-¡Odanna sama! ¡Odanna sama! No quiero...¡no quiero olvidar!- pensé por un momento, pero mis intentos de hablar fueron inútiles, quería al menos poder hablar con él, escuchar por ultima vez su risa, que él me viera como solía hacerlo, con esos cálid...
Poco a poco un sonido se hacía cada vez más fuerte obligándome abrir los ojos y observar un techo gris, a los lados una pequeña habitación con paredes de colores grises y la puerta corrediza de papel acaso ¿estaba durmiendo?
Me levante del futon pero no recordaba haberme acostado o siquiera haberme quedado dormida. En ese momento sentí un leve mareo, inconscientemente llevo mi mano hacia mi frente, después de unos segundos había cesado.
-Me siento confundida-intentando recordar lo que había hecho el día anterior, pero no lograba obtener alguna pista en mi memoria. En ese momento un teléfono sobre mi mesa estaba sonando, era el mismo sonido que me había hecho despertar.
Lo cogí y al revisar era un recordatorio para las clases en la universidad.
-¡oh no llegare tarde!- faltaban pocos minutos para que las clases comenzaran y yo aún no me había preparado para salir. No podía recordar lo que había hecho el día anterior, quizás era por el estrés de las clases.
El recorrido hacia la universidad había sido rápido y a pocos minutos que comenzaran logre llegar a tiempo, todo parecía normal pero tenía la sensación de que algo faltaba o que estaba olvidando algo importante.
-Las clases han terminado por hoy- menciono el profesor para luego retirarse, no tenía nada más que hacer por lo que decidí regresar a casa.
-Aoi ¿estas lista?- esa voz provenía de una chica del mismo curso, ahora que lo recuerdo creo que habíamos comenzado hacernos cercanas.
-eh ¿A dónde?- pregunte un poco confusa por su pregunta
-No me digas que lo has olvidado, quedamos en ir a comer con algunos chicos-
-Creo que si lo olvide- respondí, aunque en parte era cierto que no lo recordaba.
-Bueno... siempre parece que estas en las nubes.... De todas formas es hora de irnos- sujetándome de un brazo me lleva hacia la salida tan rápidamente, que mis pazos eran algo torpes para seguir su ritmo, que en esos momentos tropecé con otra persona.
-lo...lo siento- intente disculparme mientras aún era jalada por mi compañera para continuar caminando.
-no te preocupes- no pude evitar fijar mi vista en la persona, cabello negro con algunos mechones que caían en su frente, piel blanca como porcelana y esos ojos que por alguna razón me traían nostalgia. Rápidamente su silueta se fue perdiendo entre la multitud de estudiantes perdiéndolo de vista.
-¿Qué pedirán para comer?- pregunto uno de los chicos que observaba el menú, en esos momentos no tenía hambre alguna por lo que leer cada comida no me era apetecible.
-¡oooooh!... ¡Miren este restaurante sirve curry!-
-¿qué curry?- respondió otra persona
-¡Me gusta el curry!- contesto mi compañera, al parecer todos estaban emocionados por probarla, lo que me hizo reír un poco y en ese momento un flashback había aparecido en mi mente, fue algo momentáneo y confuso.
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-Aoi... ¿quieres comer curry también?- alguien había tocado mi hombro haciéndome reaccionar de ese pequeño trance en el que mi mente me había puesto.
-ah, claro-
Estaba segura que esas personas no eran las mismas que tenía presente frente a mí, pero había sido tan borrosa y rápida que no tuve tiempo de reconocerlos.
Las semanas fueron pasando tan rápido como las estaciones en un momento estábamos en primavera y ahora estábamos sintiendo el frió del invierno que se aproximaba.
Cada árbol dejaba caer en una tranquila y sincronizada danza cada hoja que hacia suya los movimientos del aire para caer con delicadeza al suelo. Y los tonos cafés y rojizos que eran la señal de que se aproximaba.
Estaba satisfecha por lo que tenía, una casa donde vivir, la comida suficiente para vivir y amigos que se preocuparan por mí. Pero a la vez era como si nada existiera y todo fuera parte de un sueño de alguien más.
