crímenes la princesa de los sueños

Capítulo 3 El Gift y el Descanso

Las autoridades llegaron a la casa de Akedía, los para médicos lo estuvieron revisando mientras algún personal le preguntaba a Akedía que es lo que había sucedido –papá llevaba días sin poder dormir... esto era porque al igual que yo estaba sufriendo, el dolor de haber perdido a mamá... no lo dejaba descansar... pero por fin se pudo dormir... por favor no lo despierten o se va a enojar...- dijo la joven mientras el personal la miraba con ojos de expectación –tal pareciera que este hombre no murió por causas naturales pero realmente no podemos diagnosticar por más que intentamos la causa de muerte señor- dijo uno de los paramédicos que atendían al cuerpo –avisen al cuerpo de investigadores, necesitamos que resuelvan este caso- - verdaderamente es demasiado misteriosa la causa de fallecimiento... pero lo más preocupante es el estado de esa chica.... Lo más probable es que tenga repercusiones psicológicas, puesto que además de haber perdido a su madre, vio morir a su propio padre enfrente de ella... tal parece que adoptó un estado fuera de la realidad... ya que para ella solo está durmiendo su padre... pobre... realmente.... ha de estar sufriendo mucho por todo lo que ha pasado- -llamen a un terapeuta- -si señor-, respondió a su superior. Akedía se encontraba vistiendo ropas negras con toque oscuros en un gran vestido y con un gran velo en el rostro, parecía realmente una princesa de lo hermosa que se veía, pero con una expresión en su rostro de frialdad, se encontraba frente el ataúd de su padre mirándolo, mientras uno tras otro de los invitados llegaba a darle el pésame a la joven, llegaban a dar flores y realmente parecía que su padre era muy conocido, esa misma tarde fue enterrado.

Los investigadores durante la autopsia no lograban diagnosticar la enfermedad de la causa de muerte, - ¡esto es demasiado extraño!, ¡oye tú! Tendremos que a visar al cuerpo superior de élite de investigaciones "Gerechtigkeit des paranormalen Geheimnisses", hazlo- -si- respondió, el caso era demasiado extraño para ellos así que el caso paso a manos de los especialistas; - ¿señor? - - si lo se... tal parece que la causa de muerte fue por envenenamiento... y tal parece que fue por un veneno nunca antes visto, y no se ha encontrado en la base de datos...esto quiere decir que apenas fue creado, me intriga la suntuosidad del mismo, no queda duda que esto fue un asesinato... es demasiado intrigante como el asesino no dejo ni un rastro de él, esto fue un crimen perfecto, mmm... que interesante... tal parece que.... tendremos un nuevo desafío- -Speurder- - si señor- - contáctate con Epiméleia, le asignaré este caso si es que mis deducciones son ciertas... por lo mientras envíale toda la información- -a la orden señor- respondió su menor.

Akedía no tenía ningún otro familiar con quien quedarse y por ser menor de edad era cuidada por las autoridades "zashchita detey" la cual era una agrupación de cuidado de menores desamparados impuesta en la ley del país, los cuales hacían visitas a la joven para cuidarla tres veces por semana, mientras se encargaban de otras cosas tales como los pagos de vivienda o la educación entre otras, dándole sustento claro hasta que esta cumpliese la mayoría de edad, o por consiguiente hasta que una familia la adoptase. Un día en la escuela Azaba, Nalatigheid y Naorén al ver a Akedía bajar por las escaleras se pasaron una mirada llena de complicidad, cuando estaba a punto de pisar el primer escalón hacia abajo de la segunda plataforma estas se apresuraron para empujarla, lentamente como si fuera cámara lenta Akedía caía con una cara de expresión la cual no había tenido desde hacía ya mucho tiempo, rodó sobre todos los escalones de la larga escalera hasta llegar al piso inferior, mientras las verdugo de su cruel suplicio reían a carcajadas por lo ahí cometido, Akedía había quedado inconsciente, mientras empezaba a sangrar en la cabeza y en las heridas producidas por su accidente rápidamente curiosos llegaron a la escena mientras ya alguien había ido a avisar lo ocurrido, mientras las criminales ya habían huido, rápidamente la trasladaron a la enfermería a la joven chica. -Ah... que.... Donde... ¿dónde estoy? ... ahh...- se quejó al moverse un poco mientras se encontraba recostada en la cama de la enfermería del colegio, mientras después de acomodarse un poco con dificultad se quedó callada acompañando el gran silencio del lugar, - porque... porque son así... no logro comprender el porqué de sus actos- dijo mientras como comúnmente estaba con su mirada de estar sin emoción alguna, sombría casi sin sentimientos, - quizás... quizás... es probable que lo hagan por algo malo que les allá sucedido... realmente no sé cómo es su vida más allá de los muros de esta institución... pero... es lo más razonable y probable que lo hagan para desquitarse... desquitarse de sus problemas desquitarse de tanto dolor.... Tal vez es su forma de salirse de la realidad para evadir o por lo menos olvidarse un poco de sus problemas.... Me da un poco de tristeza por ellas... pobres... nunca me he puesto en sus zapatos y quizás están llenas de infelicidad... si eso es, son infelices con su vida... por tanto dolor y sufrimiento de sus míseras vidas... realmente quiero hacer algo por ellas...- dijo para después ver entrar a la enfermera y revisarla. Al otro día cuando se encontraba con una de las cuidadoras en su casa para acompañarla le dijo –Akedía... hemos encontrado una pareja que desea poder adoptarte y ayudarte hasta que seas mayor de edad, de hecho, tú ya los has conocido puesto que han venido en lugar del personal para conocerte en los días pasados, y les has agradado muchísimo así que solo queda saber tu decisión sobre si deseas dar este paso de tu vida, ¿deseas... vivir con ellos?- dijo la mujer, mientras Akedía peinaba a su muñeca ella volteo la mirada hacia ella y acentuó un sí, ella viviría un tiempo con ellos primero para ver y aprobar si eran aptos y también para la documentación, Akedía se trasladaría a su futuro nuevo hogar en dos días. Era el último día de clases para Akedía y lo paso como siempre, pero había algo en Akedía, realmente le preocupaban, las chicas que siempre le hacían la vida imposible, le era extraño, pero realmente antes de su partida del colegio les dejo un "gift"; era la última hora de clases y habían tocado la campana para anunciar la salida, Akedía caminaba hasta la puerta de salida donde radiaba el sol de frente con tonalidades del atardecer, mientras en esos mismos momentos se encontraban unas malteadas en las butacas de Azaba, Nalatigheid y Naorén, ellas al ir por sus cosas mientras platicaban y se reían, se sorprendieron, -¿pero que hace esto aquí?- -bueno bebida gratis-, mientras se reían y seguían con su plática tomaron de las mismas; Akedía otra vez como si fuese cámara lenta daba pazos hacia el exterior de las instalaciones mientras.. – qué pena... que lastima que no pueda hacer nada más por ellas... así que tan solo lo único que les puedo dar es.... Este regalo, por fin se podrán librar de sus sufrimientos, de su infelicidad... por fin... por fin podrán ser felices.... Dulces sueños...- dijo en su mente con mirada sobria mientras más se alejaba para llegar hasta un auto que la esperaba con un chófer que le cerró la puerta en cuanto se subió, mientras se alejaban lentamente; las chicas en el salón se empezaron a sobresaltar mientras parecía que no podían respirar, se empezaban a sentir soñolientas al mismo tiempo que se alteraban cayeron una a una lentamente mientras se retorcían eh intentaban huir de algo de lo que no podían mientras expresaban en sus rostros un pánico soñoliento, mientras se tomaban sus gargantas hasta que por fin dejaron de moverse, una chica que llegaba para recoger sus cosas dio un grito al ver los últimos momentos de estas mientras miradas curiosas llegaban para apreciar lo sucedido, un estruendo de voces se escuchaba mientras llegaban las enfermeras y los profesores a la escena; - por fin... pueden descansar... duerman profundamente en el mundo de los sueños...- dijo a si misma cerrando los ojos Akedía sin sentimiento alguno.