Desde la desaparición de sus padres, Alisson Bloom es la única heredera de imperios Bloom, pero su desdén por las reglas y su poco interés por el negocio familiar, la llevaron a entrometerse en un mundo totalmente diferente y un tanto peligroso, per...
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Después de salir del hospital decidí quedarme algunos días por fuera de las instalaciones de la mafia rusa, únicamente con el propósito de vigilar a Alex ya que todavía podía haber peligro para el, me hospede en un pequeño hotel frente al hospital y todos los días pasaba por su habitación asegurándome que nadie pudiera verme, dejándole una flor de sakura al lado de la ventana para que se enterara de mi presencia.
Sin embargo, más tarde que temprano le dieron de alta a Alex y al ver que ya se encontraba con Ethan y al contar que en estos días no le había pasado nada me arriesgue a especular que Vicktor H había logrado aclarar el asunto, por lo que decidí volver al cuartel, pero al llegar estaban todos esperándome, claramente no iba con el mejor genio por todo lo que había pasado con Alex, saber que estuvo en el hospital me estaba matando y sólo pensar que podrían dispararle de otra vez me hacía en enloquecer, y para colmo las cosas no parecían mejorar ya que le debía un absurdo favor a Viktor H, desgaste todas mis energías únicamente para saber que él no tenía nada que ver con lo que estaba pasando.
-Por fin te dignas a aparecer Alisson, creí que no volverías -Comento Jayden
-¿Te preocupas por mí? -Dije con sorna, el rodó los ojos cansado de mi actitud
-Si tan solo dejaras de desparecer de un minuto a otro yo dejaría de estar vigilándote –Respondió algo enojado, bufe
-Por algo se llama vida privada, ¿No crees? –Contraataque cruzándome de brazos –A demás, ¿nada ha pasado o me equivoco? –Sonreí falsamente, este suspiro y pasó una mano por su cara
-Pero podría pasar y que tu no estés acá sería un problema –Contesto reprochándome
-Estas exagerando Jayden, no es para tanto -Comente sentándome a su lado -Apenas volví a entrar al negocio y me ha parecido que ustedes pueden defenderse muy bien sin mí –Replique cansada
-Eso es cierto, pero no hay dudas que somos más fuertes porque decidiste regresar –Murmuro, asentí con la cabeza convencida -Eres la mejor y ciertamente tu ego lo sabe –Rodé los ojos y con mi codo golpe sus costillas -¡Autch! -Reprocho de dolor, yo sonreí
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