Se detienen en Hannibal, Illinois, para repostar, y el coche ya está prácticamente sin combustible para cuando Dean lo acerca al surtidor.
Sam toma los últimos treinta dólares de Dean y se dirige a la gasolinera, con la capucha bien ajustada bajo su chaqueta, el viento azotando con un frío brutal.
Dean espera en el auto todo lo que puede, retrasando lo inevitable. Frunce el ceño mientras se adentra en el amargo invierno de Illinois, con la chaqueta ajustada y el cuello levantado para protegerse del viento tanto como sea posible. Es tarde y el sol está enterrado detrás de una gruesa pared de nubes, todo a su alrededor gris, muerto y congelado.
—Voy a buscarme una puta cacería en Cancún, lo juro por Dios —murmura para sí mismo mientras abre la puerta lateral, metiendo la mano en el asiento trasero y recogiendo las bolsas de plástico y papel de las envolturas de las hamburguesas y las botellas vacías de agua y Diet Dr. Pepper. Las arroja a la papelera justo detrás de él, girando justo a tiempo para ver a dos chicas salir de un Eclipse azul, ambas vestidas con cómodos abrigos, con el pelo largo azotado por el viento.
Echa un vistazo a sus traseros mientras se desplaza alrededor del coche, empujando la placa de matrícula a un lado y destapando el tanque de gasolina justo cuando Sam aparece en la puerta, empujándola para abrirla y volver a salir. Sale, con una bolsa llena colgando de sus dedos, y rápidamente se echa a un lado para mantener la puerta abierta para las dos chicas.
Dean sólo puede sonreír mientras observa a las chicas levantar la cabeza contra el viento para mirar hacia arriba y hacia arriba a Sam, a este hermoso chico sosteniendo la puerta abierta para ellas con ese cabello lacio y una sonrisa con hoyuelos. Sam les hace un gesto con la cabeza, obviamente una respuesta a sus agradecimientos, dejando ir la puerta cuando entran. Dean las mira agarrarse la una a la otra, mirando a Sam como si hubiera sido un espejismo, las sonrisas en sus rostros inconfundibles, sus ojos puestos en el trasero de Sam mientras cruza el estacionamiento y se acerca a Dean.
Lo siente entonces, un duro y sucio tirón de celos, de posesividad, se desliza a través de él, haciendo gruñir al cavernícola de su interior en protesta, en un constante mioapartarosdeélesmio.
El cabello de Sam está apuntando a todas partes cuando se acerca a Dean, y Dean se ocupa de agarrar la boquilla de la manguera del surtidor, empujar la palanca y deslizar la boquilla en el tanque.
—Te traje un poco de..., uh. Ranch Pringles y algo de carne seca y una barra de Kit Kat. Y un Dr. Pepper diet, porque has estado divirtiéndote demasiado —. Sam mira dentro de la bolsa, sus dedos rojos por el frío, la nariz se volviéndose cada vez más rosa cuanto más tiempo pasa fuera. Dean deja que el surtidor funcione solo para poder prestarle toda su atención a Sam, para que poder mostrarle una sonrisita por el rabillo del ojo.
—He estado divirtiéndome demasiado, ¿eh? —. Mira a su alrededor a la poca gente que va y viene, todos abrigados y encogidos para afrontar el frío. —Anda tira, sube al coche. Todavía hace calor ahí dentro. Ya casi termino.
Sam se encoge de hombros, abre la puerta del coche lo suficiente como para tirar la bolsa antes de cerrarla de nuevo. —Estoy bien.
Dean se mete las manos en los bolsillos de la chaqueta, se acerca un paso más a Sam y entrecierra los ojos ante la bolsa del asiento. —Entonces, ¿qué vas a comer?
—Sólo un par de barras de granola. Pensaba robarte un par de patatas o algo así —. Sam se vuelve hacia él, frunciendo el ceño mientras extiende la mano para tirar de la chaqueta de Dean y cerrarla.
—¿Estás seguro? Tengo otros cinco en cambio en el auto. Déjame que te traiga otra cosa —. Dean está mirando la cara de Sam, estudiando su expresión y asegurándose de que no está mintiendo, de que no está haciendo esa cosa de no comer otra vez o algo así. Sam lo mira a través de sus pestañas, esa mirada sexy de ojos de zorro que hace que la polla de Dean se mueva en sus vaqueros. Sam sigue sujetándolo, con las manos cerradas sobre la chaqueta de Dean.
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Two - Headed Boy (Invisible Boy Serie)
FanfictionSegunda parte de la serie Invisible Boy, escrita por Dollylux y traducida por mi con su correspondiente permiso. La vida de Sam de los dieciséis a los veintidós años. Esta es la historia de los últimos días de inocencia durante un sofocante verano...