Alexandra, una vampira en una manada.
Se resignó a su vida permaneciendo alejada y callada.
Hasta que cosas cambian inexplicablemente.
Su hermana asesinada, su hermano vuelve, a quien conoce desde pequeña se transforma.
Todo cambia, pero su vida ti...
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Me es desesperante ver la luna llena en su mágico esplendor y que Derek no mueva ni un dedo por intentar levantarse.
—Sinceramente, me tienes mareado— se queja —Además huelo tu tensión—
—Scott es un lobo adolescente, hay luna llena y tú estás aquí sentado como si se tratara de un indefenso gato—
—No saldré tras él, al menos no por ahora, tengo que lidiar con el alfa—
—Derek es más que lógico que Scott fue mordido por el alfa, eso es parte de datos curiosos del caso de Derek Hale—
—¿Por qué el alfa mata a Laura y ahora quiere a Scott? —
—Tal vez se siente solo— bromeo.
—¿Manada? — me mira —Quiere una manada y Scott es su primer beta—
—¿Scott está en problemas? — él resopla —Personas están en problemas, todo va a ser un verdadero problema—
—Hablaré con él, debe controlarse y tiene que aprender mucho—
—¿Y crees poder hacerlo? —
—¿A qué te refieres? — devuelve la pregunta.
—Pues después de verte en la nada del bosque con tu mirada asesina y carácter pesado ¿crees que va a escucharte en algo? — asiente —Que mala broma—
—Entonces ayúdame, obsérvalos y escúchalos, luego me cuentas—
—¿Qué pasa si se sale de control? — pregunto —Derek soy un asco como vampiro, no he practicado mis habilidades jamás, Scott podría partirme en pedazos en segundos—
—Por eso ayúdame como humana, no te arriesgues a más—
Su mirada de perrito suplicándome es demasiado para mi gusto.
—Lo intentaré— suspiro.
Dejo la horrible casa Hale y me dirijo a la mía. Supongo que tengo que hacer algo al día siguiente.
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Justo cuando voy a mi siguiente salón, logro ver a Scott en su locker, el problema es que Jackson se acerca. Éste cierra la puerta del locker de manera fuerte sobresaltando a Scott, me recuesto escondida tras la columna para escucharlos.
—Escucha hombrecito, que tal si me dices donde consigues tus jugos— habla Jackson de manera dura.
—¿Qué? — pregunta Scott.
—¿Dónde estás consiguiendo tus jugos? — repite Jackson.
—Mi mamá siempre hace las compras— río ante la respuesta.
—Escucha McCall, me dirás exactamente donde las estas comprando, porque es imposible que juegues tan bien sin tomar algún tipo de producto químico—
