Cap .3. fila de dominós.

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Frente a ellos se encontraba dos personas, uno hombre de cabello plateado con un lunar bajo la boca y gesto aburrido, y a su lado una mujer mas baja de cabellos negro y sonrisa amable.

- ¡Bienvenidos su altezas reales, y duque magnus! -ellos dos hicieron una leve inclinación con la cabeza en señal de respeto- la concejal telma esta encargada de este distrito, nosotros estaremos a sus servicios, y les cuidaremos de cualquier amenaza -dijo la mujer con una ligera sonrisa-soy julieta, estaré para lo que necesite su alteza dalia -en esta ocasion si hizo una reverencia mas pronunciada.

- ¡hey! -apesar de su cara de fastidio formo una sonrisa pequeña que parecio mas una mueca- soy james dalton y estaré encargado de su persona -retiro su cabello hacia atras en un gesto de desinteres- su alteza bruce y duque magnus -ellos dos solo asintieron.

- Es un placer conocerlos, hablo en nombre de mis compañeros al decir que estamos agradecidos con la colaboración de la concejal telma -dalia hablo de manera representativa con su titulo, demostrando su desenvolvimiento el cual habia consegido con años de trabajo y entrenamiento para sus deberes reales- nos veremos en la casa chicos -bejando un ligero beso en la millija de cada uno, siguio a la mujer rumbo a su nuevo destino.

Ellas tomaron un camino diferente al de los chicos, la escuela llevaba a su cargo una gran cantidad de chicos de buenas familias y otros muchos becados, todos tratado de mantener buenas notas por eso es tan destacada. Estaba dividida, la parte de la derecha era solo de chicas y la izquierda de chicos, cuando bruce no podía estar al pendiente de ella por sus ocupaciones, milo la cuidaba; ese es el porque de la disculpa del chico, no habia dejado de disculparse con ellos  desde que supo que no podria cumplir con su deber de cuidar a su reina y a la pareja de su mejor amigo.

- Su alteza...-comenzó la mujer con algo de buba, por no saber que decir para comenzar, estaba algo nerviosa por estar ante la presencia de la chica, la repecentacion de mayor poder en su raza.

- por favor solo dalia -le sonrió tranquilisadoramente, asi como sonreir para cualquiera que estubiera en su presencia, su naturaleza de reina la hacia sembrar confianza en las personas de su pueblo- no me parece apropiado de que me este llamado así en las instalaciones del instituto, donde podrían parecer extraño o comprometedor.

- Esta bien su alt...-dalia la miro con una ceja elevada, a lo que la otra capto el mensaje sonriendo nerviosa- ¿señorita dalia? -dijo al final, y ella sonrió ante esto complacida.

Pararon en la puerta de su clase, con unos leves golpes, esta se abrio mosteando una mujer de cabello negro y ojos caramelo, vestida formal y de labios escarlata.

- Maestra ruth -saludo breve a la mujer, la otra solo asintio- aquí esta su nueva alumna -llevó su mirada a dalia que sonrió ligeramente, no presto mucha atencion,  seguramente sin saber a quien tenia enfrente.

- Bien, yo me encargo desde ahora-dijo entrando al salón para anunciar a la chica, julieta se retiro alegando tener que segui con sus debertes del dia, mientras dalia esperaba afuera.

El mundo humano y el vampirico vivían juntos, se estimaba que un 10% de la humanidad sabia de ellos, los otros vivían en ignorancia. Los vampiro podían consumir alimentos humanos pero no les proporcionaba la cantidad necesaria de nutrientes por eso bebían sangre, el sol no los dañaba solo los debilitada, en su caso era diferente ya que su corazón latía desde que habia nacido y la sangre corría por su cuerpo, hija de vampiros de sangre pura nacida en uno de los clanes mas antiguos en el mundo vampiro, cuando sus padres se dieron cuenta de eso supieron que era la destinada princesa que esperaban desde que habia nacido el vampiro con el gen real en otro de los clanes de mas antiguedad en su mundo, de esa forma ella podría alimentar al rey heredero en una unión de cuerpo y espíritu como su pareja destinada.

Raitami la confianza y bendicion de nuestra sangreحيث تعيش القصص. اكتشف الآن