c i n c o

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clever boy;

Lucius estaba sentado en ese sillón de cuero, que lo situaba justo al frente de la estufa. El fuego iluminaba su cara junto a las velas flotantes; era entrada la noche y estaba todo a oscuras. Esperaba él con calma la información pedida al más joven de los Avery, un niño slytherin que era compañero de su Veerus. Era igual a su hermano Nero, la misma personalidad plana sin sentimientos y rostro sin expresión. Los perfectos lacayos, no pedían razones y acataban toda orden dada. Estaba en su sangre, era su linaje. Su legado, por más de ser de una casa sangre pura ancestral, los Avery estaban hechos para seguir a los poderosos.

La entrada a la Sala Común fue abierta, y Lucius apretó su copa entre sus manos. No lo miró, pero allí sabía estaba Faustus Avery, el hermanito de Nero. El chico caminó hasta sentarse en el sillón del frente y dar un suspiro. Lucius lo miró de reojo, notando que tenía entre sus manos un pergamino, donde supuso había escrito sus observaciones sobre Veerus.

Lucius levantó la barbilla y Faustus clavó su vista en el suelo, intimidado. — ¿Le hablaste?

— No, señor. — Su voz era susurrante, y de no ser por el silencio que reinaba el lugar el rubio no lo hubiese escuchado. Observó el pergamino en las manos del niño y alzó una fina ceja. — Eh... escribí algunas cosas importantes sobre Snape aquí, uh... datos de él. — Le entregó el pergamino y Lucius le dio una ojeada. Lo dejó a un lado y miró al chico, quien clavó su vista en el fuego.

— ¿Qué viste?

Faustos abrió la boca, y tardó unos segundos en hablar. — Es... bonito. Pero sus ojos son raros, como vacíos. Es como si no estuviera allí de verdad. — Su mirada se perdió por varios segundos, y Lucius tuvo que regresarlo a la realidad, luego de un largo trago de vino.

— Interesante. ¿Cómo era en las clases? — Preguntó.

— Inteligente. — Hizo una pausa, buscando las palabras para expresarse. — Cuando los profesores hacen preguntas, él nunca levanta la mano. Pero estoy seguro que sabe las respuestas, se notaba cuando alguien contestaba y estaba mal... él negaba un poquito con la cabeza y regresaba a escribir en los libros.

— ¿En los libros?

Faustus frunció el ceño. — Sí, los estaba rayando. Escribía sobre ellos, como anotaciones.

— ¿Estás diciéndome que corrige los libros? — El asombro de Lucius se ocultó bajo su típica máscara indiferente.

— Eso creo, no se veían como garabatos o palabras al azar, estaba rayando el texto y escribiendo sobre él. Uh... en definitiva parecía bastante familiarizado con las pociones.

Lucius soltó un bufido burlón. Tendría que hablar con Slughorn y preguntarle cómo era su Veerus en las clases de forma más académica y no solo a ojo; sin embargo, sabía bien que la palabra de Avery era confiable.

Sonrió, de esa forma tan irónica, mientras miraba al chico. Faustus no sabía qué significaba, pero podía hacerse una idea de lo que vendría.

— Bien. — Lucius se tomó un momento para seguir hablando, lamiendo sus labios. — Puedes retirarte. Ven a mí ni bien tengas más noticias.

— Uh... entendido, sí. — Se puso de pie, tieso y nervioso, pero plano como siempre. — Tenga buenas noches.

— Ajá.

Faustus abrió los ojos como si fueran dos huevos crudos. Su boca parecía una "o" minúscula. Sorprendido, sin color en su rostro saludable. Toda la rojez que lo había acompañado en el interrogatorio se había marchado. Como una bala, se dio media vuelta y subió corriendo por las escaleras.

— ¿Mjm? — Expresó el rubio, plenamente extrañado. Volteó y miró sobre su hombro, encontrándose con cierto querubín enojado. Severus Snape. Jamás, en lo poco que lo conocía, lo había visto tan vivo y tan furioso.

— Así que eras tú. — Comenzó, bajito y veloz. — Eras tú quién mandó a ese inepto a vigilarme.

Lucius rió, con una diversión tan genuina que iluminó la habitación. Ese maravilloso hecho, poco le importó al pequeño de once años. — Sí, de hecho. Fui yo. Pero al parecer, mi espía no fue tan cauteloso como esperaba.

— No, no lo fue. Lo noté la primera vez que puso sus ojos insulsos en mí. — Dijo con frialdad, y con esa pizca de burla que acompañaba su forma de escupir las palabras. — ¿Qué quieres?

El mayor hizo un gesto, encogiendo sus hombros y frunciendo sus labios, como si no supiera de lo que estaba hablando. Sin embargo, conservaba ese humor que ya estaba enloqueciendo al niño. — ¿Yo? No quiero nada.

— Si no quisieras nada, no habrías mandado a ese inútil a acosarme. Escúpelo, ¿qué quieres? — Dio un paso adelante, con la cabeza en alto y su orgullo flotando en el aire.

Lucius levantó un ceja. Luego rió, encontrando toda esa situación tan divertida y risueña. Ver a su Veerus, tan lindo y pequeño, con esas ropas grandes y el cabello brillando a la luz del fuego. Siendo ese niño tan inconsciente del mundo, tan inocente e incómodo, calentaba su corazón de piedra.

Pero había algo, en lo profundo de ese mar negro. Ese algo, al final de sus ojos y en la forma que sus párpados se movían, transmitiendo esa mirada que resultaba trágica. Sus ojos, sus ojos como perlas bañadas en petróleo, ellos, daban a conocer su historia. Mostraban, a todo aquel que supiera leerlos, que Severus no era inconsciente de los horrores del mundo.

No le gustó.

— ¡Dimelo!

— ¿Estás consciente de quién eres tú? — Lo cortó, de repente luciendo tan serio y letal como una tumba. Sus cejas rectas y su mirada pesada, las arrugas que se formaron en su rostro, su postura. Todo eso, hizo que el corazón del pequeño se detuviera. No había músculos, altura o puños, que vencieran ese rostro. — ¿Sabes a quién le estás hablando? ¿Tienes la más remota idea? No, claro que no la tienes.

— Yo... — Lucius levantó la mano, callándolo. Severus, acostumbrado a esa advertencia teñida de color rojo, cerró la boca. Y aunque él ya sabía quién era el rubio, estaba demasiado asustado como para recordarlo.

— No, calla. No tienes idea de a quién le estás hablando, así que déjame aclararlo. — Se puso de pie, tan alto como era, pareciendo un oso listo para saltar a su yugular y arrancarle la piel. — Mi nombre es Lucius Malfoy, y yo soy tu futuro marido.

ωιтн уσυ

CHAN

Holaaa, ¿cómo están? ¿Qué les pareció el capítulo y la actitud de Lucius?

Les quería explicar por qué estuve tan ausente últimamente; he estado saturada con mis estudios, y honestamente, no me sentía con inspiración. Sin embargo, ya me estoy librando un poco, así que volveré a actualizar ;)

¿Qué les gustaría que actualizara? Estaré leyendo <3

(El muchacho del gif es Faustus)

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2019 ⏰

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b l a c k  e y e s // lucius ✗ severusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora