Capítulo 21. ¿Ella está enamorada?

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Crowns: ¿Ella está enamorada?

Hola, soy Roxy. En este momento no puedo contest...

—¡Agh! Lo que faltaba.— Se quejó entre dientes el futuro de rey al intentar llamar a su hermana.

Él, junto a otros estudiantes de la academia, se encontraba en el aula de baile, pues el día de la familia era a la mañana siguiente, y esa tarde tendrían el último ensayo para la coreografía que montarían. El problema era que ya casi daban las tres y media, y su hermana aún no se aparecía. La hija de Aurora —quien era una de las organizadoras— pronto llegaría, y si no veía a Roxy allí, seguramente explotaría.

—¿Te contestó?— Preguntó una voz masculina detrás de él.

Ben se giró para encontrarse al hijo de Aladdin. Ambos príncipes habían estado tratando de comunicarse con la heredera enviando mensaje tras mensaje, pero a ninguno le respondía.

—No, me manda a su buzón.— Respondió el ojiverde, a lo cual el pelinegro suspiró de frustración.

—Si tu hermana no aparece, la señorita dramática armará uno de sus berrinches.— Le dijo Aziz con claro enojo.

El castaño-rubio ladeó la cabeza a un lado molesto.

—¿Crees que no lo se? Roxy no es de faltar a las reuniones, menos si sabe lo importantes que son.— Comentó Ben jugueteando con su teléfono desesperadamente.

En ese momento, la puerta se abrió. Ben y Aziz se giraron con la esperanza de que fuera Roxy, pero ésta desapareció al ver que se trataba de la hija de Blanca Nieves.

—¡Emma! ¿Sabes donde ésta Roxy?— Preguntó un desesperado Ben acercándose a la princesa.

La pelinegra negó con el ceño fruncido.—Creí que ya estaba aquí. Ella no tuvo las últimas dos clases.

El gemelo de Roxy tiro la cabeza hacia atrás y pasó su mano por su cabello. Últimamente ya no entendía a su hermana, ella había cambiado bastante. Cada que tenían juntas y/o reuniones con gente importante de otros reinos, la princesa parecía estar en otro planeta. Apenas parecía poner atención a lo que se decía o acordaba. Y lo mismo sucedía en las clases. Durante las tardes estaba desaparecida y llegaba tarde a casa. Y cuando Ben le preguntaba que si donde había estado, ella solo le respondía con una simple «Por ahí», se iba a su habitación y no decía ni una sola palabra más.

Ben ya no reconocía a su hermana. Ahora ella era una persona totalmente diferente y no sabía que la tenía así.

Cuando el heredero volvió su vista a la princesa, notó que ésta había agachado la mirada y jugueteaba con sus dedos. Ben conocía a Emma, y sabía que ella hacía eso cuando estaba o nerviosa o preocupada.

—Hey, ¿estás bien?.— Le preguntó el castaño-rubio poniendo una mano en su hombro.

La princesa del Enchanted Forest levantó un poco la mirada. No era su deber decirle eso a Ben, pero sabía que él lo tenía que saber. Roxy jamás le diría a alguien lo que le estaba sucediendo, a pesar de que la gran mayoría ya lo sabía o al menos lo sospechaba.

—Es Roxy...— Dijo Emma luego de un rato y volviendo su vista al heredero. Ben le hizo una seña con las manos, indicándole que siguiera.—Ben, no sé si lo sabías pero...— La hija de Blanca Nieves se quedó callada, preocupando más al hijo de Belle.—Roxy está enamorada.

Ben arqueó un poco su labio, formando una pequeña sonrisa. No veía nada de malo en que su hermana se enamorara. De hecho, creyó que nunca lo haría. Y el que su gemela haya encontrando con alguien el verdadero amor lo ponía muy feliz. Y quizá era por eso que ella estaba actuando raro últimamente. Él recordó que Roxy había dicho hace algunos años que no quería enamorarse, nunca, y que si lo hacía era capaz de asesinarse con la espada del rey Arturo. Probablemente, el que ahora tenga sentimientos de amor hacia alguien la ha tenido tan distraída.

—¿Que tiene de malo eso?— Se encogió de hombros.

Emma se relamió lo labios y suspiró.

—No lo entiendes Ben...— La ojicafe se volvió a detener, como si cada vez tuviera que decir algo mucho peor que lo anterior.—Roxy se enamoró... pero de una chica.

En ese momento, la encantadora sonrisa del príncipe desapareció. ¿Había oído bien?

—Emma, ¿te das cuenta de lo que estás diciendo?— Le reclamó Ben sonando más serio.

—Ben, ¿acaso crees que jugaría con algo así?— Le contestó alzando un poco la voz.—¿Porque crees que ella ha estado diferente en los últimos días? Se siente mal, ella piensa que lo que siente es el mayor delito del mundo.

El ojiverde acarició sus sienes con su mano derecha, aún tratando de asimilar lo que la chica frente a él le había revelado.

—¿Y cómo estás tan segura de que es así?— Preguntó luego de un rato.

Emma solo sacó su teléfono de su mochila, y buscó entre su galería la foto que le había tomado a la pintura de su amiga.

—Sabes que cuando a Roxy le pasa algo se desahoga pintando, ¿no?— Ben asintió ante eso. Su hermana no era buena expresando sus sentimientos en palabras, y lo que hacía era pintar para sacarlo todo.—Bueno, esto fue lo último que pintó.

Emma le enseñó la fotografía al príncipe. Éste tomó el teléfono y la miró de cerca.

—La llamó «Amantes que se comen al mundo».— Explicó la chica de cabello negro cruzándose de brazos.—Ella plasmó a dos personas que están enamoradas, pero que tienen a un mundo en medio, y si te das cuenta las bocas pertenecen a dos chicas.

Ben miró detalladamente con el ceño fruncido la pintura, y se dio cuenta de que ella tenía razón. Los labios parecían más de chica que de chico. ¿Podría ser cierto? ¿Su hermana estaría enamorándose de una chica?

—¿Y de quien estaría enamorada?— Preguntó Ben quitando su vista del aparato.

Emma apretó los labios. Para ella resultaba difícil decirlo, y no podía ni imaginar como se sentiría su mejor si algún día llegaba a revelarlo.

—De la hija de la Reina Malvada.— Respondió casi inaudible, pero aún así el príncipe logró oírla.

Evie, pensó el ojiverde. Y ahora todo tenía sentido. Si su hermana se estaba enamorando de la peliazul como decía Emma, entonces eso explicaba el porqué la mayoría del tiempo la veía decaída y distraída. Roxy se sentía mal, lo que sentía por la chica de la Isla no era algo muy común, ni siquiera se había oído anteriormente. Y probablemente la culpa la consumían a medida que el sentimiento se volvía más fuerte. No sabría como reaccionaría el reino, o sus padres. Podrían incluso destronarla, o expulsarla de Auradon. Y todo solo por el hecho de haberse enamorado.

Pero él no permitiría que se interpusieran entre su hermana y su felicidad. Él la defendería, no permitiría que obligaran a su hermana a que fuera algo que no quería, o a que ocultara quien realmente era y algo que realmente sentía.

—No importa.— Susurró Ben volviendo a mirar la pintura. Emma lo miró nuevamente, pero no dijo nada.—Ella es mi hermana, siempre ha estado para mi... y sin importar lo que sienta o por quien yo la apoyaré. Amor es amor, ¿no?

La hija de Blanca Nieves asintió con los ojos humedecidos. Ella igual apoyaría a su mejor amiga en todas sus decisiones, más si éstas la encaminaban hacía su felicidad. Evie era una chica increíble, y sin duda era digna de salir con la heredera.

—Concordamos en algo Beast.— Le dijo Emma con la voz levemente entrecortada.—Y creo saber dónde está, pero irás tú a buscarla.

Ben asintió ante eso devolviéndole el aparato a la chica. Emma suspiró y tomó su celular.

—Probablemente esté bajo las gradas del campo.— Reveló la ojicafe parpadeando rápido para borrar las lágrimas.—Es donde se reúne con Evie a charlar, ahí la puedes encontrar. Yo los cubro, cualquier cosa le digo a Audrey que ustedes tuvieron una junta de último minuto y que llegaran algo tarde.

El castaño-rubio agradeció a la mejor amiga de su gemela y salió del aula.

Su cerebro aún quería entender cómo y porque su hermana se había enamorado de la villana, pero decidió dejar eso de lado. Pues la única que quizá podría saber eso sería su hermana, después de todo era ella quien lo sentía.

¹𝐤𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐪𝐮𝐞𝐞𝐧𝐬 ♚ ❪ disney descendants. ❫Where stories live. Discover now