Capítulo VI

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—Idiota engreído... ¿se cree que soy su juguete? ¡Impedirme hablar con mi hermano! Ojalá tomarlo del cuello y reventarle la cabeza a puñetaz-ah, hola Jimin. —Taehyung formó una sonrisa viendo al chico una vez que salió del baño.

El contrario le dio una media sonrisa con un par de vasos en sus algo pálidas manos, una cinta color negro adornaba su cuello y juraba haber visto una como esa en el cuello de otros de sus amigos; dejó al peligris seguir con su trabajo y se dirigió a la barra en busca de los demás.

Trató de localizar a Namjoon -no tardo mucho, estaba detrás de Jimin siempre- y a Hoseok, que hablaba animadamente con una chica de cabello entre azul y morado; decidió no molestar y suspiró bajando la mirada.

Hasta ahora, su estadía en el sitio tenía pocas cosas buenas; sí, estaba contento de conocer a sus nuevos amigos, más el regreso a casa y el constante vigilar a Jungkook eran un maldito asco y era razón suficiente para irse al carajo. No había ningún motivo para que estuviese siendo tan maltratado por el mocoso insolente con el que estaba obligado a vivir. Ninguno.

—Um, ¿estás solo? —Una voz femenina lo hace levantar la mirada, un cabello rojo le llama la atención y unos rosados cachetes revelan el rostro dulce de una chica que toma asiento a su lado.

Vestida de negro, con una linda sonrisa y voz tan suave como tierna hipnotizan a Taehyung al segundo. Asiente con la cabeza en respuesta a la pregunta anterior casi sin darse cuenta.

—Bien, porque Hyelim me dejó abandonada y no sabía con quién hablar. —Un puchero se forma en los labios de la pelirroja y luego ríe.

Se quedan mirándose unos segundos, y Taehyung siente algo punzar en su cuello, como si una daga estuviese dando leves toques allí mismo. Algo -alguien- le dice que se aleje de ella si no quiere más problemas; pero ignora el presentimiento.

—¡Soy Seoyoung! ¿Y tú? —Tan animada, se presentó la chica y se paró de su sitio para dar una leve reverencia ante el contrario.

—Taehyung. —Respondió, dando una leve reverencia en la cabeza.

No tardaron nada en integrarse en una amena conversación; Seoyoung le contaba sobre Hyelim -la chica de cabello azul con la que Hoseok hablaba- y sobre una chica nueva en su taller de teatro, a la que llamó "la niña más dulce y hermosa que existe".  En cambio Taehyung, le contó la forma en que llegó a la ciudad y lo mucho que extrañaba a su hermano Seokjin -suprimiendo algunos detalles sobre el mocoso con el que vivía-.

—Ah, Taehyung, tú eres muy joven, ¿verdad?

—Bueno... joven, tengo dieciocho años. —Rió, sonrojándose levemente.

Los ojos de Seoyoung se abrieron de par en par, dando un salto de su silla y apuntándolo con su dedo índice mientras inflaba sus cachetes. Una mirada acusadora adornaba sus orbes oscuras.

—¡Eres menor, Taehyung! ¿Qué haces en este sitio? ¡No tienes edad para beber! —Exclama horrizada.

Tae hace un gesto a la chica para que se siente mientras le da una sonrisa de disculpa a la gente que los miraba.

—No es para tanto, es decir, yo ni siquiera he bebido —negó con la cabeza, haciendo un gesto para quitarle importancia—. De todas formas, ¿tú no eres menor también?

Los ojos de la pelirroja se entrecerraron y acomodó su cabello, soltando un simple: —Tengo veintiún años. Más respeto.

Vaya, esa sí que no se la esperaba. La chica no sólo era mayor de edad, ¡sino que era más grande que él! Un puchero se formó en sus labios mientras Seoyoung le sonreía con cierta diversión y tocaba la punta de su nariz.

Tierno, soltó apenas con una sonrisa. Suspiró borrando aquella dulce mueca de su cara y se apoyó sobre su mano, haciéndole una seña a Jimin que se acercó para tomar el pedido de la chica de uno de sus tragos.

—Como sea... ¿no piensas irte de este sitio? —Comentó luego de un rato de silencio, llevándose el vaso a los labios para tomar aquél líquido azul.

—¿Uh? —Taehyung debió sonar más confundido de lo que quería, porque Seoyoung frunció el ceño y lo miró.

—Esta ciudad no es buena para jóvenes como tú, Tae. Eres una presa fácil para ellos, y al final este sitio termina comiéndose tus ánimos. —Cuenta con desinterés, observando su vaso. En sus ojos, hay un pequeño destello que hace que a Taehyung se le estruje el corazón.

Sí se daba cuenta de que cada día que pasaba en el lugar, se sentía menos como él. No tenía muchas ganas de nada y sin embargo había algo que le pedía que se quedase. Los estudios, se dijo a sí mismo; el instituto era uno muy importante y quería acabar sus estudios allí.

El ambiente de golpe se volvió oscuro, tan triste y tan frío aunque los cuerpos se moviesen unos contra otros con fuerte calor; Taehyung se sumergió en sus pensamientos y entreabrió los labios para suspirar. La pelirroja le colocó una mano en el hombro y lo sacudió con suavidad, haciéndolo volver a sus sentidos.

—Cómo sea. Está bien si te quieres quedar, nadie te obligará a irte. —Sonrió, unos pequeños colmillos deslumbrando en su sonrisa que hicieron a Taehyung sonreír por la ternura que le daba ese tipo de sonrisa en la mayor.

Seoyoung frunció el ceño al mirar detrás de Taehyung y él pudo sentir un jalón en su hombro, antes de que una fría mano se posase en su cuello.

—Taehyung, nos vamos. —Odiaba esa voz en este mismo instante, parecía congelar la música de fondo con su repugnante voz.

Se levantó, dándose la vuelta para enfrentar a Jungkook con una mirada seria, su ceño fruncido notablemente -aunque, el castaño no distaba mucho de su gesto-.

—No quiero irme. —Enfrentó el rubio, hablando fuerte y claro, aunque su cuerpo por dentro temblaba.

Detestaba tanto querer enfrentarse al menor y sentirse intimidado por él. ¡Merecía respeto! Era su hyung, después de todo.

—Yo sí; y si no te vienes conmigo, mi padre estará molesto. ¿Quieres eso, hyung? —Se inclinó suavemente hacia el rubio, con una sonrisa burlona en los labios y sus ojos brillando con diversión.

Tragó saliva y se volteó hacia Seoyoung, dándole una sonrisa de disculpa; esta simplemente acabó el contenido de su vaso y suspiró, mirando con molestia al castañito.

—Está bien, Tae. Ya nos mantendremos en contacto. —Sonrió de lado hacia el rubio y este hizo una reverencia hacia ella.

—Gracias. Cuídese, noona. —Sonrió ampliamente antes de voltear hacia Jungkook para borrar su sonrisa.

Jungkook miraba molesto a la pelirroja, que apenas susurró un "mejor que te cuides tú" antes de levantarse y caminar en dirección a otra chica.

Jungkook jaló el brazo de Taehyung y lo arrastró hacia la salida, donde Namjoon lo miró mal y hasta hizo el ademán de tomar el brazo de Tae si no fuese por Jimin hablándole en ese instante. La noche, tan fría como estaba afuera, le golpeó el rostro y lo hizo estremecerse; sin notar la mirada oscura del menor sobre él y la marca roja que estaba dejando su mano en su propio brazo.

Esa misma noche, Taehyung no pudo dormir en absoluto.

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⏰ Última actualización: Oct 02, 2018 ⏰

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