Capítulo 1

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CAPÍTULO 1

– ¡¡¡Y UNA PUTA MIERDA!!! – dio un fuerte golpe contra la mesa un hombre de treinta y pico años, pelo marrón, ojos marrones que procesaban en este momento furia, ojeras, una barba de tres días y una cicatriz que pasaba por su tabique probablemente realizado en una pelea que vestía unos vaqueros sucios, una camiseta negra y una chaqueta de cuero marrón – ¡¡NO ME PIENSO QUEDAR CON ESA COSA!! – señaló al causante de su enfado un joven de más o menos veinticinco años, pelo castaño, un par de pecas, ojos azules, bastante alto con una chaqueta blanca con los puños y parte de los hombros de color negro, una banda azul eléctrico en el brazo derecho, en el lado derecho del pecho un bordado que ponía RK900 y en el otro lado un triángulo de color azul eléctrico y un LED que brillaba de color azul en el lado derecho de su sien

– Esa cosa es tu nuevo compañero de campo así que lo trates bien – se puso serio un hombre mayor, calvo, de piel negra y ojos marrones el cual se notaba por su ropa y placa que era su superior

– ¡¿Cómo quiere que trate bien a esa cosa Fowler?! No sé ni porque cojones estas cosas tienen derecho a nada

– Porque hace años que los androides consiguieron su libertad por lo que tienen derecho a trabajar

– Pues que les den puestos como limpiadores o cualquier mierda como la escoria que son – se quejó

– Créame detective Red que tampoco me entusiasma su compañía – habló con una expresión totalmente neutral el ojiazul que no se había movido del sitio y que se mostraba totalmente serio y formal a pesar de los improperios que le estaba lanzando

– ¡¿De qué vas imbécil?! – le encaró notando la gran diferencia de altura – los androides deben permanecer callados

– Siento comunicarle que no soy un androide

– ¡Me niego a ir con esa cosa! – insistió a su jefe – ni siquiera ha hecho un examen o algo para ser policía ¿no quieren igualdad de derechos? Pues que se apliquen

– Ha realizado exámenes con nota y antes de que digas nada – le cortó puesto que le vio dispuesto a atacar de nuevo – los exámenes que realizan los divergentes son distinto de los humanos, unos más duros y estrictos que tienen que pasar así que no pueden hacer trampas ni se han aprovechado de su condición sobre las personas que hicieron el examen. Es más RK900 ha estado estos dos años como policía y ahora se merece un ascenso como detective

– ¡Esa cosa no puede ser detective y menos mi compañero!

– Ya está decidido así que cállate – ordenó – y como vea una queja de recursos humanos por haberte pasado con tu compañero verás lo que es bueno – amenazó su jefe – ahora id a trabajar de una vez

– ¡Te he dicho que...

– ¡Ponte a trabajar Gavin! – ordenó el mayor que los sacó de su despacho dejando con las palabras en la boca al humano que apretó los puños y empezó a murmurar

– Puto Fowler, me cago en la puta – murmuró yendo a su mesa seguido del androide que no había dicho nada al respecto – no me sigas plástico

– No le sigo, simplemente voy a mi mesa

– ¿Mesa? ¿Desde cuándo las cosas tienen algo? – le miró con asco

– Hola RK900 – se le acercó alguien muy parecido al androide pero a diferencia de este era más bajo, de ojos marrones y más expresivo que el otro a parte de que su ropa era mucho más oscura

– Buenos días Teniente Connor – saludó formal al nuevo Teniente de la comisaría después de que el anterior fuera jubilado de manera forzosa puesto que se negaba a dejar de trabajar y dejar a su compañero solo

– Me alegro mucho de verte por aquí, te merecías ese ascenso

– Gracias – hizo una leve inclinación con la cabeza

– ¿Quien es tu compañero? – sonrió

– El detective Reed

– ¿El detective Reed? – se disipó esa sonrisa mirando al humano que los miraba con desprecio y superioridad

– ¿Qué cojones miras, cosa? – se quejó al notar esa mirada sobre él pero Connor no dijo nada y miró al más alto

– ¿Estarás bien? – susurró queriendo hablar más o menos en privado

– Sí, sé manejarme con gente como él

– No es un delincuente

– ¿De qué habláis? – preguntó paranoico el humano que no le gustaba nada eso de que dos máquinas hablaran a solas

– De nada importante – intentó sonar medianamente cordial el modelo más antiguo que volvió a mirar al divergente – ten cuidado y si me necesitas estoy en esa mesa de allí – señaló el lugar – nos vemos después

Gavin solo les miró con el ceño fruncido pensando en lo inútiles y molestos que eran los androides; cruzó por un momento la mirada con el de ojos azules y la apartó enseguida con asco, como si fuera alguien contagioso a quien repudiar de la sociedad pues por muy aceptados que estuvieran los androides y lo mucho que había cambiado el mundo sobre la libertad de estos Gavin no lo aceptaba y seguía pensando que los androides tuvieron que ser destruidos o crear otros que no salieran pensando que eran humanos con pensamientos propios y sentimientos

– Tráeme café cacho de plástico – ordenó a RK900 el cual no había apartado la vista de él – ¿acaso estás sordo? He dicho que me traigas café

– No respondo a ese nombre detective ni mucho menos realizo ese tipo de tareas

– Te he dado una orden, obedece como la cosa que eres

El más alto le miró con el LED amarillo como si se estuviera pensando aquello y sin más dilación se giró para ir a por una taza de la máquina que tenían en la pequeña sala de descanso para los empleados. Gavin sonrió de lado satisfecho porque al menos esa cosa mantuviera su esencia y le hiciera caso, al menos se podía divertir de aquello diciéndole por ejemplo que estaba asqueroso y tirarlo o cualquier cosa que pudiera humillarlo.

Al poco rato el divergente se acercó con la taza de papel desechable saboreando Gavin el pequeño desprecio que le daría pero antes de que ocurriera RK900 le tiró a la cabeza el café con aquella expresión neutra que siempre portaba dejando a Gavin sin palabras y molesto por el cambio de temperatura, al menos había tenido la consideración de preparar el café para que no estuviera ardiendo

– ¡¿De qué vas?! – se levantó violentamente con ganas de pegarlo por aquella insolencia que había visto todo el cuerpo

– Se lo diré claramente ahora antes de que se le olvide: somos compañeros, eso quiere decir que no soy su subordinado ni su becario para traerle el café, somos iguales quiera o no aceptarlo – alegó bastante serio y con esa expresión que intimidaba a cualquiera, a cualquiera salvo al detective que apretó los dientes e hizo ademán de pegarle pero Fowler salió de su despacho y los miró claramente enfadado por esa falta de respeto.

Aquello iba a ser un fastidio para los dos.



Continuará...


Nota de Autora: ¡Muy buenas! ¿Qué les ha parecido este primer capítulo? Sugerencias, críticas constructivas, quejas, todas serán bien aceptadas XD.

En principio actualizaré cada viernes (horario español). Espero que les haya gustado, nos vemos ;)

Maldita máquina (900Gavin)Where stories live. Discover now