¹𝐤𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐪𝐮𝐞𝐞𝐧𝐬 ♚ ❪ disney descendants. ❫

Capítulo 8. Vigilar.

Crowns: Vigilar.

—¿Todos en tu familia son así de lindos?— Preguntó el príncipe, haciendo sonreír de manera nerviosa a la villana.

—Quiero creer que soy la más bella del reino.— Respondió, citando lo que su madre le había enseñado durante toda su vida.

A lo lejos de ambos, una princesa observaba entre los arbustos como ambos se coqueteaban, sintiéndose no muy cómoda. No podía escuchar su conversación debido a la distancia, además de que sus padres le habían enseñado que escuchar conversaciones ajenas era un falta de respeto. Quería ir y apartar a la peliazul del estupido príncipe, para no permitir que éste jugara con ella. Pero no podía simplemente ir y alejarla de él, pues sabía cómo era Chad y seguramente éste le diría que no debía meterse en lo que no le importaba (aunque eso sí le importaba, y mucho) además de que el hijo de Cenicienta se crearía una historia falsa en su cabeza como de que Roxy estaba celosa de Evie y no soportaba la idea de que estuviera con él. Cosa que era completamente falsa.

Debía persuadirla, darle una advertencia sobre lo malo que podría llegar a ser Chad y dejar que ella sola entendiera la situación. Evie se veía lo bastante inteligente como para captar cuando un chico le conviene y cuando no. No iba a caer tan fácil a los pies del príncipe.

Yo impediré eso. Pensó la princesa.

Luego de unos minutos de observar, notó como Chad se alejaba de ella y se despedía mientras le guiñaba un ojo, esa era la oportunidad que Roxy necesitaba.

Salió de su escondite y se acercó por detrás a la peliazul.

—Resultó inevitable...— Intentó decir ella, pero la villana la interrumpió.

—¿Estas siguiéndome?— Preguntó dándose la vuelta para encarar a la princesa.

—Algo así...— Evie entrecerró sus ojos hacia Roxy.

—¿Y se puede saber porque razón su majestad está al tanto de lo que hago y de lo que no?— La miró desconfiada y algo fría.

—Veo que estas muy interesada en Chad Charming.— Comentó la princesa con tono de asco al decir el nombre del chico.

—¿Y que? ¿Acaso le gusta?— Preguntó, haciendo sobresaltar a la pelimiel.

—Que asco...

—¿Entonces a que se debe esto?— Roxy buscaba las palabras correctas.

No quería decir: Solo aléjate de él. Es un idiota. Pero tampoco iba decir: ¿No has pensado en fijarte en alguien más? Necesitaba las palabras correctas. ¿Pero cuales eran?

Cabía admitir que cualquier chica en el reino, a excepción de ella, aceptaría andar con el príncipe encantador junior. Él tenía lo suyo, solo que era un completo cretino. Y se preguntó ¿que era lo que buscaba Chad con la hija de un villano?, ¿por qué su repentino interés? Ella recordó que durante sus dieciséis años de vida, el hijo de Cenicienta nunca había aceptado a los villanos como tal. Siempre decía que merecían el castigo que estaban recibiendo, incluso sus hijos, a pesar de que ellos no tenían la culpa.

Algo trama éste princeso. Se decía Roxy a sus adentros.

—Solo te digo que tengas cuidado.— Advirtió la ojiazul.—Podrá ser lindo y todo pero no es la mejor persona que conozco, no quisiera que te hiriera.

Evie estaba por decir que no le creía, pero sentía la sinceridad y preocupación en las palabras de la princesa.

—¿A que te refieres exactamente?

—No es tan encantador como su apellido dice.— Puso ambas manos en su cadera, Evie frunció el ceño.—Déjame demostrártelo.

Sin aviso, tomó la muñeca de la villana y la guió de vuelta a la academia, en busca del cretino Chad Charming.