crímenes la princesa de los sueños

Capítulo 6 Hermoso Delirio

Akedía había llegado por fin a la gran entrada de la mansión y fue entonces que al llegar y subir con sus gifts en su propia recámara abrió el dispositivo que tenía el veneno gaseoso, el cual se empezó a esparcir por toda la mansión y por todas las tierras hasta donde eran de la familia, todos los seres vivos se empezaban a envenenar gritos desgarradores de dolor se escuchaban por todos lados mientras que esta "medicina" funcionaba como un ácido corrosivo para todos, la piel de los guardias y de los sirvientes incluso de los padres adoptivos se empezaba a quitar mientras salía humo de los cuerpos y no solo de ellos sino de todas las plantas de las tierras alrededor, gritos de dolor horrorosos y gente corriendo intentando escapar de lo inevitable y mientras tanto Akedía no aguantaba más, -¡¡¡¡hahahahahaha!!!!!, ¡¡¡es maravilloso, es tan sublime como en su transición al mundo de los sueños sufren, oh pobres miserables escorias!!!!!!, recibirán lo que merecen, sonrían pues porque les he concedido la felicidad eterna deberían estar agradecidos!!!!- , gritaba con furor y se reía a carajadas psicópatas con una expresión en el rostro totalmente desagradable que infundía terror, ya terminados los cuerpos sin vida de los pobres residentes, Akedía cesaba de tanto reír, para luego abrir el segundo dispositivo que contenía el otro veneno gaseoso este empezó a propagarse con la misma intensidad que su antecesor, pero esto lograba a empezar a destruir y corroer todo material existente, inclusive la tierra empezaba quedar mal por la intensidad del mismo; mientras ocurría todo esto un equipo de investigadores

Se apresuraba junto al detective Epiméleia, para llegar a la mansión Lienasć; escombros cada vez más grandes caían sin fin en toda la mansión y Akedía reía y reía frenéticamente.

Al terminado todo esto Akedía se tranquilizó tan rápidamente como había empezado a reírse, tomo su pequeño frasco de cristal que era el regalo que le daría a su madre y empezó a caminar, llevando también a su adorada muñeca, Akedía vestía el más hermoso vestido que pudiera portar hasta entonces, digno de una princesa, mientras avanzaba lentamente a subir por unas escaleras a lo alto de las ruinas de una de las torres de la mansión.

Rápidamente lograron las autoridades y todo mundo con sorpresa y horror miraban el trágico cuadro de lo que alguna vez fue toda la posesión de la familia Lienasć, rápidamente bajaban todos los grupos de los autos para entrar a las ruinas, mientras buscaban aquí y allá algún sobreviviente, pero cada vez más con horror encontraban cadáveres o restos tanto humanos como animales mientras los examinaban o por lo menos intentaban recuperar, gritos aquí y allá para organizarse todo el personal de autoridades, mientras un pequeño grupo comandado por el detective, buscaban a la joven.