Alexandra, una vampira en una manada.
Se resignó a su vida permaneciendo alejada y callada.
Hasta que cosas cambian inexplicablemente.
Su hermana asesinada, su hermano vuelve, a quien conoce desde pequeña se transforma.
Todo cambia, pero su vida ti...
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Por primera vez en mi vida, espero y subo al autobús para ir a la escuela.
Me encamino al salón de Historia y me siento al lado de Scott.
—Alex— llama —¿Qué tal todo con Lina? —
—Bien, está presentando su examen de restauración, la conocerán luego— respondo, él asiento.
—Buenos días a todos— habla el maestro —Soy el señor Yukimura, tomaré el lugar de su antigua maestra de Historia, mi familia y yo nos mudamos aquí hace tres semanas y estoy seguro de que ya conocen a mi hija, Kira o tal vez no, dado a que ella no ha mencionado a nadie de la escuela en realidad y aún no lleva a nadie a comer a casa—
Volteo ante el sonido de un golpe en un asiento, la chica está tapándose el rostro, río al verla, ya que en cierta forma es tierna la situación.
—Como sea, ahí la tienen— continúa el maestro.
Ella levanta el rostro para sonreír muy avergonzada, vuelvo a acomodarme, pero fijo la vista en Scott quien sigue mirándola y sonriendo.
Él me mira, así que le sonrío elevando una ceja, él vuelve a acomodarse con vergüenza.
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—Entonces es como si ¿soñaras despierto? — pregunto a Stiles.
—No exactamente, es creer que estas despierto cuando en realidad sigue siendo un sueño, pero es tan real que no diferencias las cosas— explica.
—¿Te sucede lo mismo a ti? — miro a Scott.
—No, yo... estoy perdiendo el control— susurra él —Me veo a mi mismo convertido cuando no es real, pero al mismo tiempo está descontrolándose—
—Bueno, definitivamente hay que ir con Deaton— afirmo —No debe ser nada positivo estar en ese estado mental o físico—
—Tal vez solo necesitamos más tiempo para volver a la normalidad— comenta Scott.
—Sí, no olvides que reiniciamos un faro sobrenatural para criaturas sobrenaturales— añade Stiles quien lucha contra su locker —Es probable que nada se normalice nunca—
Lo veo jalar la puerta sin éxito.
—¿Estás bien? ¿Quieres que yo lo intente? — pregunto a él —Dime tu clave—
—Sí— suelta en suspiro para ver a Scott —Oye viejo, tus ojos—
—¿Qué tienen? ¿Por qué? — pregunta Scott.
—¿Qué tienen? Están comenzando a brillar— responde Stiles.
—¿En este momento? — vuelve a preguntar Scott.
—Si ahora mismo, Scott basta— pide Stiles.
—No grites, es más obvio— pido a Stiles —Sácalo de aquí—
