Día 22. Nocturna.

9 0 0
                                    

Suave 


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Tras cerca de tres horas caminando por el bosquecillo y descansos de unos cuantos minutos e Iida emocionado (Midoriya trataba de no reírse cada vez que lo hacía) el solo fue declinando en el horizonte. Por suerte Iida era un hombre muy previsor por lo que cuando el sol arrojó los últimos rayos del día ellos estaban llegando a la cima de la colina. Se detuvieron con un poco de cansancio sobre los hombros; y tras decidir donde acamparían se pusieron manos a la obra levantando la casa de campaña, recolectando piedras, hojarasca y ramas. Cuando todo estuvo dispuesto, la fogata ardiendo con fuerza y las cosas acomodadas se sentaron cerca de ella. Midoriya había accedido ir por petición de Iida, el quería probar algo nuevo en su vida, pero tenía miedo de perderse estrepitosamente en ese lugar, por lo que Izuku se ofreció a ir con él, y no se arrepentía, ese lugar, lejos de la ciudad le colmaba el alma con los sonidos propios de la noche. Se sintió adormecido.

—Mira —dijo Iida señalando el cielo.

Cuando Midoriya levantó la vista se quedó impresionado, el cielo nocturno titilaba con las pequeñas estrellas, sin rastros de nubes todo se veía tan en paz que una quietud le embargó, ¿hace cuanto que no se detenía a pensar en que todo era efímero?

Cuando Midoriya levantó la vista se quedó impresionado, el cielo nocturno titilaba con las pequeñas estrellas, sin rastros de nubes todo se veía tan en paz que una quietud le embargó, ¿hace cuanto que no se detenía a pensar en que todo era efímero?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Situaciones del día a día  [Fictober18]Where stories live. Discover now