la oscuridad pude ver su sonrisa. Donde me estaba llevando? Llegamos hasta la torre y empezó a escalar por la pequeña escalera que había en el tronco. Le seguí. Cuando llegamos arriba se veía todo el claro. Estábamos realmente altos. Y encima nuestra podía apreciarse mucho más el cielo estrellado. Era increíble. Allí arriba lejos de las antorchas del claro, se veían las estrellas mucho más. Nos sentamos en el borde y nos pusimos a mirar las estrellas.

"Woow, desde aquí arriba se ven mucho mejor" dije.

"Suelo subir aquí arriba cuando necesito distanciarme del Claro, aquí arriba parece que estés un poco más cerca de la salida y un poco más lejos de todos los problemas que hay allí abajo..."

Estuvimos allí arriba bastante tiempo. La mayoría en silencio contemplando el cielo, y otras hablando del Claro y de como nos sentíamos allí. Minho se sinceró conmigo. Hasta ese momento no había tenido oportunidad de hablar con él. Conectamos muy bien. Descubrí esa noche que él no era tan duro y distante como aparentaba. Además su tono sarcástico me hacia reír. Sabia que seriamos muy buenos amigos. 

"Solo quería que supieras que puedes contar conmigo para lo que necesites... "Me decía mientras pasaba su mano izquierda por su pelo por detrás de su cabeza"Si algún pingajo de estos te molesta solo tienes que decirm..." Le corté.

"Lo sé, no hace falta que me lo digas..." Me sonrió. Y yo le devolví la sonrisa.

"Bueno, se ha echo tarde, debería irme a descansar, mañana tengo que salir ahí nada más se abran esas puertas" dijo señalando al laberinto.

Me fui a mi hamaca, y me dormí enseguida. En el fondo estaba cansada y además no había descansado nada la noche anterior.


El Corredor Del Laberinto - Minho & ReaderWhere stories live. Discover now