Pequeña Salvación [Mpreg]

34. Él y yo ‹‹Niall›› parte 2

Es tan bonito cuando duerme. Muy pocas veces tengo la oportunidad de admirarlo de esta forma, me gusta mucho verlo dormir, saber que esta calmado y descansando. Siempre me pregunto qué soñara, ¿serán cosas felices o tristes? ¿Tal vez algún recuerdo, o algo que le gustaría que pasara? Aun a pesar de que ya lo conozco más sigue siendo un misterio, no logro descifrar lo que piensa o lo que realmente siente, casi siempre pone esa expresión tan seria que me atrapo hace tanto. Sigo pensando en ese día y en la reacción que tuve después de que dejo aquel restaurante, ¿por qué me miraba tanto? Sigo preguntándome eso, pero no tengo el valor necesario para preguntárselo a él y creo que está bien de esa forma, ya paso mucho tiempo desde aquello, dudo que lo recuerde.

Yo si lo recuerdo, recuerdo cada cosa que paso desde que nos conocimos e incluso de antes, Louis solía hablar mucho de su jefe y me parecía extraño ya que se notaba preocupado con cada cosa que decía, después comprendí por qué y fue como si toda su preocupación se hubiera transmitido en mí.

Sigo preocupandome por él, porque coma y duerma bien principalmente, es algo que no creo llegué a cambiar... así como él cuida de mí, yo tengo que cuidar de él. Y no porque me vea obligado a ello, para nada, realmente me gusta cuidarlo, verlo mejorando cada día me hace en verdad feliz ¿y qué más puedo pedir? La principal razón por la que me acerque a él fue esa: ayudarlo con sus problemas, y lo estoy logrando. Sigue siendo el mismo hombre frio que no le importa nada cuando estamos con alguien más, no me molesta que sea así y no pretendo cambiarlo, la verdad es que me agrada bastante porque, por muy egoísta que suene, me gusta la idea que solo yo puedo tener ese lado tierno que se empeña tanto en ocultar, me hace sentir que soy muy especial para él.

Hubo un tiempo en donde eso me parecía imposible y llegue a pensar que no pasaría de ser "el raro hermano de Louis" pero ahora... ahora en verdad soy especial para Liam, me aceptó en su vida de la mejor manera y no puedo estar más agradecido por ello, y solo tuvieron que pasar una serie de eventos no tan agradables para que esto pudiera ser realidad. Ya no tenía que imaginar cómo sería dormir con él porque ya lo tengo a mi lado cada noche, podía abrazarlo cuando yo quisiera sin el temor de ser rechazado, podía llamarlo por ese apodo que había inventado para él y no se enfadaría... podía hacer cualquier cosa y Liam mostraría su linda sonrisa solo para mí.

Dejo un beso sobre la mejilla de Liam y me incorporo lentamente en la cama. Tenemos varias cosas que hacer hoy pero quiero que duerma lo máximo posible, aún hay bastante tiempo así que no tengo necesidad de despertarlo por ahora. Me pongo de pie sintiendo de inmediato el frio del suelo, me apresuro a entrar al baño, me deshago de mi ropa y toco mi abdomen antes de entrar a la regadera.

Niall: es hora del baño, bebé-sonrío y abro la llave, dejando que el agua caliente recorra todo mi cuerpo.

Unos cuantos minutos después salgo del baño, Liam sigue dormido por lo que intento hacer el menor ruido posible mientras me cambio y salgo del cuarto. A pesar del clima frío la casa siempre es muy cálida sin la necesidad de tener la calefacción encendida, es realmente agradable estar aquí dentro, tanto que quisiera nunca salir pero ya que eso no se puede me conformo con estar aquí todo el tiempo posible, y eso no es problema alguno ya que ahora esta casa se ha convertido en mi hogar.

Vuelvo a subir al cuarto una vez que tengo el desayuno listo, como lo esperaba Liam sigue dormido, lo cual me parece un poco extraño ya que no suele dormir tanto, normalmente despierta unos diez minutos después de mí. Me siento a su lado y comienzo a dar caricias sobre su cabello, él se remueve ligeramente pero no despierta ni un poco por lo que sigo con las caricias y susurro cerca de su oído que tiene que despertar. Lo muevo un poco después de unos minutos en los que mis intentos por despertarlo no dan resultado, solo se queja por lo bajo ante el movimiento, lo que me hace apretar los labios.