**Nuestros Recuerdos** Odanna x Aoi [Kakuriyo no yadomeshi

*¿nos conocemos?*

Al volver a casa siempre era solitario, aunque era algo vieja pero me era suficiente, y allí guardaba los mejores recuerdos que tenía con mi abuelo. En ocasiones me tomo el tiempo de poder hablarle al abuelo a través de su fotografía, pensando que puede escucharme y así no me siento tan sola.

-Abuelo, pronto tendré el día libre, así que podre ir a visitarte- En la cocina podía sentirme tranquila y sin temor, era alguna clase de terapia para mí.

Mi vida seguía su rumbo.

Estaba lista y preparada para salir, hoy había un clima frió por lo cual lo ideal era abrigarse, con mi bufanda y chándal Salí de casa para visitar la tumba del abuelo.

El recorrido era tranquilo, observaba cada una de las hojas que caían al pasar una brisa, estaba a pocos pasos de acercarme a la entrada del santuario, inconscientemente mis ojos siempre observaban ese lugar como si estuvieran esperando ver algo o alguien ahí.

En ese preciso momento frente a mi pasaba una niña, fue como si el tiempo se había parado ahí mismo, su cabello de un bello color dorado, piel blanquecina y unos bellos ojos color violetas, sosteniendo entre sus manos una pelota de colores. Sus ojos me observaron por un momento, dedicándome una sonrisa para continuar su camino.

-O...Oye...espera- No supe en que momento comencé a seguir a esa niña por todo el camino, ni siquiera sabía a donde iba o porque lo estaba haciendo, pero quería alcanzarla.

Habíamos dejado atrás el santuario, para continuar en el parque y luego en el distrito comercial, mientras más avanzaba más difícil era poder seguirla el paso entre las personas; pero no tenía la intención de rendirme, dejando atrás a la multitud la chica de cabello rubio había entrado en alguna tienda, sin fijarme exactamente qué clase de tienda se trataba, sin pensarlo también me adentro, para buscarla.

Al abrir la puerta una pequeña campana resuena dentro del lugar, observaba algunas personas sentadas y algunos libros que rodeaba el lugar ¿Qué clase de lugar era este?

-Bienvenida al café - fui bruscamente interrumpida en mi búsqueda de la pequeña por la chica que me veía con una sonrisa.

-Eh, perdone pero ¿no ha visto a una niña entrar?- la chica lo pensó por un momento

-Me disculpo, pero no ha entrado ninguna niña- pero estaba segura de verla entrar en este lugar o acaso mi mente estaba jugándome alguna broma.

-Por qué no mejor toma asiento- antes de poder negarme esa amable chica me llevo al segundo nivel de la cafetería y sentarme en una de las mesas.

En verdad que estaba exhausta después de haber seguido a esa niña por todo el lugar, pero estaba segura que había entrado en este local, pero no la observaba por ningún lado.

-Disculpe señorita- Escuche la voz de alguien que estaba a un lado mío, creo que era un empleado del lugar.

-Que le gustaría que le sirviéramos- extendiéndome el menú hacia mis manos, al tomarlas comienzo a leerla y no lograba decidirme por alguna.

-Yo le recomendaría un kapuziner con pastel dobos-

-El pastel se conforma por cinco capas esponjosas intercaladas con crema de chocolate y está cubierta de caramelo y acompañada por un kapuziner que aligera el sabor dulce del pastel crea una deliciosa combinación. 

La descripción que había hecho del postre verdaderamente lo hacía sonar delicioso –entonces quisiera pedirlo, por favor-

-con gusto- al devolverle el menú pude fijarme mejor en la persona que me atendía y era el mismo chico con quien había tropezado en la universidad. Me quede observándolo por unos segundos hasta que desapareció de mi vista, no era capaz de apartar mi vista de él y era una sensación extraña, familiar y nostálgica. Pero apenas era la segunda vez que me lo encontraba y quizás el ni siquiera se recordaba quien era yo.

Pero debía concentrarme en mi búsqueda y era esa chica rubia, había algo en ella que me llamaba y no podía ignorar.

A los pocos minutos el chico había llegado con mi pedido y se veía delicioso, tal como él lo había descrito.

-si necesita algo mas no dude en preguntar-quizás el sabia acerca de esa niña, no perdía nada si le preguntaba.

-eh...realmente quisiera...preguntarle algo...si no le molesta-

-¿eh?..Claro-en su rostro notaba un poco la incomodidad y la sorpresa de mi repentino pedido pero había sido muy vergonzoso, quizás se había hecho la idea equivocada y pensaba que intentaba coquetearle, pero esa no era mi intención

-Por favor no se haga ideas equivocadas, yo...yo...solo quisiera saber si ha visto entrar a una chica de cabello rubio-

Llevo su mano hacia su mentón pensándolo por un momento, tal vez era imposible que recordara a todos los clientes que entren a este lugar pero quizás tendría alguna pista.

-Cabello rubio mmmm....-

-lamento decirle que no he visto a ninguna persona así-

-oh ya veo, gracias- era de esperarse pero no podía desanimarme si la había visto quizás tendría la posibilidad de volver a verla.

-Ahora yo podría hacerte una pregunta-pensé que estaba sola pero él no se había ido aun y me sorprendió que siguiera ahí.

-¿eh? Claro- sin pensarlo tomo asiento frente a mí y me observo por un momento sin quitar la sonrisa de su rostro, me estaba poniendo nerviosa.

-¿Cuál es tu pregunta?-

-Ah sí, ¿nos hemos visto antes?

-¿eh?, no lo creo-

-por alguna razón tu rostro me recuerda alguien-ese chico no pareciera tener vergüenza de hablar o siquiera preguntarle a las demás personas, lo hacía con tanta tranquilidad y gentileza que era imposible no querer acercarse a él.

-¿en serio? Lo lamento pero creo que es la primera vez que nos conocemos-

-es así- pareciera que mi respuesta lo había decepcionado.

Había disfrutado de ese postre, tal como lo había recomendado, era delicioso, pagando mi pedido Salí de la cafetería y me dirigí a casa para poder descansar y planear otra visita a la tumba de mi abuelo.