Contratos

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El espectáculo nos deja sin palabras y después de que se retire una parte de mí anhela tocar ese piano que está preparado, pero que nadie va a utilizar esta noche. Me callo y aplaudo, el comentario de Tomás me ha dejado un poco descolocada porque todavía no sé a que se refiere. 

Seguimos sentados mientras Nolan presenta a una banda de Jazz que va a hacer presencia en el escenario. Parece una película, no podéis creer al grupo de afroamericanos con las trompetas, el saxofón y el contrabajo apareciendo ante nosotros. Dan lo mejor de sí mismos y durante un par de horas solo pienso en ellos, no en lo que ocurrirá cuando conversemos con Nolan. 

Tomás no parece tan centrado en la actuación, se nota que tiene algo que decir:

-¿Estás bien?

-¿Por?

Me molesta que me pida ayuda sin pedírmela. Antes lo mismo, no me cuenta bien la historia que le atormenta, habla de sus problemas sin explicarlos por completo, como si quisiera ocultarme cosas mientras su mente de debate y prefiere hacérmelas saber. Nunca hemos sido muy cercanos, los comentarios en la barra y mis intentos por acercarme a él han sido más bien en vano, apenas me ha prestado atención, sonreía, me decía banalidades, pero no había secretos compartidos, ni siquiera amistad y aquí está. A mi derecha la mirada verde hierba de ese chica simpático que nunca se atrevía a abrirse bailando entre el escenario y mi persona. 

Al final me propone salir un momento fuera y yo solo asiento. Algo le reconcome. Damos unos pasos hasta la salida del local en el nivel inferior y nos sentamos en un banco de piedra de la acera para permanecer alejados del segurata negro y calvo que sigue imponiendo mucho respeto a todo el que lo mire:

-No soy de los que se sienten mejor al contar sus problemas-me explica-. Tengo una novia en la universidad a la que no quiero y tampoco voy a herirla, necesito consejo. 

-Díselo. Las mujeres no siempre necesitan que seas delicadas con ellas, solo sincero.

-No todas piensan lo mismo

-Has pedido un consejo no una solución

Él me mira dos veces, como si le hiciese más complicada la vida cuando yo procuro hacerle un favor que ni siquiera sabe pedirme.

-Sé sincero ahora mismo-continúo-. ¿Por qué has venido a buscarme?

-Ahora mismo eres la única persona que no me ha traicionado

-Dudo que todos tus amigos de la universidad hayan sido así, no quiero ofenderte

-Mi novia se llama Julia y es una chica con la que estoy para mantener callados a los chicos de allí. Al llegar empecé a ser muy popular y eso no deja de gustarme, pero el ambiente que había en la universidad, más que en ella en la residencia era mucho peor. Tienen un juego, un juego de puntos a ver quién se acuesta con más personas y yo no soy de esos. Me quise apartar, pero para evitar que hablasen mal de mí me eché una novia falsa para no tener que enfrentarme a eso. Ella no sabe que es una novia falsa. 

-¿Has hecho...

-Ni la he tocado-me asegura-. Todos son unos traidores y mis verdaderos amigos están ahora perdidos por todas las universidades del país. 

-¿Qué hay de tu hermana?

-¿Bianca?

-Sí

-Bianca es mi hermana pequeña, no hablo con ella de estos temas. 

-Entiendo. Dile a Julia que lo vuestro es apariencia que prefieres estar solo, por ahora. Entiendo que no puedas contar toda la verdad, pero al menos que sepa la mitad sin tener que profundizar en detalles. 

Lady AbrilWhere stories live. Discover now