Día 2. Manos

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Hello heeeeeere. Día dos :3 Jajaja hasta ahora todo en orden y voy bien. Más comentarios al final.

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—No puedes tomarme de las manos Izuku. —Tomura se cruzó de brazos escondiendo sus armas mortales lejos del alcance del curioso niño.

—Mi mamá siempre me tomó de las manos. —Midoriya hizo un puchero bajando el rostro hacia el suelo. —La extraño.

—Ve a extrañarla lejos de mí. Ve a molestar a Dabi o Toga. —Hizo un movimiento alejándolo con su pie. Izuku se fue apretando los puñitos entre su ropa a buscar a Dabi, al menos el le entretenía con el fuego que creaba.

Shigaraki bufó, ese saco de lágrimas andantes le seguía a todos lados, y quería deshacerse lo más pronto posible de él. Hacía dos semanas que en un intento fallido de secuestro habían terminado con ese niño n vez de Todoroki. Sólo querían presionar a los héroes un poco desestabilizando al número dos, pero no, en vez de eso tenían a un niño llorón y sin quirk. Patético; al menos el niño tenía agallas, comía sin rechistar lo que le daban, se mantenía en silencio y parecía que analizaba las cosas cuando se encontraba en su rincón, y bueno, solo lloraba por las noches, y en el día sus ojos permanecían hinchados hasta que Tomura bufando iba a cuidarlo.

Los días pasaron gradualmente hasta cumplir casi dos meses, no pudieron dejarlo en algún lugar por dos motivos: los lugares atestados estaban en constante vigilancia y los lugares no concurridos no eran una opción para Tomura. “Es peligroso para Izuku”, dijo al menos una docena de veces.

El pequeño Midoriya se encariñó con todos y todos con él, bueno casi todos. Tomura se mantenía alejado porque ese mocoso a como de lugar quería tomar sus manos.

Fue al final del tercer mes que las condiciones se dieron para poder devolverlo.

—¿Ya iré a casa? —Izuku terminó por guardar una muda de ropa en su mochila (regalo de Shigaraki).

—Sí —suspiró Tomura y se agachó sacudiendo con cuidado la ropa de Izuku. —Eres un niño muy listo, muy limpio, y no eras tan desagradable, así que después de todo te voy a echar de menos. Vámonos. Despídete.

Y así lo hizo, Toga le apretó las mejillas, Dabi le despeinó el cabello, Kurogiri le dio una paleta, lo iban a extrañar.

El pequeño Midoriya sonrió corriendo detrás de Shigaraki, este le esperó en la puerta, Izuku se revolvió algo indeciso. Tomura miró hacia el techo preguntándose que estaba a punto de hacer, sacó las manos de sus bolsillos y le extendió el meñique. —Ven. No puedes tomar mi mano, pero puedes hacerlo así.

Izuku boqueó dos veces antes de tomar con alegría su dedo y se acercó hasta casi abrazarlo.

Kurogiri abrió un portal y les instó a entrar a él.

—¿Puedo volver después? —preguntó emocionado Izuku antes de entrar al portal.

Shigaraki miró a Kurogiri negar.

—Sí —respondió Tomura pegándolo mas hacia sí. —Yo iré por ti.

Izuku sonrió, veía en Shigaraki a un hermano mayor, y en el fondo supo que no mentía.

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Hoooooo escribire no necesariamente de alguna pareja.  Espero les haya gustado como a mí me encantó imaginarme la historia.

Situaciones del día a día  [Fictober18]Where stories live. Discover now