change your life. (en proceso)

1. ¿puedo salir a caminar?

Por el momento Change Your Life está siendo completamente editada, ¿razones?

La siguiente fanfiction la escribí a la edad de catorce años, entenderán que en ese tiempo mi mente seguía siendo prácticamente la de una niña, con mucha carencia de madurez y mal uso de las palabras. Por lo que sí, advierto que por esta razón encontrarán muchas pendejadas por decirlo así, o momentos cursis, e incluso en algún momento sentirán que la historia avanza muy rápido.

Y esos son varios detalles que quiero arreglar, además de agregar nuevos momentos y explicar mejor algunas situaciones que nuestros personajes vivirán, además de nuevas dinámicas que irán encontrando en un futuro cercano (o eso espero).

Estaré editando continuamente y prometo avisar a través de los mensajes en mi perfil cuando esta fanfic ya esté terminada. Muchas gracias por todo el apoyo que me han dado a lo largo de los años, espero disfruten esta lectura.

NOTA: CADA CAPÍTULO CUENTA CON UN CÓDIGO DE UNA CANCIÓN EN SPOTIFY. CADA CANCIÓN HACE ALUSIÓN A SU RESPECTIVO CAPÍTULO. ES MUY IMPORTANTE QUE ESCUCHEN LAS CANCIONES <3

(...)
Capítulo 1; "¿PUEDO SALIR A CAMINAR?"

Apagan las luces, estoy solo

Todos los árboles afuera están enterrados en la nieve

Pasé mi noche bailando con mi propia sombra

Y me sostiene y nunca me deja ir.

Narra Harry;

En un día ventoso, la mayoría de las personas odia el sonido del viento empujando las ramas de los árboles contra las ventanas, ellos creen que es un ruido tedioso que los interrumpe de sus actividades cotidianas, pero a mí me agradaba, porque ese sonido me hacía sentir por unos escasos segundos una persona normal, me hacía sentir como ellos, y sentirme en los sitios en los que ellos solían pasar mayor parte de sus días.

Como en la escuela, cuando estás en medio de un examen o una típica clase de cálculo que consideras aburrida e inútil y de pronto, el golpe de la rama de un árbol contra el vidrio de la ventana te llama y capta toda tu atención. O cuando estás en casa viendo una película mientras te sirves una bebida caliente, y en cierto punto de la película dejas de concentrarte en cuantas veces la chica ha jugado con su cabello o el chico ha arreglado su camisa para concentrarte en cuantas veces la rama del árbol frente a tu casa golpea el vidrio, anunciando un característico día de invierno.

Pero mi realidad era totalmente diferente, partiendo por el hecho de que no voy a la escuela y ni siquiera vivo en una casa. Lo único que tenía en común con esas personas era el golpeteo de la rama de un árbol contra la ventana de mi habitación.

- Mami, ya quiero irme de este lugar ¿puedo? - supliqué mirando en sus ojos esperando, como siempre, un tierno "sí". Ella me miró aturdida y extrañada por unos escasos segundos, tal vez unos cinco o seis, arrugando su entrecejo como si estuviera hablando en un dialecto diferente.

Y recibí, como siempre, un triste "no".

- Bebé, lo siento pero sabes que no. No sabemos el riesgo de tu enfermedad, hasta la más mínima bacteria o el más insignificante virus pod-

- Podría afectar de manera considerable el funcionamiento de mis pulmones, ya lo sé. Simplemente, me gusta preguntar si puedo irme de aquí porque, de cierta manera, me da esperanzas, o mejor dicho, me da la ilusión de que algún día me iré de este hospital y tendré mi propia vida. Y tampoco aún no pierdo la esperanza de que algún día me respondas que sí.