Capítulo 34

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Sam se despierta cuando siente que una polla presionándolo desde atrás, sus ojos se abren mientras se desliza hacia adentro, su culo dolorido, crudo. Gime cuando se empuja entera en su interior, lubricada sólo con lo que se siente como saliva y el resto de la venida que Dean le dejó antes. Dean está presionado contra su espalda, sosteniendo con su brazo la pierna levantada de Sam.

Hay una boca en su nuca, su aliento caliente y agrio contra la piel.

—Vuelve a dormir, Sammy.

Sam exhala una risa que sale más como un gemido, girando su cabeza para mirar hacia atrás a Dean, quien ya está empezando a empujar, en este ángulo aparentemente perfecto para las próstatas porque, maldita sea.

—¿Cómo se supone que voy a dormir mientras tienes tu polla dentro de mí?

—Lo siento —, Dean besa a lo largo de su mandíbula, sin sonar muy arrepentido. —Es sólo que... ¿Sabes esas veces que te despiertas en mitad de la noche y lo quieres, pero no puedes hacer nada al respecto? Bueno, ahora yo... Joder, estabas justo ahí y te sientes tan jodidamente bien...

—Más fuerte, Dean. Dios, hazlo más fuerte.

Dean finalmente se calla, sube la pierna de Sam aún más alto y Dios, se mete más profundo, su polla golpeando en su interior tan bien que Sam jura que puede ver las estrellas. La lámpara junto a la cama aún está encendida, el amanecer finalmente se arrastra hacia afuera. Hace calor en la habitación, el aire acondicionado está apagado, y el vientre de Dean está sudoroso mientras golpea la espalda de Sam.

Sam se corre sobre sí mismo, la cabeza de su polla atrapada en un círculo cerrado hecho por su pulgar y su índice, la boca de Dean chupando un moretón en su garganta.

—Dijiste que querías sentirme —, gruñe Dean, jadeando ahora, tan cerca. —Dijiste que querías estar dolorido, que querías sentirme. Me aseguraré de que me sientas.

—Te siento —jadea Sam, su cuerpo se estremece con fuerza, perezoso, aún medio dormido y sacudido por un orgasmo rápido e intenso. —Dios mío, Dean, te siento tan profundamente.

Dean lo golpea tan fuerte que Sam piensa que habrá moretones en su trasero en la mañana, uno, dos, tres golpes brutales y se está vaciando en Sam otra vez, por segunda vez antes de que salga el sol.

Sam se ha ido, está dormido antes de que Dean haya terminado con él. Se queda dormido con la polla de Dean todavía en su interior, con Dean gimiendo a su espalda, con su nombre derramándose en los labios de su hermano.

******

Sam se despierta porque hay un aire viciado exhalándose contra su boca.

Arruga la nariz mientras se mueve, sus ojos se abren y se encuentra cara a cara con Dean. Dean, que está muerto para el mundo, con la boca abierta, roncando contra los labios de Sam, las legañas atrapadas en sus largas pestañas, la baba que humedece su almohada compartida, un completo.

Sam sonríe.

Trata de alejarse, su vejiga llena le reclama, pero la mano que, de repente, se ha dado cuenta que tiene en el culo se aprieta, manteniéndolo donde está. Deja escapar un gemido crudo y grave, levantando una mano aún pesada por el sueño y apoyándola en la rasposa mejilla de Dean.

—Dean...

—Grnn.

—Tengo que orinar.

—No.

—Sí, en serio. Tengo que ir —. Empuja hacia atrás, contra esa mano que se vuelve más posesiva, los dedos deslizándose a lo largo de su grieta, moviéndose como fantasmas sobre su agujero. Arquea la espalda porque no puede evitarlo, dando un suspiro de derrota mientras se relaja momentáneamente contra su hermano.

Two - Headed Boy (Invisible Boy Serie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora