Alexandra, una vampira en una manada.
Se resignó a su vida permaneciendo alejada y callada.
Hasta que cosas cambian inexplicablemente.
Su hermana asesinada, su hermano vuelve, a quien conoce desde pequeña se transforma.
Todo cambia, pero su vida ti...
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Los días han pasado dándonos cierta paz al saber que no hay un lobo feo por ahí suelto matando personas, aunque aún está a dudar el tema de Lydia, quien sigue en el hospital, pero no da señales de ser lobo, Stiles no deja de hablar de ella y Scott tuvo un terrible encuentro con Chris por no dejar a Allison, así que ahora son novios a escondidas.
—Scott— insisto siguiéndolo —No es justo, dijiste que ibas ayudarme—
—Sé lo que prometí, pero dame solo esta vez ¿sí? —
—Eso dijiste hace 2 días— se detiene frente a la puerta de los vestidores, ya que va a ducharse.
—No pareces necesitarlo ¿quieres matar? O algo así— susurra.
—Justo ahora deseo asesinarte— afirmo.
—Solo hoy, lo prometo— dice él.
—Oye...—
Entra rápido, la puerta se cierra en mi cara, yo podría entrar, pero cuando terminan una práctica por obvias razones todos los del equipo entran hasta las duchas, que están cubiertas por un muro en cemento que hace división al lado de sus lockers, pero aun así sería incómodo e irrespetuoso.
—Aquí voy a esperar— grito.
Me apoyo en la pared a un lado de la puerta. Después de un rato veo mi reloj, han pasado 20 minutos desde que Scott entró, ningún hombre tarda tanto bañándose y menos en duchas escolares.
La puerta se abre y Isaac sale de los vestidores, me dedica su mirada y luego sonríe, se apoya en la pared frente a mí para rebuscar en su mochila, pero me dedica miradas.
—No estoy espiando— me defiendo.
—Yo no he dicho nada— ríe él.
Miro incómoda alrededor, ahora ya considero irme.
—¿Esperas a Scott o Stiles? — pregunta.
—Supongo que es la única razón obvia para que yo esté aquí ¿no? —
—Pues sí, son bastante unidos, tanto como para dejarme plantado— susurra lo último.
Si algo he hecho mal en mi vida es no haberle hablado desde el baile, más considerando lo bien que me trató, pero no supe como excusarme.
—Lo lamento, realmente estuvo mal hacer eso, pero necesitaba ir con ellos—
—¿Por qué? — pregunta.
—Stiles tenía problemas...— respondo —Solo lo siento—
—Está bien, no podemos regresar el tiempo— sonríe él —Aunque me hubiera gustado ayudarte—
—No, créeme que no era un tema en que sería agradable involucrarte—
Nuevamente llevo mi mirada a sus ojos, sí son lindos, pero lo más interesante es el hematoma en su ojo. Él se lo mira en el vidrio de la puerta y saca lo que parece un ungüento para volverlo a guardar.
