Parte 10

2.1K 110 44
                                    

Me levanté realmente temprano. Me dirigí hacia la cocina donde me encontré con Alby, que me dijo que hoy ayudaría a Jeff y Clint en la enfermería. Hoy por fin sería un día más tranquilo y así podría descansar para estar al cien por cien en el entrenamiento con Minho. En el fondo me asustaba la idea de no estar a la altura, al fin y al cabo el era el líder de los corredores. 

Pasé la mañana ordenando vendas y algunos medicamentos. Llegó el medio día y como no había nada más que hacer, me dejaron el resto del día libre. 

Durante la comida, un chico llamado Scott, se acercó y me incomodó bastante. No paró de intentar ligar conmigo. Me mostré tajante y no le dí pie a que continuara, aunque no paró. Gracias a que Newt y Alby estaban cerca, el chico se dió por vencido y paró. 

No era la primera vez que ocurría en esta semana. La gran mayoría de los chicos me respetaban y no intentaban nada conmigo, pero muchos otros no. Intentaban acercarse a mi con excusas baratas. Yo me mostraba seria y dura con ellos. No quería que ninguno pensara en mi de esa forma. Quería que me respetaran y no me vieran como a una chica, si no como a una hermana. Este no era el lugar para pensar en esas cosas, solo debería importar el laberinto.

Llegó la tarde y como no tenía ninguna tarea mas que hacer, pensé en acercarme a la puerta del laberinto a echar un vistazo, obviamente sin entrar. No quería saltarme la regla más importante y estropear la oportunidad que me había dado Minho.

Me senté en la hierba y al rato escuché a Chuck llamándome por detrás.

"_____!!!! Que haces aquí?"

"Solo quería verlo mas de cerca y detenidamente, además estoy esperando a Minho" contesté.

"No entiendo por que demonios quieres entrar ahí... es aterrador!"

"Sí, lo es, no me había parado a mirarlo, pero quiero encontrar una salida, no quiero quedarme aquí encerrada con todos esos... "

"Pingajos" terminó la frase él. "Ya he visto lo que pasado antes en la comida... Alby no permitirá que te hagan daño... y yo tampoco"

"Gracias Chuck"  "Que se siente al ser la única chica aquí?" me preguntó.

"Es raro y a la vez da miedo... Es como estar alerta constantemente, me gustaría no ser la única" respondí.

Estuvimos un rato en silencio observando el largo y enorme pasillo del laberinto que teníamos ante nosotros. Allí sentados ante las puertas parecíamos dos hormigas. De pronto Chuck rompió el silencio.

"Sabes, algunos chicos han hecho una apuesta..."

"Que tipo de apuesta?"

"Han apostado sobre cuanto tiempo duraras como corredora"

"Sorprendeme, cuanto tiempo creen que duraré?"

"Hay de todo, Gally cree que no pasarás del primer día, otros creen que Minho no te dejara salir nunca..." continuó diciendo, hasta que le corté y le pregunté.

"Y tú, cuanto crees que duraré?"

"Yo creo, que lo harás muy bien, mejor que todos estos pingajos, les patearas el culo y encontrarás una salida!!"

"Jajajajja, gracias Chuck, tienes demasiadas esperanzas puestas en mí, pero yo intentaré dar el máximo"

Chuck era adorable, a pesar de su corta edad, no más de 12 años, parecía tener la cabeza mucho mejor amueblada que muchos otros chicos del claro. Además él me veia como a una hermana, gracias a que todavía no había entrado en la adolescencia y eso era de agradecer. Siempre me daba ánimos, y hoy los necesitaba. 

El Corredor Del Laberinto - Minho & ReaderOù les histoires vivent. Découvrez maintenant