b l a c k e y e s // lucius ✗ severus

c u a t r o

→ tiny boy;

Este era el comienzo de su sexto año. Lucius era de esos adolescentes que a sus dieciséis años lucían de veintitantos, con su cabello rubio pálido peinado hacia atrás, corto pero con ese aire aristocrático que poseía todo su cuerpo y postura recta.

Los genes Malfoy fueron amables con él, dándole esa altura intimidante y esa musculatura no común en magos tan acostumbrados al uso de la varita para todo. Era idéntico a su padre en todo aspecto físico, su madre Génesis estaba completamente ausente en él. Era un lástima que una mujer tan dulce como ella tuviera tan poco roce con su hijo único.

Abraxas, su estimado padre, había decidido sin consultarle a nadie un enlace de poder para Lucius. Un arreglo matrimonial con un mestizo; el joven creyó que su padre había finalmente perdido la cabeza.

— ¿Con un mestizo? — Le había preguntado aquella noche, el adulto asintió sin mirarlo. Lucius hizo una mueca de disgusto. — Padre, con todo respeto, ¿has enloquecido?

— Lucius, no seas infantil. Ese muchacho es un fértil hijo de la última Prince viva, su parte muggle es insignificante. Es una joya, entrará a Hogwarts este año y más te vale ser amable con él. Su madre era una vieja amiga mía, este matrimonio será beneficioso para ambos, no lo heches a perder por puros caprichos.— Lucius se mantuvo callado. — Si al final no te sientes atraído, de todas formas sólo debes traer un heredero; luego podrás irte con alguna amante si así lo deseas.

Lucius se resignó a no colocar más pero's y aceptar su destino. Tuvo que acabar su noviazgo de meses con Narcissa, quien con lágrimas en sus ojos fríos y las mejillas rojas le dijo adiós.

Lucius no podía decir que la amaba con sinceridad, pero sí la tenía en gran estima. Era una amiga muy útil y había creído que se casaría con ella, pero la aparición de esta supuesta joya lo había cambiado todo.

Lucius se había consolado diciendo que faltarían un par de años antes de tener que casarse con ese niño. En este momento ese tal Severus tendría apenas once y no creía que su madre lo vendiera a tan temprana edad.

Pero en el momento en el que las puertas del Gran Salón se abrieron y de ellas entraron los primer año su cerebro pareció detenerse. Uno de esos niños le llamó la atención de forma impresionante, no podía sacar sus ojos de ese pequeño ser de cabello negro y aura misteriosa. Parecía un chica pero su uniforme era masculino, así que supuso que era un niño.

Todas sus enseñanzas en etiqueta y discreción se fueron al diablo al colgarse mirándolo fijamente. El... chico pareció notar su mirada en él y volteó a verlo. A Lucius le estremeció ver sus enormes ojos negros tan muertos, se sintieron como pozos que daban al vacío más profundo. Como una noche sin estrellas que destacaba en esa piel blanca y labios rojos de corazón. Su cuerpo pequeño y delgado, que inspira la ternura interna de Lucius. Era de juguete comparado con el Malfoy joven, como de porcelana y esa mirada sin expresión lo inquietaba de una forma que no podía explicar.

Pasaron casi la mitad de alumnos y muchos quedaron en slytherin, pero Lucius nunca reparó en ellos.

— Severus Snape.— Llamó McGonagall y ese fantasmal ser se despegó de sus ojos. Lucius sintió un escalofrío recorrer su espalda y su corazón detenerse... sólo para comenzar a latir desenfrenado. ¿Podría ser... ? ¡Su prometido!

El tierno rostro del niño se vio oculto por el Sombrero, quién tardó un tiempo en decidir. Los labios rojos del pequeño parecieron separarse y susurrar algo, al segundo el Sombrero vociferó: — ¡Slytherin!

Severus se puso de pie con gracia y sus túnicas se agitaron en el aire cual pétalos al viento. Su rostro no había cambiado de expresión, pero sus mejillas habían tomado una coloración rosada para el deleite de Lucius.

Se sentó a su lado, y el rubio palmeó su espalda con orgullo. El chico tenía "serpiente" escrito en toda la cara, en ningún momento había dudado que lo tendría a su lado esos pocos años que le quedaban en Hogwarts.

Se presentó ante él, dando su nombre y estatus en el colegio. Severus, receloso, le repitió su nombre y su sangre; cosas que Lucius ya sabía pero aún así le agradó escuchar de la boca del contrario. El sangrepura no sabía si el niño estaba consciente de su matrimonio, por lo tanto se lo preguntaría más tarde.

Veerus, como había comenzado a llamarlo en su mente, apenas tocó su comida. No parecía muy cómodo rodeado de alimento tan abundante, así que se sirvió muy poco. Con razón está tan flaco, pensó.

Ya solucionaría tal problema, aunque sería un desafío considerando los arisco que se mostró Veerus. Lo principal era asegurarse de que el muchacho supiera que era suyo.

Abruptamente detuvo su línea de pensamientos, ¿ya lo consideraba suyo?

Lo vio levantarse y seguir al prefecto junto al resto de primer año; su andar era tan singular y a la vez tan bello, como si flotara sobre sus pies. Sí, se dijo, era suyo desde que su madre lo comprometió con él.

Su mirada se afiló, debía tener un seguimiento sobre él.

— Avery.

Un muchacho de su sexto volteó a verlo, con el ceño fruncido pero un brillo en sus ojos marrones. — Dile a tu hermano que vigile a Snape, que recolecte toda información que tenga de él pero que no le hable. ¿Entendido?

— Sí, Malfoy.

Y con eso, el de perfectamente peinado cabello negro partió detrás de su hermanito, el cual era idéntico a él.

ωιтн уσυ→

Buenas gentee, ¿en qué andan?

Hace tiempazo que no me metía en este fic, je. Ya introducimos a Papi Lucius, veamos qué tal le cae a Veerus.

Por cierto, el nombre Veerus es una variante de Severus, según Google xd

Bai bbs

(El modelo que usé para Lucius es Gehard Freidl)