Capítulo 26

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Llego la noche y los Cullen no habían regresado. Jasper había encendido la televisión. Estaban dando otro partido de beisbol. Me recordó a semanas atrás.

Alice se acercó con un sándwich.

-Supuse que tendrías hambre.- dijo con voz cantarina.

Agradecí el bocado. Aun así no bastó para saciar mi hambre.

La puerta se abrió del golpe. Renesmee se alteró despertándose por completo.

Una sensación de urgencia me recorrió. Renesmee quería saber que ocurría.

Jacob atravesó la puerta de la casa.

-¿Dónde han ido todos?- preguntó extrañado.

Se sentó a mi lado en el sillón. Me sorprendió la naturalidad con lo que lo hacía todo ahora. Antes apenas soportaba estar dentro de la casa.

-Han salido de caza, volverán en unas horas.- dije después le di un empujón.- ¡Me has tenido de niñera todo el día!

Jacob no se quejó por el golpe. Miraba a Renesmee con ojos embelesados. Rodé los ojos. Lo que había que aguantar.

-Cógela.- dije.

-¿En serio? ¿Pero cómo? ¿No le haré daño?- dijo preocupado.

Me sorprendió que fuera la misma persona que quería tirarla por la ventana un día atrás.

-O la coges o me duermo con ella encima, te juro que he estado muy al límite de dejarla caer las últimas horas.- dije.

Jacob me miro y luego a Renesmee, preocupado. Rodé los ojos de nuevo. Renesmee me tocó. Ella quería que Jacob la cogiera. Para mi alivio.

-Pon las manos como yo, ella luego se acomodará.- le dije.

Jacob me imitó. Se notaba que era un novato en eso. Tuve que corregirle varias veces antes de pasarle a Renesmee. Ella se estaba empezando a impacientar como yo.

Al fin Jacob pudo cogerla bien. En cuanto me liberé de Renesmee me estiré y bostecé.

Luego me tumbe en uno de los sillones que quedaban libres. Uno estaba junto a una chimenea ese sería perfecto. El sueño me estaba matando.

Justo antes de cerrar los ojos recordé algo.

-Jacob, no te asustes si Renesmee te toca.

-¿Qué?

Después cerré los ojos y tan pronto como lo hice me dormí. La habitación a mí alrededor se empezó a difuminar. Sus ruidos y olores fueron sustituidos por unos nuevos.

La aldea volvió a aparecer. Un escalofrío me recorrió. Esta vez era de noche. Cuatro chicos se alinearon con actitud defensiva en el centro de la plaza.

Algunos aldeanos estaban alrededor con lo que parecían antorchas. La mayoría se había encerrado en sus casas y observaban desde las ventanas. Entre ellos una niña.

Se había escondido de sus padres. Mirando entre las cortinas no iba a ser vista y necesitaba saber que pasaba con su hermano.

Nashua no la hubiera dejado sola en su noche de hermanos si no hubiera sido por una buena razón.

Los chicos en el centro estaban frente un gran grupo de hombres. No eran viejos pero daban la sensación de ser muy mayores. Sus caras mostraban expresiones duras y eran blancos como la nieve.

Uno de ellos. El primero. Era rubio, con ojos rojos. Su cabello blanco como la nieve era largo hasta los hombros, y muy cerca del color de su tono de piel. Lo que le daba una apariencia algo tenebrosa.

Una Nueva Vida ~Seth Clearwater~Where stories live. Discover now