Siempre tan cerca y silenciosa, una sensación tan extraña que le ponía curioso, tenía el poder de abrir y cerrar sus heridas, incluso para hacerle feliz, sin embargo, en medio de esa luz tan cálida como la esperanza, una oscuridad se avecina para ma...
Un día convenientemente nublado, como muy extrañamente llegó a pasar, los días soleados y esplendorosos habían terminado, todo había acabado en un silencio tan irreconocible y asfixiante que, el ánimo de todos había desaparecido de nuestros rostros, incluyéndome.
Una suave llovizna cubrió todo el alrededor y unas cuantas gotas de lluvia comenzaron a caer de una forma tan pesada que, aquella delicada sensación que era habitual en este clima, aquellas frágiles gotas de agua se había transformado en rocas golpeando mis agotados hombros. No era porque estuviera granizando, no era si quiera el tamaño de las mismas gotas, todo lo contrario, eran pequeñas y continúas, con la gran diferencia de estar marcando únicamente sentimientos fríos y deprimentes.
Cerré mi paraguas, el agua escurría por el plástico transparente, deslizándose de forma lenta pero rítmica. Aquella mañana había sido necesario llevármelo por clima inestable de esta ocasión y como muy pocas veces, lo puse a secar en la entrada de la academia.
Comencé a caminar brevemente por las afueras, precisamente en los pasillos de la escuela, buscaba ir a la clase correspondiente a mi horario pero, terminé encontrándome con aquel chico tan habitual en mí día a día. Una mirada tranquila pero pensativa, un aura llena de misterio le envolvía como siempre, sin embargo, en aquella ocasión, su sonrisa... difícilmente apareció. Era débil, como el recuerdo que comenzaba a plasmarse en nuestra memoria al mismo tiempo.
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El recuerdo del cambio de vida tan inesperado para ambos.
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Un frío silencio en el ambiente, los ojos de los presentes observaban a todos lados menos al frente donde, la única persona valiente podía pararse, Chisa Yukizome, era la persona que se mantenía firme al frente de todos nosotros, viéndonos con tristeza e impotencia, incluso... aunque sus labios temblaran y sus puños se cerraran con fuerza, aún era capaz de hablar pese a todo.
Después de los murmullos pidiendo una respuesta, nuestros oídos se rehusaban a escucharla.
Escapar de lo sucedido... nunca fue la respuesta.
- Chicos... Demos el mejor apoyo que podamos a uno de nuestros compañeros... quien está pasando por una tragedia... - sus palabras se quedaron silenciosas y tomó algo de tiempo para que volviera a hablar.
Todos sabíamos a quien se refería, todos teníamos una idea de lo que estaba sucediendo... Todos estábamos desconcertados.
- Fuyuhiko Kuzuryuu, tal vez... se ausente unos días –
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La repentina muerte de una estudiante del curso de reserva, fue el tema más hablado, era imposible que no ocurriese pero, era una tragedia en si misma que se ocultara la información del todo, tal vez por querer mantener una imagen aun segura de la escuela, sabía... que Nagito pensaba en algo similar, por esa razón me observaba en silencio mientras buscábamos una forma de ambos acercarnos.
