Capítulo 32

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Hola a todos!

Llego un poco tarde, lo sé, pero es que hoy, bueno ayer 13, fue mi cumpleaños y claro, salí un rato a celebrar, pero como persona responsable que soy aquí estoy, con los ojos medio cerrados de sueño pero subiendo el capítulo de esta semana. Si hay errores es todo producto del sueño jj. Espero que os guste.



Sam se ha imaginado a Dean muriendo muchas veces a lo largo de los años.

Siempre ha tenido una imaginación hiperactiva. La usó para planear batallas enteras con sus soldaditos, la usó para dibujar en su cuaderno durante su fase de dragón, la usó en la ducha una vez cuando llegó a la pubertad para imaginar exactamente cómo se sentiría la mano de Dean en su polla. Pero esto era lo que más se imaginaba, con lo que se torturaba a sí mismo desde que tenía unos ocho años, desde la primera vez que Dean regresó al auto con papá, donde habían obligado a Sam a esperar solo en la macilenta espesura de los bosques invernales de Michigan durante dos horas mientras ellos iban y hacían Dios sabe qué: Dean muriendo.

Solo en la oscuridad, Sam sólo podía pensar en Dean siendo atacado por un oso. Dean siendo asesinado por un cazador irresponsable y sobreexigente (si sólo lo hubiera sabido). Dean cayéndose por un acantilado y rompiéndose las piernas. ¿Por qué estuvieron en el bosque tanto tiempo? ¿Por qué tuvieron que ir a ese bosque? ¿Dónde estaba Dean?

Dean había regresado con un corte en la pierna desde el tobillo hasta la rodilla, pero aparentemente fue por caer por una pendiente empinada y aterrizar en una roca escarpada. Estaba sangrando, se veía un poco pálido y congelado al tacto cuando Sam le puso las manos pequeñas y calientes en las mejillas, pero estaba allí.

Sam no lo supo entonces, pero ahora sabía que esas heridas vinieron de matar a un wendigo. No había importado entonces. No importaba porque al menos Dean estaba de vuelta, exhalando aire cansado y amargo en la cara de Sam. Porque tal vez Sam, a los ocho años, había pasado esas dos horas solo en el Impala tratando de averiguar cómo decirle adiós a Dean, si es que hubiera tenido que hacerlo. Si Dean no hubiera vuelto.

Sucedía cada vez que Dean se iba con su padre, o solo, por un tiempo indeterminado. La imaginación de Sam volaba, lo torturaba. Lo hizo llorar más de una vez en el curso de sus cortas vidas.

Nunca se imaginó que sería el agua lo que lo mataría. Agua, una Taser y cien mil voltios. Había matado al Rawhead, pero había sufrido un ataque cardíaco masivo en el proceso.

Dos semanas de vida.

Sam está sentado solo en el motel, con la mano alrededor del teléfono, las lágrimas rebosando en sus ojos, y todavía está temblando.

Temblando desde que bajó las escaleras de nuevo y encontró a Dean pálido y con apenas pulso en el agua estancada en ese sótano. Temblando desde que finalmente pudo volver a verlo y vio la debilidad de sus ojos y la forma en que apenas podía moverse sin estremecerse de dolor.

Dos semanas de vida.

Quiere volver a llamar a su padre e insultarlo, gritarle para que vuelva. Quiere llamar a Bobby, por tercera vez hasta hora, y preguntarle si sabe algo de alguien. Si ha oído algo sobre este tipo LaGrange en Nebraska.

No debería haber dejado a Dean solo en ese sótano. Los niños podrían haber salido solos; el monstruo estaba en el sótano. Sam debería haber estado con él. Podría haberle cubierto. Haberlo visto antes de que esa cosa lo atrapara.

Quiere tanto un cigarrillo que se está mordiendo el labio, lamiendo un pedazo que se le ha arrancado por dentro de la mejilla. Quiere hacerse daño, quiere quitarle todo ese dolor a Dean, quiere que todo recaiga sobre él.

Two - Headed Boy (Invisible Boy Serie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora