17. Ser o no ser.

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Hoy era el día del viaje para descubrir a Rayita. Por alguna razón tenía el presentimiento de que las cosas no terminarían bien, bueno para mí nunca termina bien, pero esta vez si lo sentía en los huesos. Todos, absolutamente todos los seres humanos imaginan, presienten y concluyen pensamientos sin contar con todos los elementos de juicio necesarios para llegar a dicha conclusión. En términos generales, en este campo la psicología considera a los presentimientos como una sensación de aprehensión emocional o afectiva de un acontecimiento futuro. ¿Qué? Les dije que sería una excelente psicóloga.

Mama me conto que su "Tic" de ella en esas ocasiones es su mano que empieza a temblar y no quiere moverse.  Me dijo: Tal vez ese también sea tu "tic", cariño. Tu mano te lo dirá.

Sí, claro. Cuando yo este caminando por el lugar equivocado, mi mano me empezará a dar cachetadas para darme la "señal" hasta que yo le obedezca. Como toda la Amber sumisa que soy, nótese el sarcasmo.

Termine de guardar todas mis maletas en el maletero del auto de Joseph, que técnicamente era de su millonario padre. No entendía el por qué del trabajo de Joseph ¡y como mesero!. Su familia poseía el porcentaje más alto de dinero en toda la ciudad, tenían mansiones esparcidas por diferentes lugares del mundo. Pero a pesar de todo esto, Joseph, el risueño chico francés que está enamorado de mí desde séptimo grado, nunca dejo que todo aquello lo prohíba ser tan humilde y sencillo como es. Entonces esa era la respuesta a la maldita ecuación que se creó en mi mente: Joseph quería luchar por sus propios méritos. "¡A la mierda el dinero!" Frase dicha por él, odiada por Blake.

-¡Blake, termina de despedirte de tus mascotas y sube de una jodida vez al auto!-Mi grito de endemoniada pareció asustar a Joseph quien aún no termino de revisar el auto y se golpeó con el capo.

-Amor...-Gruño entre dientes refregándose la zona adolorida.

Lo ignore observando a mi hermano saliendo por la puerta de mi casa con un gran sombrero negro con una pequeña patita saliendo descubierta por su frente, y su campera con un bulto adentro, dos orejas y una patita sobresalientes. (IMAGEN 1 PUEDEN VERLA AL COMIENZO DEL CAP O SI ESTAN EN COMPUTADORA EN MUTILMEDIA A LA IZQUIERDA AH.)

Estrelle la palma de mi mano contra mi cara-Dime que es una broma.

-¿Qué cosa?-Miró a todos lados fingiendo inocencia. -No sé de qué me estás hablando, Enana.

Joseph volvió a golpearse con el capo cuando un "Oing" se escuchó de la panza de Blake. Dio un pequeño saltito sobresaltada. ¿Fue como un llamado a tu especie? Pregunto mi conciencia que solo aparecía para burlarse de mí.  

El cerdo Amber callo de cuatro patas del estúpido escondite que le creo su amo. Corrió asustado por el golpe, mi corazón dejo de latir con la imagen del auto que venía a toda velocidad junto con mi animal siendo atropellado. Pero volvió a latir al ver a Connor rescatándolo. ¡Mi héroe rescatador de cerdos!. Trote hacia él como toda una bella damisela, tropecé con una roca, golpee mi mentón con la acera-a unos pocos centímetros del pasto, vaya suerte que tengo-, Blake reprimió una risa y volví a levantarme cogiendo como la cucaracha sin la patita de atrás.

-¡Oh, Connor! ¡Salvaste a mi tocaya!-Lo rodee con mis brazos su cintura, la mascota volvió a los brazos del amo de mierda que tenía.

-¿A tu qué?

-Larga historia...

Una mano me alejo de mi amigo. Le sonreí a Joseph lista para entrar al coche. Solo faltaban Antonella, Sara y Maximiliano que al final se hizo muy buen amigo de los chicos después de perseguirme por mi falda subida mostrando al completo descubierto mi preciada tanga de Bob Esponjar, la más sexy que tenía. Aquel día tuve que subir lo más alto que pude mi orgullo sabiendo que Connor me vio el trasero y no intento escabullirse conmigo en el aula de computación para hacer cosas perversas que pasaban por mi mente. Oh, Christian...digo Connor dame látigo.

¡Quiero matar a Rayita!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora