CAPÍTULO 16:

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AVISO DE AUTORA: este es el capitulo 16, podeis ver los 15 primeros en el blog official: www.permitemesacarteunasonrisa.blogspot.com no salen en wattpad para que el blog siga teniendo un minimo de exito! Perdon las melestias... muchas gracias!!!

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-¿Pero qué haces aquí? –me pregunto mientras nos abrazábamos.

-¡Eso debería preguntártelo yo a ti! –le respondí todavía sorprendía.

-Sí, supongo que tienes razón. –me respondió.

-¿Y bien? –le pregunte.

         En ese momento se acercaron también mis amigas, y lo saludaron así que aprovecho y nos lo explico a todas juntas.

-La cosa es que…Mi familia se estaba mudando a aquí, y he tenido que cambiar de colegio. Escogí este porque es el que más cerca quedaba de mi casa, pero nunca imagine que os iba a encontrar aquí. Qué casualidad, parece mentira.

-Sí, la verdad parece mentira –dijo Katia mientras reía de la sorpresa como yo.

-Chicas, que os parece si al acabar las clases nos vamos juntos al Burger? –nos propuso Adam

-Siiiiiii –dijo Pixie toda emocionada.

-Vale me apunto –dijo Vanessa.

-Por mi genial –dije yo y todas estuvimos de acuerdo.

-Pues entonces, le envió un mensaje a Charlie, ya había quedado con él para ir y le digo que traiga el coche grande.

-¡Oh Charlie! Cierto él tiene coche... ¿Pero porque has dicho él grande? ¿Acaso tiene dos? –pregunte yo al recordar en la furgoneta negra que nos acercó a casa el viernes pasado.

-No, tiene tres –me dijo Adam sonriendo.

-Nos tomas el pelo –dijo Katia sin creerle.

-No, enserió preguntádselo luego si queréis. –le contestó.

-¡Y de dónde saca tanto dinero si se puede saber! –dije muy sorprendida.

-Bueno, Charlie es Charlie. –nos dijo desviando la mirada. –Oye chicas tengo que ir a hablar con el director sobre la matriculación, nos vemos a la salida. –dijo mientras se alejaba de nosotras.

-Adiós –dijimos todas a la vez.

-¡Madre mía, tres coches, si a mí no me llega ni para la gasolina de uno! –dijo Betty riendo.

-Ni te digo a mí –le respondí.

-Abra ganado la lotería o sus padres serán ricos. –dijo Pixie.

-Ablando de gente rica, todavía me ha quedado dinero de lo que gané – ¿os apetece ir este fin de semana al centro comercial otra vez?

-Es verdad, yo ni me acordaba –le dije.

-¿Vale y si luego vamos al cine? –pregunto Vanessa.

-¡SI! ¡Tipo día de chicas! –dijo Betty.

-¡Ei, y luego podríamos ir a comer a mi casa! -dijo Pixie invitándonos.

-¡Sí el otro día nos lo pasamos genial! –les dije

-Venga chicas que vamos a llegar tarde a clase.

-SÍ, será mejor que espabilemos.

-Entonces, nos separamos yo me fui con Kat a las taquillas y subimos al piso de arriba, y nos dirigimos a la clase de informática. Justo cuando nos sentamos sonó el timbre y entro la profesora por la puerta. Es una chica joven, muy simpática, podría decir es una de mis preferidas. Nos hicieron redactar varias cosas y nos pusieron deberes, nos dejaron tiempo para ir avanzando pero cuando Katia y yo estábamos por acabar, alguien goleo la puerta.

-¡Adelante! –dijo dulcemente la profesora.

-¿Buenos días, puede salir un minuto la señorita Miller? –dijo el director sonriéndole a la profesora que me miro y luego asintió.

         Trague saliva y luego me levante dirigiéndome fuera de la clase. Instantáneamente se me pasaron un millón y medio de tacos por la cabeza, ya sabía a qué venía todo esto, ha descubierto lo que le hemos hecho a Olivia.  Suspire, salí de la clase y cuando el director cerró la puerta a sus espaldas le pregunte educadamente:

-¿Puedo hacer algo por usted?  -le dije sonriendo pero muerta de miedo por dentro.

-Em si, veras te quería dar las gracias.

-¿Las gracias a mí? Perdón, pero creo que no le sigo –le respondí sorprendida.

-Sí sí, solo te quería felicitar por haber estado guiado estos días a Pixie.

-A vale, la verdad no ha sido tan complicado, mis amigas y yo nos hemos llevado muy bien con ella desde el principio. La verdad me alegra que este con nosotras, ella es una muy buena amiga.

-Entonces muy bien, solo era eso puedes continuar la clase. –me sonrió y se fue caminando por el pasillo. Casi me da algo al pensar que me iba a echar la bronca, menos mal, que solo me quería felicitar. No me imagino el castigo que nos pondría si supiera que hemos sido nosotras. Al entrar a clase le explique a Katia lo que me había dicho el director, ya que ella también estaba pensando que nos había pillado. Al rato cambiamos de clase, hasta que el timbre de la última hora sonó. Me reuní con las chicas, y nos dirigimos a la entrada a esperar a Adam. Al llegar él ya nos estaba esperando y Charlie estaba de pie a su lado.

Permíteme sacarte una sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora