¹𝐤𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐪𝐮𝐞𝐞𝐧𝐬 ♚ ❪ disney descendants. ❫

Capítulo 22. Evie, ¿cómo te sientes cuando estás conmigo?

Crowns: Evie, ¿cómo te sientes cuando estás conmigo?

Tiempo atrás, lo único que la descendiente de Grimhilde hubiera querido es ser la más hermosa de todas, casarse con un apuesto príncipe y vivir en un gran y majestuoso castillo.

Pero ahora las cosas eran diferentes, ahora su único deseo era que el mundo se detuviese, que el tiempo dejara de avanzar y quedarse ahí, bajo las gradas y sobre el regazo de la princesa Roxy, mientras ésta acariciaba suavemente su cabello y jugueteaba con el. El día de la coronación se acercaba y con ella el fin de los finales felices para los héroes y sus descendientes. Evie ya no quería eso, quería quedarse ahí con la heredera el resto de su vida, que aquel momento fuera eterno. Estaba aferrada a ella de una manera horrorosa, terrible, débil... y que aún así le encantaba.

¿Por qué no podía quedarse con ella?, cierto, su madre, su reputación, los villanos, la misión, todo eso le impedía elegir a la hija de Belle, y ahora tenía más que claro que tenía que hacerlo, luego de esa videollamada que sus amigos y ella habían tenido en la mañana durante la clase de Bondad Correctiva no había duda de que tenía que hacerlo, ellos eran la esperanza y salvación de todos los habitantes de la isla, no podían fallarles, mucho menos a sus padres.

Pero la mayor parte tiempo, específicamente cuando estaba con la heredera, todo eso se esfumaba de su cabeza, no pensaba en su pasado, ni en la misión, ni en dominar el mundo, porque cuando estaba con la princesa podía ser ella misma, hablar de lo que ella deseaba y de lo que dictaba su corazón. Estando con ella todo parecía estar bajo control en su vida, pero entonces, al llegar a su habitación y hablar con Mal sobre que el día de la revolución de los villanos se acercaba, la chica de cabello azul se daba cuenta de que en realidad todo estaba desordenado y hecho una mierda. Y cuando ella piensa que es perfecta para la princesa, es cuando llega a su cuarto y se mira al espejo, y lo único que ve son cicatrices, defectos y un corazón oscuro. Una simple pérdida.

Entonces trata de cambiar por ella, pero siempre hay algo que se lo impide, o más bien alguien. Pero aún así, ella no tendría porque cambiar, porque aunque no lo supiera, la princesa la amaba tal y como era.

Y en otra cosas, odiaba cuando sentía celos al ver que la princesa abrazaba o siquiera tomaba de la mano a sus otras amigas como Emma, Lonnie, Jane o Ally, o peor aún, cuando veía a los príncipes y demás chicos babear por ella en los pasillos o durante las clases. A veces tenía ganas de reclamarles algo, pero entonces se daba cuenta de que no podía. No podía decirles algo a esos chicos sobre mirar a Roxy, porque con ella no eran nada más que amigas. La decepción crecía en su pecho cada día, porque se daba cuenta de que cuando estaba con la heredera se sentía cómoda, feliz, protegida y no evitaba ser ella misma, y todo eso se lo brindaban su compañía y su simple presencia. Y aunque no le temía a que Roxy guste de alguien más, pues una de sus obligaciones como princesa era el conseguir marido, si temía a que alguien más sintiera lo que ella sentía cuando estaba con la hija de Belle. Claramente, cualquiera aparte de Evie se daría cuenta de lo maravillosa que es ella, y no sería una novedad que Roxy enamorara a cualquiera. Pero, según Evie, nadie nunca podría amar a la castaña-rubia de la forma en la que ella lo hacía. Porque durante las tres semanas y medias que llevaba en Auradon, había logrado cosas increíbles gracias a la futura reina. Ella fue la única que sin importar de donde venía se quedó junto a ella, fue quien le brindó contención y cariño a pesar de ser quien era. Cuando logró cosas maravillosas, Roxy estuvo ahí y le aplaudió; cuando se equivocó, Roxy estuvo ahí y la defendió; cuando lloró, Roxy estuvo ahí y limpió sus lágrimas; la princesa reparó cada grieta del oscuro y malvado corazón de la villana.

—Evie...— Llamó en un susurro la princesa, dándose cuenta que la villana no se había quedado dormida como otras veces.—¿Estas bien?

Evie no respondió ante aquello. Se levantó del regazo de la princesa y se acomodó de tal modo que quedó frente a ella. La chica de cabello azul perdió las palabras al ver el rostro de Roxy, igual ella no sabría que responder a su pregunta. Así que solo se limitó a asentir.