Capítulo 2 Deseos Incompletos

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Mientras las personas que pasaban empezaban a darse cuenta que les apartaba la vista, mi corazón se empezaba a acelerar por el nerviosismo logré llegar a la puerta de los laboratorios y rápidamente la abrí con la tarjeta para cerrarla de golpe mientras sacaba un profundo suspiro de la fuerte emoción pasada. -bien- dije -es hora de empezar- así que me dispuse a hacer mi ardua labor, pasaron y pasaron las horas, y trabajé sin descansar, lo que intentaba lograr era crear un medicamento o cura líquido para que le fuera más fácil a mi madre ingerir, hice mis cálculos y al parecer de acuerdo con el avance que realizaba me tomaría siete días terminarla completamente, llegadas las seis de la mañana solo me tendría que preocupar por irme por el punto ciego de las cámaras de seguridad, claro los guardias nocturnos eran más fáciles de pasar desapercibidos, también se me complicaba muchísimo al momento de entrar a mi casa sin hacer ruido pero con éxito lo volví a lograr. Ya era el tercer día y dos veces ya era demasiada suerte así que tendría que correr el riesgo esta vez con la preocupación de lo que me deparara, además de que el insomnio ya me empezaba a afectar en la escuela y eso me traería algo de problemas, pero eso no importaba en el momento ya que tenía la prioridad de salvar a mi madre a toda costa. Ya por la noche en las escaleras de la entrada principal de las instalaciones del edificio los guardias solo me quedaron mirando al entrar, lo mismo con las recepcionistas, en lo cual una me llamó: - ¿disculpe puedo ayudarla en algo señorita, hacia donde se dirige?- yo un tanto nerviosa pensaba que responderle, -me dirijo a los laboratorios del área central- contesté, - ¿sabe por dónde ir? o mire usted puede...- -si se exactamente el camino muchas gracias por la ayuda- -a esta bien señorita perdone es que como nunca la había visto en las instalaciones, claro que hay cientos de personas trabajando en este lugar pero nunca antes vi a alguien tan joven entrar ya que para ciertas personas le es restringido el paso- -no se preocupe, es natural el que piensen eso- respondí, -la verdad yo ya soy una egresada de la universidad de echo la más joven de mi generación y hace dos años que empecé a trabajar, realmente solo vengo a realizar unos experimentos, señorita- diciéndole con una gran mentira -claro disculpe si la ofendí, ya debería de estar informada de la capacidad de los científicos de este lugar, perdone por dudar- dijo,-no se preocupe- respondí mientras me dirigía hacia los laboratorios, mientras repetía mi rutina del día anterior y las personas que pasaban me miraban un tanto de reojo, hasta que al llegar hasta los penúltimos pasillos, me topé con un grupo de científicos que se dirigían hacia mi dirección dialogando y revisando unos papeles, yo camine con gran nerviosismo aun lado del grupo cuando uno de ellos me miró de reojo y me volvió a ver al haber pasado: -¡disculpe usted!- dijo, mientras yo me detenía y el con los demás se regresaron hasta donde yo me situaba, me di la vuelta agachada, -¿disculpe señorita puede levantar su rostro?- dijo, mientras lentamente levanté con mi rostro mientras en mi mente pensaba que estaba ya completamente perdida,-disculpe señorita, pero al parecer usted es demasiado joven y nunca antes la había visto por aquí, sé que está prohibida la entrada a ciertas personas, así que deduzco que usted debe de ser egresada de alguna universidad, y por lo tanto es una joven prodigio, ya que una joven de su edad no podría estar aquí por algún otro motivo lógicamente, así que me encantará saber claro si no le moleta, ¿me podría decir a que universidad asistió?- me preguntó con gran curiosidad, -¡¡¡estoy perdida!!!- Dije entre mí, -¡¡¿qué hago?!!- -¡¡¿Qué le digo?!!- -¡¡¡piensa!!!- -en realidad... tengo un pase autorizado ya que vengo a visitar un familiar- dije -¿¿existen pases autorizados para familiares??- preguntó con gran sorpresa y volviéndolo hacer entre sus propios compañeros que tenían la misma expresión, -discúlpeme señorita sé que estas instalaciones son muy enormes pero ya debería de estar informado de este tipo de situación, así que dígame ¿¿¿quién es la persona a quien viene a ver???- -este.. a mi padre- respondí con gran nerviosismo, - y diga me usted ¿quién es su...- -es un hombre de gran estatura, casi sobre humana, tiene una gran barba, musculoso, ya entrado en años, pero aún conserva algo de su juventud en su rostro- respondí rápidamente y con gran exaltación, -un hombre con esas características no me suena mmm..- dijo tomando una expresión de estar pensando, con mirada hacia el techo y recargando su rostro con su mano y en el otro brazo sosteniendo al otro mientras los demás científicos también se pusieron a pensar, en lo que con sobresalto uno de ellos hablo: -¡¡¡ohh habla del señor Egort!!!- -¿¿Egort??, Egort... ¡¡¡aaa ese señor!!!, claro como no recordarlo, creo que una vez me lo tope en algún pasillo, ¿¿¿es tu padre???, no sabía que el señor Egort tuviera una hija, no solo porque las instalaciones son enormes y casi nunca le he visto sino que también es porque hace un par de semanas fue transferido a este lugar, solo sé que es un científico muy influyente en todo el continente- dijo el hombre que me había cuestionado, - si él es mi padre- respondí rápidamente habiéndome librado de que me descubrieran, -oh discúlpame pequeña es que las reglas de este lugar son muy estrictas, y pues no es muy común encontrar a alguien de tu edad vagando por aquí, pero si tienes permiso y eres hija de alguien tan influyente no veo la necesidad de estarte interrogando más, hasta luego- dijo mientras se alejaba con los demás, y yo lanzaba un gran suspiro lleno de alivio, así que proseguí con mi camino con rapidez hasta llegar a los laboratorios. Por fin tenía una buena excusa cuando me preguntaran del porque estaba ahí, pero no solo ahí me preguntaron al salir por la madrugada los guardias me preguntaron qué, que hacia una chica de mi edad en este lugar yo solo les dije que era hija del científico Egort, para luego ellos preguntar con sus aparatos de comunicación sobre el a lo que después de contestarles me dejaron ir, mientras me decían que me fuera con cuidado lo cual yo respondía con un "gracias".

crímenes la princesa de los sueñosWhere stories live. Discover now